Es un libro sobre un romance entre dos jovenes universitarios, Nyx Frost y Jasper Brooks. Nyx es fría y distante, mientras que Jasper es cariñoso y comprensivo. La historia se centra en cómo Jasper se involucra en el oscuro mundo de Nyx, afectando su relación con sus seres queridos y explorando temas de manipulación y relaciones tóxicas.
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Capitulo 6: Ecos en la Oscuridad
...Jasper Brooks...
Llegué a casa hace más de dos horas y lo único que hice fue recostarme en mi cama, con la mirada fija en el techo de mi habitación, mientras mis pensamientos vagaban lejos, enredados en los eventos de la noche, y la madrugada. La escena en la cabaña se repetía una y otra vez en mi mente: los ojos suplicantes de Luke, el brillo del cuchillo en manos de Nyx, y la frialdad implacable en su mirada. Intentaba comprender qué era lo que me había empujado a seguirla, a querer adentrarme en su mundo.
El silencio de mi habitación contrastaba brutalmente con el caos de mis pensamientos. Cada vez que cerraba los ojos, veía la sangre, sentía el poder y la calma de Nyx mientras asesinaba a Luke. Era como si una parte de mí se hubiera despertado, una parte que había estado dormida, esperando ser llamada a la acción.
El miedo y la fascinación se entrelazaban dentro de mí. Había algo en la brutal honestidad de Nyx, en su rechazo a las normas y moralidades comunes, que me atraía. ¿Era eso lo que siempre había buscado? ¿Una verdad sin adornos, una libertad sin restricciones?
Mis padres dormían en la habitación contigua, ajenos a la tormenta que se desataba en mi interior. Me pregunté cómo reaccionarían si supieran dónde había estado y con quién. ¿Podrían siquiera comenzar a comprender? La fachada de estudiante modelo que mantenía para ellos parecía ahora una broma cruel.
El peso de mis decisiones empezaba a hacerse sentir, pero junto a ese peso, había una creciente determinación. Necesitaba entender a Nyx, comprender su mundo, y en el proceso, quizá encontrarme a mí mismo. Tal vez siempre había existido una oscuridad en mi interior, esperando ser descubierta.
Las primeras luces del amanecer comenzaban a filtrarse por las cortinas, marcando el final de una noche que había cambiado todo. Sabía que seguiría a Nyx nuevamente, que me adentraría más en su abismo. Había cruzado una línea y no había vuelta atrás. Y mientras miraba el techo, comprendí que este era solo el comienzo de un viaje que prometía ser tan peligroso como revelador.
Bajé a la cocina por un poco de agua. Estaba muy cansado; no pude dormir en toda la noche por pensar en todo lo que había sucedido. Al salir, vi a mis padres sentados en el comedor con una mirada de preocupación. El aroma del café recién hecho llenaba el aire, pero lejos de calmarme, solo intensificaba mi ansiedad.
—¿Sucede algo? —pregunté curioso, intentando sonar despreocupado.
Mis padres me miraron de una manera que no puedo describir, era como si buscaran algo.
—¿Qué hacen despiertos tan temprano? —volví a preguntar al ver que no respondían. Mi voz sonó más tensa de lo que pretendía.
—Nos acaban de avisar que apareció el cuerpo de Luke. Está muerto —dijo mi madre, su voz temblando ligeramente.
El simple hecho de que mi madre dijera esas palabras hizo que me helara la sangre. El nerviosismo comenzó a hacerse presente en mí. ¿Cómo se dieron cuenta tan rápido? Mi padre pareció darse cuenta de mi preocupación y habló.
—Jasper, no quiero desconfiar de ti, pero nos avisaron que eres el principal sospechoso. Así que tengo que preguntarte, ¿tú asesinaste a Luke? ¿Sabes algo?
