ANGEL O DEMONIO

Rashid estaba a punto de entregarle el cuerpo de la pequeña joven al hombre que lo miraba con ojos de querer asesinarlo en ese preciso momento, pero una duda saltó en su mente.

¿Quién me garantiza que tú conoces a esta chica y que no le harás daño?.

No sé, tal vez estás coludido con aquel hechicero y si te la entregó ella puede terminar con las demás chicas.

Preguntó Rashid alzando una ceja tratando de leer los pensamientos de aquel hombre fue entonces cuando se acercó un poco más hacia Amoymon y pudo ver su alma negra, tan negra como la noche.

¡Tú no eres humano!

Exclamó al poder ver su interior, pero no entiendo ¿cómo es que alguien como tú puede conocer a una jovencita como ella?, ¿qué eres de ella? Preguntó una vez más antes de entregarle el cuerpo de Gabriela que hacía arder su cuerpo con solo tocarla.

Al verla así tan indefensa tan hermosa ante él, había despertado un deseo enfermizo en su interior.

Rashid quería entregarle el cuerpo de Gabriela a ese hombre esa era su intención, pero su cuerpo se resistía a soltarla era una sensación extraña que jamás sintió con Jade ni con ninguna otra mujer, no entendía qué era lo que le estaba pasando con esa niña sabía que era una aberración que su cuerpo reaccionara de esa forma, pero le era imposible evitarlo así que decidió poner espacio de por medio entre ellos dos y simplemente le entregó el cuerpo de Gabriela al hombre que lo miraba furioso.

Te lo dije no tengo la menor intención de hacerle daño yo solo pasaba por aquí.

Mientes, respondió Amoymon, pero lo dejaremos así por el momento más adelante volveremos a encontrarnos eso te lo juro.

Rashid ignoró el comentario de Amoymon y dio media vuelta, pues la mujer que estaba con él había empezado a dar gritos lamentando la pérdida de su hija.

Amoymon se había olvidado por completo de Rosalba la cual había visto todo lo que había pasado en el lugar ahora como iba a explicarle lo ocurrido, pero Rosalba estaba en shock y no por haber visto el poder que tenía Amoymon ni al vampiro que tenía entre sus brazos el cuerpo inconveniente de Gabriela más bien era por haber visto como su hija desaparecía de la mano de aquel hombre.

Era como si no le importará lo que Amoymon era, ella solo quería a su hija de regreso y no le importaba quién fuera Amoymon si podía ayudarla a recuperar a su amada Amelia.

Rashid desapareció del lugar dejando a un confundido Amoymon, era la primera vez que se topaba de frente con un vampiro que no lo quisiera matar, bueno después de todo no era que pudieran hacerlo.

Amoymon sabía que tenía que ayudar a Rosalba a recuperar a su hija, pero tenía que llevar a Gabriela con sus padres así que tomó de la mano a Rosalba y desaparecieron del lugar dejando atrás un penetrante aroma a azufre.

Belfegor esperaba desesperado aquella videollamada de Amoymon, pero nada y justo cuando estaba por ir en busca de su hija Amoymon apareció con Gabriela entre sus brazos y Con Rosalba la cual no sabía que era lo que estaba ocurriendo.

Liz al ver a su hija en ese estado dio un grito, pero se contuvo de no caer en la histeria pues necesitaba saber que era lo que pasaba con Gabriela.

¿Qué fue lo que pasó?

La voz de Belfegor sonó como un trueno mientras interrogaba a Amoymon.

Este no es el momento Bel necesitamos atender primero a Gabriela, respondió Amoymon llevando el cuerpo de Gabriela escaleras arriba directo a su habitación.

Amoymon tiene razón dijo Liz mientras llamaba a la pediatra de cabecera de Gabriela al ser humana no creía que alguna magia pudiera ayudarla en esos momentos.

(Un grave error)

Iré por ella no podemos esperar tanto tiempo dijo Nibirus antes de desaparecer de la habitación de Gabriela.

