El Hilo Negro Que Forja Mi Destino

— ¿Debería disculparme?

— No. Definitivamente no debes disculparte.

La consciencia de Anneliese después de aquella disgustante discusión quedó perturbada, su sueño se vio afectado y no dejaba de pensar en aquella escena.

Después de preguntar a Emily que debería hacer y que ella contestase que su situación lo había ameritado, había ido donde Alphonse a pedir su consejo, y su respuesta había sido tan inesperada que no la creía real.

— ¿No es tu padre también?, ¿No estás enojado?

— Lissie, entiendo tu preocupación, ¿Después de todo no dejas de ser Lissie, eh?

Anneliese afinó sus ojos sobre Alphonse.

— Si fueras tu yo de antes, te abrías disculpado. ¡Oh! Es mentira, admitirías tu error y dirías que eres la culpable.

¿Ella era así antes de perder la memoria?

Habían pasado algunos días desde que se hospedaba en ese gran lugar, pero algo que no cambiaba era el sentimiento de familiridad que seguía viviendo con ella allí.

Incluso, se le hacían extraños los sentimientos que dominaban su pecho y parecían hablar por sí solos. A cada persona allí lo describía un sentimiento, y ninguno era bueno.

A excepción del Conde.

Por él sentía una admiración profunda y desconcertantenocida y deseaba su reconocimiento.

Por Emily sentía lástima y tristeza.

Y por Alphonse un terrible odio que hacía estremecer su corazón.

Era extraño. Porque su yo de ese momento no sentía nada de eso, pero de igual forma esas emociones asfixiaban su pecho y revolvían su estómago.

¿Por qué sentía aquello?

— ¿Por qué debería decir eso?

Anneliese mantenía su mirada perdida en la delicada taza de té que descansaba sobre la mesa.

— Ah\~

Alphonse suspiró con fastidio captando su despistada atención.

— Porque no lo quieres Anneliese. Quieres que padre te reconozca, quieres su amor.

Silencio. Nada salió de su boca porque no tenía nada que decir, de esa manera se sentía su pecho y una profunda tristeza se había inyectado en sus venas y ponían sus ojos llorosos.

Anneliese, ¿Por qué hiciste eso?

Su moral le repetía en su cabeza el no necesitar el amor de nadie allí, y sobretodo repetía la palabra ‘Confianza’.

No confíes en nadie.

Fue una palabra que puso sus pelos de punta y su mente intranquila, porque aquella frase había salido de los labios de Emily y le había entregado una libreta.

Y la primera frase que había leído de ella había sido esa, que parecía estar tatuada en su piel y fracturada en odio.

— Hermano Alphonse… ¿Cómo era mi relación contigo?

Esta vez el silencio dominó por parte de Alphonse, quien la observó con una sonrisa falsa y unos ojos tristes.

— Me odias, a tal punto en que no querías verme. Lissie era muy tosca y grosera. Pero aún así, ¿yo soy tu hermano mayor, no? Debes aprender de mi.

>> Quizás sea una mala persona si te digo esto, pero realmente estoy muy feliz de que hayas perdido la memoria, de esa manera puedo hablar contigo de una manera correcta.

Y el silencio volvió a dominar, ¿Por qué ella lo odiaba? No lo entendía. Alphonse en su tiempo de estancia en aquel lugar le daba la imagen de hermano cariñoso, era una persona amable e incluso la había defendido de su padre.

Entonces, ¿Por qué lo odiaba?

— ¿Por qué?, yo…¿Por qué te odiaba?

— Porque padre demostraba más cariño por mi. ¿S sabes cuántas veces padre te dejo de lado por mi? Siento mucho haberte hecho pasar por eso, Anneliese.

Anneliese.

Era Anneliese y no Lissie.

Y Alphonse siempre solía llamarla Lissie.

Pero, ¿No era eso muy absurdo? Su padre no prestaba atención en ella por voluntad propia, Alphonse era amable y bueno con ella. O quizás, ¿No era siempre de esa manera?

