"En el silencio de una boda forzada, un corazón late con miedo y desesperanza. La novia, con un vestido blanco que contrasta con su alma oscura, se siente atrapada en una vida que no eligió. Su mirada seria esconde un secreto, un dolor que la consume por dentro. ¿Podrá encontrar la fuerza para liberarse de las cadenas que la atan, o permanecerá atrapada para siempre en este matrimonio sin amor?"
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capitulo 6 NO HAY SALIDA
Carlos: Rafael, necesito tu ayuda para solucionar este problema con Leonardo.
Rafael: ¿Qué problema?
Carlos: Quiere que mi hija se case con él para saldar una deuda.
Rafael: Leonardo es un hombre peligroso, Carlos. Es el jefe de la mafia italiana acá en Nápoles y tiene negocios oscuros en toda la ciudad.
Carlos: ¿Qué tipo de negocios?
Rafael:
Tráfico de drogas, armas, extorsión... No es alguien con quien se pueda jugar.
Carlos: ¿No hay nada que puedas hacer?
Rafael: No, Carlos. Mi consejo es que dejes las cosas como están y no te metas en problemas. Leonardo no es alguien que se detenga ante nada para conseguir lo que quiere.
Carlos: ¿Y si no acepto su propuesta?
Rafael: Entonces, te aseguro que te arrepentirás. Leonardo tiene contactos en todos los niveles de la ciudad y no dudará en usarlos para destruirte.
Carlos: ¿Y no hay nadie que pueda detenerlo?
Rafael: No, Carlos. Leonardo es intocable. Mi consejo es que te mantengas alejado de él y dejes que las cosas sigan su curso.
Rafael se levanta y se va, dejando a Carlos con la sensación de que no tiene salida.
Esa misma tarde Carlos decide ir a hablar con Leonardo.
Carlos: Necesito hablar con Leonardo.
Gabriel: Padre, no creo que sea una buena idea.
Carlos: Necesito intentarlo. (sale de la habitación y se dirige a la oficina de Leonardo)
Carlos: (entrando en la oficina de Leonardo) Leonardo, necesito hablar contigo.
Leonardo: Ah, señor Carlos. ¿Qué puedo hacer por usted?
Carlos:Quisiera pedirle un poco más de tiempo para pagar la deuda de mi hijo.
Leonardo: Lo siento, señor Carlos. No hay más tiempo. La deuda debe ser pagada ahora.
Carlos: Pero no tengo el dinero. Por favor, dame más tiempo.
Leonardo: Hay una manera de pagar la deuda, Carlos. (se inclina hacia adelante) Deja que Sofía se case conmigo.
Carlos: ¡No! ¡Eso no es una opción!
Leonardo: Entonces, no hay nada más que hablar. La deuda debe ser pagada, y la única manera es con el matrimonio de Sofía conmigo.
Carlos: ¡No aceptaré eso! ¡Haré cualquier cosa para evitarlo!
Leonardo: Lo dudo, Carlos. (se reclina en su silla) La deuda será pagada, de una forma u otra, claro que tal vez si me dejan hablar con la chica y le digo que clase de familia tiene, tal vez ella si quiera casarse conmigo, ¿no lo cree?
Carlos: ¡No te saldrás con la tuya, Leonardo! ¡Haré todo lo posible para proteger a mi hija!
Leonardo: ¿Y cómo piensas hacerlo, Carlos? ¿Tienes el dinero para pagar la deuda? ¿Tienes el poder para detenerme?
Carlos: ¡No necesito dinero ni poder para detener a un hombre como tú!
Leonardo: ¡Ah, pero sí que lo necesitas, Carlos! ¡Y no los tienes! (se inclina hacia adelante) Así que, ¿qué vas a hacer? ¿Vas a dejar que tu hija se case conmigo y saldes la deuda, o vas a intentar algo estúpido y arriesgar todo?
Carlos: ¡No te saldrás con la tuya!
Leonardo:
¡Ya veremos! (hace un gesto a uno de sus hombres, que se acerca a Carlos) Creo que es hora de que te vayas, Carlos. (el hombre de Leonardo agarra a Carlos y lo saca de la oficina)
Carlos: ¡Esto no ha terminado, Leonardo! ¡No te saldrás con la tuya!
(Leonardo se ríe mientras Carlos es sacado de la oficina)