¿Qué es lo que son todos ustedes?

Pregunto Rosalba tranquila tratando de entender lo que estaba ocurriendo.

Rosalba yo, dijo Liz tratando de explicarse, pero justo en ese momento Gabriela abrió los ojos su cuerpo dolía bastante, pero en su mente solo estaba el hermoso rostro de aquel hombre de ojos rojos carmesí.

¿Quién era?

Se preguntaba una y otra vez pues no sabía si era verdad o era solo un sueño.

Gabriela mi amor ¿cómo te sientes, qué fue lo que pasó?.

Preguntó Belfegor.

Papá fue tan horrible ese hombre se llevó a Amelia yo intenté ayudarla, pero no podía moverme, Gabriela no había puesto bien atención a la apariencia de su padre y de Amoymon pues aún estaba mareada, pero al enfocarlos bien vio su verdadera apariencia pues era la voz de su padre, pero ese no era su rostro.

¡Papá tu rostro!

Belfegor reaccionó demasiado tarde al igual que Amoymon, había llegado el momento que tanto había temido y para su desgracia su hija no había despertado ningún poder para enfrentarse a lo que estaba por venir.

Mi amor sé que en este momento tienes muchas preguntas y te responderé a todas las que me hagas, pero primero necesito saber que fue lo que pasó.

Gabriela era muy obediente con sus padres así que asintió con la cabeza y comenzó a hablar. Papá esta noche fui a casa de Rosalba porque me iba a enseñar a jugar con un tablero ouija, pero el tablero no respondía nada fue entonces cuando Amelia sugirió que saliéramos de su casa y que fuéramos al parque que está detrás de su casa y ya estando en ese lugar el tablero comenzó a responder.

Y de dentro del tablero comenzó a salir un líquido negro demasiado espeso que me impidió moverme y poco después salió un hombre era tan extraño su piel era negra con marcas en todo el cuerpo parecían quemaduras.

¿Quién era ese hombre?, preguntó Rosalba interrumpiendo a Gabriela.

Lo siento, pero necesito saber quién es el maldito que se llevó a mi hija.

Liz abrió los ojos de para en par al escuchar a Rosalba, como que se llevaron a Amelia?.

Si mamá Amelia tenía tiempo jugando con la ouija, pero no tiene mucho que comenzó a comunicarse con Buer, ese es el nombre de aquel hombre que se la llevó, Amelia quería saber quién era el asesino de su padre e hizo un trato con ese hombre.

¿Cuál fue el trato?

Preguntó Nibirus que acababa de llegar a la habitación con la pediatra la cual estaba confundida por lo que estaba viendo y se desmayó una vez más en los brazos de Nibirus.

El trato era que llevará a otra chica al parque, yo era esa otra chica papá, fue entonces que ese hombre dijo que Amelia había cumplido su parte del trato y que él cumpliría la suya le dijo que su tío Fernando era el asesino de su padre y que lo mató porque su papá había descubierto que estaba cometiendo fraude en la empresa en la que eran socios y lo iba a denunciar ante el comité.

Rosalba sabía de eso pues su esposo le había contado todo un día antes de morir, ese maldito le arrebato la vida al amor de mi vida dijo Rosalba entre sollozos.

Buer le ofreció otro trato a Amelia y este era que sí trabajaba para el le daría lo que fuera necesario para vengar la muerte de su padre y Amelia aceptó.

Esas palabras le desgarraron el corazón a Rosalba y comenzó a llorar, no te preocupes Rosalba nosotros te vamos a ayudar a recuperar a tu hija te lo juro dijo Liz al ver que ella pudo estar en esa misma situación.

Yo intentaba moverme papá, pero no pude fue cuando un rayo golpeó mi cuerpo evitando que ese hombre me tomara de la mano.

Belfegor entendió que era uno de los rayos de Amoymon, él había salvado a su hija.