No confíes en nadie.

La palabra antes olvidada volvió a resonar en su cabeza.

— Ven conmigo, Lissie. Antes de perder la memoria, te gustaba demasiado la arquería. ¿Por qué no practicas conmigo?

Y los pasos lentos llegaron a un campo abierto. Árboles y pasto era lo que denominaba ese lugar.

Un Arco, un Aljaba y al fondo del lugar una Diana llenaban su campo de vista.

— ¿Aún recuerdas cómo usar un arco? Oh ya veo que no.

Anneliese inconveniente había amarrado mal el Aljaba con las flechas en su cintura provocando que todas cayeran, y para su mala suerte el arco se había enredado en su brazo.

— ¿Qué estás haciendo?

— Entrenando.

— ¿Ha eso le llamas entrenar, Lissie?

Alphonse recogió pacientemente las flechas caídas y las acomodó en el Aljaba, amarrándolo correctamente al Carcaj que ahora rodeaba su cintura. Y tomó el arco mal enganchado en su brazo.

— Toma una flecha y sujétala en el punto de enfleche.

Él arco de madera fue sujetado por sus manos y sostenía por las de Alphonse, en un artefacto gris que se abría paso por la cuerda era el punto de enfleche. En donde la flecha encajó perfectamente.

— Apunta a la Diana y golpea su centro rojo.

Su dedo índice y medio estiraron con fuerza la cuerda hasta la parte posterior de su ojo derecho, en donde su afilada mirada trató de calcular la distancia del punto rojo de la Diana.

Los brazos perfectamente estirados sentían la fuerza ejercida en el arma, e incluso sin disparar se sintió cansada.

— ¿Estás lista?

Anneliese no contestó y solo suspiró, el toque de Alphonse se sintió lejano y la flecha salió disparada a la Diana.

Pero incluso con la fuerza antes instalada y la sensación de lejanía que había brindado la flecha lanzada, había caído a sus pies.

Entonces Alphonsee rió a carcajadas.

— No estuvo tan mal.

Anneliese se sintió avergonzada y recogió la flecha a sus pies.

— ¿Crees eso?

Sus labios se fruncieron y otra flecha fue acomodada en el enfleche, en donde la flecha viajó cinco pasos más de distancia. Otra carcajada.

— Lo haré otra vez.

Pero volvió a fallar.

— Es solo una práctica, Alphonse.

Pero había vuelto a fallar.

Y ninguno de sus intentos durante la inmensa tarde había dado al punto rojo de la Diana. Y en consecuenciauencia su cuerpo estaba cansado y fracturado de dolor.

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...‘’He conocido a un chico, creo que es agradable, es la primera vez en mucho tiempo que me decido a escribir aquí, Anneliese Ross, ¿Te sigues sintiendo sola?”...

Primera página leída de la libreta rosada que ahora sostenían mis manos.

...“Padre me ha ignorado y se fue con Alphonse, no lo entiendo, ¿No soy su hija también? Aveces mi cabeza se llena de pensamientos malos, ¿Padre también creerá que soy un adulterio por parte de mamá?”...

Página número 34.

...“Mamá se ha suicidado, Alphonse me impidió ver su cuerpo, debería estar feliz, ¿entoncess porque no lo estoy? Anneliese Ross del futuro, no fue tu culpa, mama no se mató por tu culpa, Alphonse y Emily lo repiten con constancia, pero sus últimas palabras fueron el pecado que carga mi cabello. Tal vez quien debió haber muero fui yo”....

Página número 1.

...“He recibido mi nombre de bendición, Lenour. Significa ‘Dios es mi luz’ ¿Es alguna forma de acercarme al templo? Pronto será mi Debut en la sociedad, espero aquel nombre no se equivoque”....

Página 17.

