Victoria Casani es una chica de 24 años con poca vida social, su día a día se basa en ir a la universidad y forjar su carrera a base de esfuerzo y dedicación, ella sueña con ser arquitecta, ella vive con sus padres Carmen que es de Asendencia Mexicana y Lorenzo que es Italiano, también con su hermano mayor Gabriele, viven en la hermosa ciudad de Florencia- Italia.
Leonard Loannou tiene 38 años, es un excelente decano de diseño arquitectónico y hace poco se unió a (Università degli Studi di Firenze, UNIFI) en Florencia, el es de origen Griego, pero decidió mudarse a este nuevo país, ya que le llegó una excelente oferta de esta universidad, a la que por mucho tiempo estuvo aplicando, pero hasta hace unas semanas se le dió la oportunidad gracias a su excelente perfil profesional.
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CAPITULO 20
Hija, ya nos estás asustando -- mi madre me miraba un poco asustada.
- Lo siento mucho, es que no se cómo decirles esto -- estaba a punto de perder la conciencia -- ¿Recuerdan a Paolo?-- pregunté y ambos asintieron a la vez, mi hermano solo permanecía en silencio.
- ¿que pasa con el?-- mi padre comenzaba a desesperarse.
- El día de la fiesta, a la que ustedes no me querían dejar ir y yo insistí tanto, que terminaron por ceder, el....el...-- mi padre me interrumpió.
- El que, el que, me va a dar algo si no hablas de una vez -- puso su mano en el pecho, mi hermano se acercó a el y lo tomó de la mano.
- El abuso de mi...-- mi madre tapó su boca con la mano y sus lágrimas comenzaron a caer-- pero no lo hizo solo, dos de sus amigos estaban ahí cuando desperté -- agaché la cabeza, no era capaz de verlos a los ojos.
- ¿te drogaron?-- yo asentí -- ¿pero porque nunca nos contaste?, mi niña, has sufrido en silencio -- comentó mi madre mientras se acercaba a abrazarme.
- Yo lo sabía -- habló mi hermano, sacando a mi padre del letargo en el que había entrado.
- ¡y por qué no nos dijiste! -- gritó muy enojado.
- Papá, yo le pedí a Gabriele que no dijera nada, el siempre ha estado conmigo, no seas injusto con el, gritame y échame la culpa a mi, la única culpable aquí soy yo-- hablaba en medio del llanto.
- Y ese mal nacido, ¿en qué cárcel está?-- preguntó mi papá.
- Está libre, sus padres tienen mucho dinero, el y sus amigos siguen libres por qué desestimaron el caso, dijeron que no había suficientes pruebas y que no habían testigos.... Mamá, papá, perdónemen, no les hice caso, yo debi haberlos escuchado, perdón, perdón -- me arrodillé ante ellos, los tomé de las manos.
- No mi niña, no tienes por qué pedirnos perdón, ese infeliz es un degenerado, tu confiabas en el y nosotros debimos tomar más en serio tus cambios, ser más insistentes, solo pensamos que era una etapa nada más, no estuvimos para ti en tu peor momento... Pero te prometo que esto no se va a quedar así --- mi madre habló con determinación mientras secaba sus lágrimas, luego tomó la mano de mi padre-- Vamos a hacerlos pagar -- mi padre asintió ante las palabras de mi madre.
-Si, voy a ir hasta las últimas consecuencias --
- papá, ya pasaron 2 años, quizás las pruebas y las muestras que me realizaron, ya las habrán destruido, aunque no he estado con nadie más, no se cómo podríamos comprobar que esa única vez fue producto de una violación -- comenté.
- Debemos intentarlo, tu nos vas a decir a qué hospital te llevaron, y dónde te realizaron las pruebas --
- papá, yo te diré dónde, no se si Victoria recuerde todo de ese día, estaba en shock, yo fui el que me encargué de llevarla donde me indicaba la policía -- mi hermano le dijo a mi padre.
- Entonces vamos, no podemos perder más tiempo -- mi papá se puso de pie, tomó el suéter y las llaves de su auto, el y mi hermano salieron de casa.
