La venganza sería la manifestación de la emoción pura, mientras que el castigo lo sería de la razón pura. Después de la muerte de su padre a manos de un líder terrorista, nuestra fénix como es llamada Cristin en la agencia de seguridad nacional. Busca el castigo para el asesino de su padre, así logra que él atente contra su vida, en ese despiadado acto Cristin pierde a su única hija, llevándola ha perder el camino. Pero al igual que el fénix, resurgirá de las cenizas para buscar justicia por el amor que le fue arrebatado. Zaid era un pequeño que vivía en la calle, adoptado por Yassir el enemigo de Cristin nuestra agente que sigue sus pasos, pero su verdadero nombre era Gael. en cierto momento queda dividido entre proteger al fénix o proteger al que ha sido su salvador y su padre toda su vida. El amor no siempre es sencillo, o leal, o romántico, también sabe ser amargo y doloroso. Podrán Zaid y Cristin sanar sus heridas, para poder tener un futuro distinto al que les fue impuesto.
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Capítulo 7
Zaid estaba acostado en su cama, no podía dormir. Pensaba en la reunión con Aleksei, sobre todo en el tema central de su conversación, que era liberar a Mendoza. Él era parte importante de la organización, aunque Zaid había pensado silenciarlo ya que ese era el pacto entre ellos dos. Aleksei decidió que debían sacarlo de prisión, tenían comprado al juez que llevaría la audiencia sin duda lo dejaría en libertad.
También le había dicho que habría un nuevo líder en la mafia rusa, y que buscaban un nuevo líder para la mafia de Milán. Aunque el líder tenía hijos, ninguno entraría a ese negocio. Tampoco querían elegir a quien sea, por seguridad de ellos mismos. Sabía que se referían a Daniel Velásquez o a cualquiera de sus aliados, en cuanto a no confiar en quien fuera.
Pero en realidad lo que no podía arrancar de su mente era a la hermosa Marina, tal vez no era amor pero ella lo había hechizado, aún no entendía porque le dijo su verdadero nombre y precisamente a ella, se supone que solo su padre y su madre adoptivos lo sabían, y ahora Marina. Pasaron dos días después de su encuentro, pero no pudo resistir la tentación. Así que solicitó ayuda a Aleksei para encontrarla, la agencia de servicio le dio sus datos.
Zaid fue hasta la dirección donde estaba registrada, llegó afuera del edificio donde ella vivía. Estaba pacientemente esperando, quería volver a verla, si no detenía su ansiedad no podría irse tranquilo. A lo lejos pudo observar que ella estaba corriendo al rededor del parque, se veía tan distinta pero igual de maravillosa.
Abdul pudo ver como su jefe y mejor amigo cruzaba la calle para alcanzarla, simplemente no podía creerlo, Zaid corriendo detrás de una mujer. Lo que supuestamente quería que se volviera un encuentro casual terminó en un tipo de acoso, pero Abdul lo disfrutaba.
Cristin estaba concentrada corriendo, con sus audífonos puestos a la vez pensaba en la última misión. Había sido un fracaso total, pero Arlet esperaba otras indicaciones en Israel, mientras Cristin la esperaría en Milán el tiempo que fuera necesario para continuar su misión.
—Marina!.—la llamaba Zaid pero ella simplemente lo ignoraba, obvio ese no era su nombre así que no iba a responderle, la pudo alcanzar pero al sujetarla del brazo, ella simplemente lo golpeó. Zaid cayó al piso sorprendido con su respuesta y con la fuerza de su golpe.
—Levántate, ¿qué pretendes?.—preguntó Cristin en modo de ataque.
—Tranquila, ¿acaso no te acuerdas de mi?.—preguntó Zaid mientras se levantaba del piso.
—No, no te recuerdo.—respondió Cristin
—Soy Gael, nos conocimos en la galería la otra noche. No fue mi intención asustarte, pero para ser honesto que buen golpe.—decía Zaid mientras sacudía su ropa y acomodaba su mandíbula.
—Lo lamento pero en verdad no te recuerdo, te ofrezco una disculpa.—dijo Cristin
—No hay problema, lo cierto es que quería volver a verte.—dijo Zaid
—Bien ya me viste, ahora me tengo que ir.—respondió Cristin y continuó su carrera, Zaid también corrió tras de ella.—¿por qué me sigues?.—preguntó Cristin sin dejar de correr
—Acabas de golpearme, me derribaste haciéndome probar el polvo, te disculpas superficialmente y simplemente te vas.—le reprochaba Zaid
—Sea lo que estés tramando, no estoy interesada. Es un delito acosar a alguien, en cuanto al golpe lo siento una vez más, pero lo tienes ganado. No puedes ir por la vida sorprendiendo a las personas.—explicaba Cristin
—No trato de acosarte, es que no puedo dejar de pensar en ti. Eres muy bella, pero hay algo en tu mirada que se quedó en mi, sabía que estabas apunto de enfrentarte a Daniel y al parecer le hubieras ganado, ya que es un cobarde. Puedes detenerte un momento, ya sude mi camisa.—dijo Zaid mientras trataba de seguirle el paso
—De acuerdo di lo que tengas que decir.—dijo Cristin mientras se frenaba en su carrera
—Sal conmigo, déjame conocerte.—dijo Zaid
—No salgo con nadie, lo siento. Te agradeceré que cualquier cosa que estés pensando la descartes de inmediato. ¿Como me dijiste que te llamabas?.—preguntó Cristin
—Gael.—respondió
—Bien, Gael no saldré contigo ni ahora, ni nunca. Así que sigue tu camino, de verdad lamento que te hayas cansado en vano.—dijo Cristin y siguió corriendo
—No me voy a rendir!.—le gritó la advertencia Zaid
Cristin siguió corriendo sin voltear a verlo, ella no confiaba en los hombres. Tenía los recuerdos más amargos gracias al papá de su hija, sabía que el diablo se vestía siempre de las mejores intenciones, antes de atacar.
Zaid volvió a su camioneta Abdul estaba muerto de risa, también el chofer. No podían creer todo lo que habían visto en minutos.
—A veces se gana, y a veces se pierde.—dijo Zaid mientras se acercaba a ellos y se quitaba la corbata
—Realmente ella es diferente a todas las mujeres con las que te involucras, nunca te había visto ser derribado por un mujer y de un solo movimiento, ¿estás seguro que es una simple mujer?.—preguntó Abdul burlándose
—Simple o no, ella me atrae. No entiendo ¿por qué? Algo en su mirada me hace sentir completo, su sola presencia me hace sentir tranquilo. Por eso la invité a salir, quiero saber qué es eso en su mirada, que me hace estremecer.—respondió Zaid
—Por lo pronto debemos cambiar tu camisa, Aleksei solicitó una reunión en tu casa lo antes posible.—decía Abdul
—Bien vayamos a casa, llama a Zeus y dile que se mantenga aquí día y noche vigilando a la señorita Marina. Que me informe todo lo que hace, dije todo.—daba la orden Zaid
—Como tu órdenes Zaid.—respondió Abdul
Más tarde volvió Cristin al departamento, tomó una ducha. Agarró un libro y se sentó en el balcón para leer, Zeus tomó una fotografía para enviársela al jefe. Zaid estaba con Aleksei cuando su celular le notificó un mensaje, al abrirlo pudo observar la fotografía de Marina en el balcón solo usando una camisa, con su libro en mano. Se veía realmente sensual, tenía unas bellas piernas. Abdul pensó que solo era un capricho, pero el destino le tenía una sorpresa preparada a ambos.
si así está escrita está noveltonn, como será en la vida real, debe ser uff más horrible aún