...“Todo fue horrible. ¿Mi cabello es tan malo?, ¿O fue mi vestido?, ¿Quizás aún soy muy joven? ¿Por qué esos jóvenes me miraban de esa forma? Y sobretodo, ¿Quizás estoy loca o qué es esa voz extraña en mi cabeza?”...

Página 18. ¿Voz rara?

...“Padre visitó al emperador junto a Alphonse, quizás es mi día de suerte porque pude acompañarlos, pude estar un poco más cerca de mi padre, y más que nada, ¿Quién es ese maravilloso chico que hizo florecer las rosas y volar el agua? Me gusta”. ...

Página 21.

...“Eh aprendido algo de ese hombre misterioso, su nombre es Zack, me gusta demasiado, pero ¿Yo le gusto a él también?”...

Página 22. Zack Redmin, el hombre que la había rescatado de ese lugar

...“Odio a Alphonse, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio, te odio”. ...

Página 4. Los te odio se repetían y arrugaban la hoja, incluso para su sorpresa la pluma manchaba la hoja. ¿Estaba ella realmente bien antes de perder la memoria?

...“El príncipe, Zack Edir Redmin es el príncipe bastardo del emperador, ¿Por qué no me lo dije antes? ¿Por qué me dijo su nombre de bendición?, ¿No sabe el que eso es solo para tu futuro compañero de vida?”...

Pagina 23.

...“Quizás ya no soy solo Anneliese, Anneliese ahora está con Zack. Padre ahora puedes hacer lo que quieras, porque Zack está conmigo, ya no necesito tu cariño”....

Página 24.

...“Anneliese Ross del futuro, se inteligente, por favor no repitas la historia. Aléjate de Zack, no te acerques a Elizabeth ClannFord y no te relaciones con la sociedades por favor no….”....

Página 50. El texto estaba cortado, no lo había terminado.

...“Suena loco, ¿Mamá como hiciste eso? Algo malo pasará, quizás en realidad estoy loca. No confíes en nadie Anneliese, ¡No confíes en nadie!”....

Página 40. ¿Qué estaba pasando?

...“Todos me miran raro, ¿no es mi culpa saben? El cabello, los ojos. Las escamas, las escamas, las escamas. Por favor desaparece, no te acerques. No quiero morir esta vez”....

Página 42. La letra estaba sumamente aferrada al papel y la textura transpasaba las hojas, ¿Que le estaba pasando a su persona en ese momento?

...“Por favor, aléjate. No te acerques a Zack, si llega a pasarte algo aléjate de Zack. No es alguien bueno, mantén tu distancia. Aléjate. De. El”-...

Página 43.

...“¿Estoy locos no es cierto? Espero llegar con conscienciacia a Judethet, quiero tomar las manos de Dios y pedirle perdón, ¿Soy avaricioso? Alguien por favor. Cambie este destino. Corta el hilo....

Página 47.

...“No dejes que te engañe. Ella me hará daño en el futuro. Quizás si digo más moriré pero. Los rostros más lindos y bondadosos también pueden tener otra cara. Confía en mí y huye de ella. Si empiezan a ver sangre derramada o carne podrida entonces huirás, porque eso significa que ella está demasiado cerca. Maldice a tu pelo y a tus amables padres. Porque ellos son quienes forjaron tu condena y escribieron tu destino. Sobrevive hasta entonces”....

Página 49.

El sol ya había salido y la ojeras oscuras se abrían paso bajo sus ojos. Anneliese Ross había pasado la noche en vela leyendo aquel libro con contenido extraño. Pero allí lo que la había sacado de lugar había sido las últimas 10 páginas.

¿Quién es ella?

¿Por qué debe alejarse de Zack?

¿Por qué odias a Alphonse?

¿Por qué estás condenada?

¿Qué pasa con el cabello?

Ah, lo que más consumía su cabeza en ese mismo instante. Era,

¿Debería confiar en lo que decía ese libro?

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Atte: Amelie Ross.