Mi madre se quedó en silencio, yo me acosté en el sofá y puse mi cabeza sobre su regazo, ella comenzó a acariciar mi cabello mientras tarareaba una canción que me cantaba cuando era bebé, sin darme cuenta cerré mis ojos y me quedé profundamente dormida.
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Pasaron varias horas, me despertó el ruido de la puerta abriéndose, mi padre y mi hermano habian regresado, yo me acomodé en el sofá, la expresión de mi padre era indescifrable, el se sentó frente a nosotras, mi hermano hizo lo mismo.
-¿Cómo les fue?-- preguntó mi mamá.
- logramos reabrir el caso-- dijo brevemente mi papá.
- ¿Así nada más?-- es increíble lo fácil que lo hicieron.
- Obviamente no, mi padre tuvo que hacer uso de algunos contactos, gracias a eso lo reabrieron-- comentó mi hermano.
- ¿Contactos?-- preguntó mi madre.
- Si, mi papá, sabes bien que el tiene muchos amigos, hizo un par de llamadas y nos dieron las buenas noticias -- dijo.
- ¿volviste a hablar con tu padre?-- mi madre preguntó, se que no tenemos contacto con el abuelo, pero desconocemos el por qué.
- Por mis hijos soy capaz de hacer pacto hasta con el mismisimo diablo-- comentó mi padre.
-¿y qué pidió a cambio?-- mi madre seguía tratando de conseguir más información.
- Quiere que vayamos a verlos-- dijo y mi mamá se levantó del sofá y se fue a la cocina, mi padre se puso de pie y fue tras ella.
- ¡Pssst!-- mi hermano me volteo a ver.
- ¿Sabes que es lo que está pasando? no estoy entendiendo nada -- comenté y mi hermano levantó sus hombros.
- Somos dos, yo también estoy confundido, hay algo que nunca nos han dicho, incluso llegué a pensar que el abuelo ya había fallecido -- yo asentí, mi papá nunca nos ha hablado de sus padres, solo conocemos a nuestros abuelos por parte de mi mamá.
Minutos después regresaron a la sala, mi mamá tenía sus ojos enrojecidos, era más que obvio que estuvo llorando.
- Lo siento por irme así, hay cosas que ustedes no saben y es mejor que eso continúe asi-- enfatizó mi mamá.
- Si, su mamá tiene razón, hay cosas que es mejor dejarlas como están--
- Lo siento, por mi culpa tuvieron que recurrir a mi abuelo, lo siento mamá -- dije y ella me tomó de la mano.
- No te preocupes hija, tu papá hizo lo que tenía que hacer, y si ese señor tiene el poder y los medios para ayudar, yo apoyo la decisión que tomó tu padre, ustedes son más importantes que nuestro orgullo y dignidad--
- Ustedes nunca van a perder la dignidad, al contrario, nos están demostrando algo mucho mejor y es su valor y amor por nosotros -- recalcó Gabriele y yo apoyé su comentario, no pudimos tener mejores padres que ellos.
- Gracias, ustedes son los mejores y siempre deben andar con la frente en alto-- mi madre sonrió con melancolía al escuchar nuestras palabras-- volviendo al tema de lo sucedido, aún no les he comentado algo más -- agaché la cabeza.
-¿hay mas?-- preguntó mi papá.
- Paolo lleva días amenazándome para que nos veamos-- dije-- al parecer el tomó unas fotos y videos de lo que me hicieron, dijo que se los iba a enviar para que ustedes vieran la clase de hija que tienen --
- deja que lo envíe, no las vamos a ver, no te preocupes, pero ese material nos puede servir muchísimo -- no esperaba esa respuesta de mi papá.
- tu papá tiene razón-- mi mamá apoyo sus palabras.
- El insiste en que nos veamos, realmente no quiero, pero ahora que ustedes saben todo, lo voy a seguir ignorando y que cumpla con su amenaza-- dije y mi hermano asintió.
- Aquí vamos a estar para ti ¿lo sabes verdad?-- Gabriele me preguntó.
- si, lo sé, y gracias, fui muy injusta por no contarles desde un principio, pero no quería verlos sufrir, pensé que podría manejarlo y me equivoqué-- ellos se acercaron y nos abrazamos.