Buer no conozco a ningún demonio llamado así, ese es uno de los hechiceros que se encarga de recolectar a las jóvenes vírgenes para ofrecerlas en la fiesta que te mencioné, dijo Nibirus mientras recostaba a la pediatra en la orilla de la cama.

Belfegor estaba furioso al pensar que un maldito hechicero haya puesto los ojos en su hija y más para utilizarla como mercancía de cambio.

Tío Amoymon y ¿quién era el otro hombre?

¿El que me rescató?

¿De qué otro hombre estás hablando mi amor?

Preguntó Liz pues pensaba que solo era el hechicero el que quería hacerles daño.

había otro hombre ahí mamá, pero él no estaba en el piso, él estaba flotando en el aire cuando mi tío Amoymon lanzó el rayo alcanzo mi cuerpo pues yo no podía moverme y me arrojo por los aires y ese hombre me sujeto para que no cayera.

¿Quién es él?

No lo sé, respondió Amoymon pues no le había preguntado su nombre solo sé que es un vampiro el cual dijo que solo estaba pasando por el lugar y el cuerpo de Gabriela lo había golpeado.

Yo no pude prestar atención al lugar estaba enfocado en el hombre que quería llevarse a Gabriela así que no vi si lo que el decía era verdad o no.

En este lugar no hay vampiros de eso se aseguró Nibirus cuando busco la casa no es así Nibirus.

Si jefe, pero esos vampiros han de ser los jeques del desierto que vinieron a celebrar su cumpleaños.

¿Ese hombre que viste es este Gabriela?

Preguntó Nibirus mientras sacaba su celular para mostrarle una imagen.

Si es él solo que en esa imagen el tiene los ojos grises, pero cuando lo tuve delante de mí el tenía los ojos rojos carmesí y una piel helada, dijo casi en un susurró, era tal y como lo decían las películas de vampiros que no se cansaba de ver.

Una emoción recorría su estómago al saber que si existían vampiros y esa noche había conocido a uno de ellos.

Él es Rashid el hijo del rey de Dubai ellos son los jeques del desierto que vinieron a la ciudad a festejar su cumpleaños.

Gabriela dejó de escuchar todo lo que los adultos estaban hablando pues estaba ensimismada con el recuerdo de Rashid quería volver a verlo, quería volver a escuchar su voz y haría lo que fuera por volverlo a ver además tenía que ayudar a su amiga.

Reviso bien la imagen que estaba en el celular de su tío Nibirus y leyó toda la nota y en un descuido de los adultos compartió la información a su número de celular ella sabía que Amelia podía estar en ese hotel donde se llevaría a cabo aquella fiesta de cumpleaños.

Rashid había seguido de cerca a el peculiar aroma a azufre que había dejado Amoymon y este lo condujo a unas cuantas cuadras de aquel parque.

Quería saber quién era esa chica y porque la protegía un demonio, no era que se muriera de ganas de volver a ver a aquella niña.

Deberías sacarte los ojos Rashid mira que ver a esa niña como si se tratará de una mujer además no puedes cometer el mismo error dos veces ella es una humana y ya sabes lo que ocurrirá después si se vuelve a cruzar en tu camino.

Dejaremos que descanses un momento mi amor dijo Liz mientras le daba un beso en la frente a su hija, los adultos necesitaban hablar de muchas cosas que ella no entendería por el momento.

Si mamá estoy bien no te preocupes.

Nibirus había regresado a la pediatra a su casa al ver que Gabriela estaba en perfectas condiciones así que la recostó en su cama simulando que había tenido una pesadilla.

Gabriela tomó su tableta para ver la imagen que había compartido hace unos minutos para ver una vez más el rostro de Rashid.

Rashid pudo verla desde el tejado de la casa contigua sintió un extrañó hormigueo en todo el cuerpo al ver la forma en la que esa niña veía su imagen en aquella pantalla.

¡Eres un maldito degenerado Rashid!