La Extra Debe Salvar Al Villano Red Flags

Duré varios días en la Mansión Reyes.

Los recuerdos de Elena original me atormentaban; ella sufrió mucho en esta casa. Empaqué mis maletas, la madre de Eliézer me hizo la transferencia y, justo cuando me iba, unos bandidos pararon el auto. Eran cinco hombres; me desmonté y luché contra ellos y, sin parpadear, los asesiné. Noah iba pasando en su auto y observó el espectáculo.

-«¿Quién diría que la hija inútil de los Sánchez, en realidad, era una loba vestida de cordero?» dijo Noah con una mirada fría y distante.

«Señor Noah, ¿quiere que ayude a esa mujer?», respondió Luke, el sirviente de Noah.

«No me importa; no tengo nada que ver con esa mujer.» susurró Noah, con el rostro pálido y desanimado.

Derroté a los bandidos y golpeé al conductor; llamé a un taxi y me llevó al Europuerto. Me fui a París. El París de este mundo es muy diferente, pero es hermoso, lleno de moda y romance. El vuelo fue de ocho horas. Una vez allí cambié el dinero a una nueva cuenta y decidí empezar de cero.

Fui al hospital y descubrí que, en realidad, no estaba gorda; estaba hinchada. Me estaban envenenando con un veneno mortal llamado «Belladona de Cuervo», un tóxico que mata lentamente. La culpable era evidente: Vanesa Sánchez, mi hermana, la persona que más odiaba a Helena y la responsable de que muriera por esos bandidos. Vanesa y Noah son los villanos de esta historia. Vanesa se obsesiona con Eliézer y hará todo por tenerlo; ella mandó asesinar a Elena original para quedarse con Eliézer. Fue la villana más cruel; aunque Noah tenía humanidad, ella era maldad pura. Asesinó a mi padre y a su madre, y cometió muchas atrocidades: una de ellas fue secuestrar al hijo de Eliézer; asesinó a Julia, la madre de Eliézer, ahorciándola con una soga y haciendo creer que fue un suicidio; separó a Sofía y a Eliézer durante un año. Fue una villana muy cruel.

Dos años después

Ya han pasado dos años. Creé mi propio nombre y me convertí en una de las diseñadoras de moda más reconocidas; soy un ícono de belleza y moda. Me operé y lograron extraer el veneno de mi cuerpo; ahora soy una belleza sin igual, una empresaria. Mi nombre aparece como Lena Sánchez; mi marca de ropa es tendencia.

Elena:

Eliézer y Sofía hicieron oficial su compromiso; ambos son felices con el pequeño Eli. El pequeño se olvidó de mí, la mujer que lo cuidó desde los tres meses. Solo recibí una solicitud de divorcio por mi correo personal de Elena Díaz, una solicitud vacía; todo lo que Elena original hizo por Eliézer no tuvo valor ni importa.

Noah ha perdido la cabeza y está sumido en el odio y los deseos de venganza.

«¡Señora, un supuesto hombre la contactó por correo para ofrecerle una oferta de trabajo!», exclamó Elina, mi asistente.

«Elina, sabes las reglas: el que quiera negociar conmigo debe pedir una reunión personal; dile que venga a mi oficina personalmente», respondí con un rostro frío y sereno.

Eliézer observó su teléfono.

«Así que quieres que vaya personal», dijo Eliézer al mirar mi respuesta; él es el apuesto hombre que desea negociar conmigo.

Eliézer quiere celebrar su compromiso con Sofía y organizar un banquete con un desfile de moda para deleitar a los presentes.

Noah está sentado en su escritorio, fumándose un cigarro. Noah es un CEO; uno de sus hombres llevó a un traidor y Noah le quemó un ojo con su cigarro.

«La traición paga con sangre; no supliques por piedad, los monstruos no tenemos piedad», exclamó Noah con una mirada fría. Los hombres de Noah lo observaban con temor. Noah miró una foto de Sofía, pidió estar solo y, sin que nadie lo notara, se tiró al suelo, lleno de lágrimas intensas.

Noa:

El pequeño Eli pidió su desayuno; Eli lo tiró. Eli empezó a notar mi falta: ya no tenía a quien le preparara su desayuno perfecto, ya no tenía a esa madre que le cantaba para dormir. La familia feliz y perfecta solo existe en las redes.

Eliézer viajó a París para hacer negocios conmigo sin saber mi identidad; mi asistente lo llevó a mi oficina. Media hora después llegué modelando con mi vestido rojo pasión.

«Señorita, a los clientes no se les debe hacer esperar tanto». Estas fueron las palabras de Eliézer; su mirada estaba perdida en mí, sus ojos ardían de lujuria y deseo.

«Buenas tardes, señor Lee. Yo no me acoplo a los horarios de ningún cliente; tengo mi propio horario. Usted vino en mi hora libre; agradezca que le preste atención. En segundo lugar, no me gusta que usen ese tono conmigo. Si usted está acostumbrado a tratar a las personas como le plazca, siento decirle que no soy cualquier persona. En tercer lugar, no permito cigarros en mi oficina, así que tírelo», respondí con un tono firme y seguro.

Elena:

Eliézer me observaba con asombro; era la primera vez que una mujer lo trataba con tanta frialdad. Él estaba acostumbrado a que las mujeres cayeran a sus pies; tiró el cigarro.

«Qué lástima que una mujer tan hermosa y sensual sea tan fría y amargada», murmuró Eliézer con una sonrisa pícara.

«Yo no estoy aquí para ser juzgada; estoy aquí para facturar y ganar dinero. La única opinión que acepto sobre mí es la de mi Gata Luna, que no puede hablar, solo maullar. Si solo viene a hablar, puede irse; yo necesito facturar, no me haga perder mi tiempo».

Eliézer quedó flechado por mi carácter y se sintió atraído; hicimos un trato.

Recordé que hace dos años, el día que llegué a París, tuve un sueño. Una voz me dijo que era el Dios de este mundo y que mi presencia había arruinado la trama:

«Mujer de otro mundo, soy el Dios de este mundo. Tu presencia cambió la trama y ahora la historia tomará un curso diferente. Tu rol ha cambiado al de una villana que debe cumplir su venganza; debes vengar a Elena original y hacer que los que la lastimaron sufran más que ella. En dos años debes volver y salvar al villano Noah; si Noah se suicida, quedarás maldita y vivirás un bucle eterno, regresando en el tiempo por mil años hasta que tu alma se destruya».

Esa fue la advertencia del Dios de este maldito mundo.