Mi cabeza comenzó a dar vueltas. Me faltaba el aire. Era obvio que me iban a descubrir; averiguarían todo y todo se iría al carajo. Pero recordé las palabras de Nyx: "Probablemente te pregunten si sabes algo. Tú simplemente niégalo. No digas nada sospechoso. Actúa con normalidad". Recordar esas palabras fueron suficientes para poder tranquilizarme un momento y finalmente responder.
—¿Qué dices? —mi voz salió más firme de lo que esperaba, una mezcla de incredulidad y ofensa.
—Hijo, sé que esto suena raro, pero...
—¿Pero qué? ¿Están diciendo que creen que tienen a un hijo asesino? ¿Creen que yo lo maté? —dije interrumpiéndolo, elevando la voz.
—No es eso, hijo. Todos piensan que tuviste algo que ver. Todos fueron avisados y tus compañeros dijeron que tú habías atacado a Luke y te veías muy molesto, así que nosotros...
—Ustedes decidieron creerles, ¿es eso, no? No puedo creer que mis padres duden de mí. ¿Cómo pueden siquiera pensar que yo le hice algo a Luke? Díganme —grité, muy molesto con mis padres. La rabia se mezclaba con el miedo, y sentía que estaba a punto de perder el control.
—Jasper, tranquilízate. Vendrán a hacerte unas preguntas. La investigación inició, no tardarán en venir —dijo mi madre, su voz un susurro suplicante.
—¡Perfecto! Ahora me van a tratar como el asesino —dije y di la vuelta para ir a mi habitación, mi corazón latiendo descontroladamente.
Al entrar a mi habitación, rápidamente tomé mi teléfono y le hice una llamada a Nyx. Tardó en contestar, pero finalmente lo hizo.
—¿Qué quieres, Jasper? Déjame dormir.
—Ya lo encontraron —dije rápidamente —Mis padres dicen que soy sospechoso por la pelea que tuve con él. Me van a arrestar. Dime, Nyx, ¿qué debo hacer? Estoy muy jodido.
—Lo primero que debes hacer es tranquilizarte. Te van a hacer muchas preguntas. Niégalo todo, di una parte de la verdad, no digas todo.
—¿Y si encuentran mis huellas en él? Sabrán que tuve algo que ver —dije muy desesperado.
—Jasper, tranquilo. ¿Me crees estúpida? Es obvio que por eso utilizamos guantes. Tú solo me ayudaste a mover el cuerpo. Tranquilízate.
Su voz, tan calmada y fría, me daba un extraño consuelo. Respiré hondo, tratando de calmar mis nervios. Tenía que seguir su consejo.
Me dejé caer en la cama, sintiendo el peso del mundo sobre mis hombros mientras seguía sosteniendo el teléfono.
—Nyx, no sé si puedo hacerlo. Mis padres... nunca me habían mirado así —dije, la desesperación se filtraba en mi voz.
Nyx suspiró al otro lado de la línea, su tono seguía siendo inexpresivo y distante.
—Escucha, Jasper. Esto es solo el comienzo. Si no mantienes la calma, vas a hundirte. Tienes que actuar como si nada hubiera pasado. ¿Entiendes?
Apreté los puños, sintiendo la frustración y el miedo mezclarse en mi interior.
—¿Y si no puedo? ¿Y si me descubren? No soy como tú, Nyx. No tengo tu... frialdad.
—Tienes más de lo que crees, Jasper. Lo vi en ti anoche. Esa oscuridad... está ahí. Solo tienes que dejarla salir. —Nyx hizo una pausa, y por primera vez, su voz se suavizó un poco —Confía en mí. Hemos llegado demasiado lejos para que te derrumbes ahora.
Cerré los ojos, tratando de encontrar la fuerza que Nyx parecía ver en mí. La frialdad en su tono me recordó la escena en la cabaña, la precisión y la calma con la que había manejado todo. ¿Podría yo realmente ser así?
—Está bien, lo intentaré. Pero, ¿qué pasa si...?
—No hay "si". Solo actúa con normalidad. No dejes que te vean dudar ni un segundo. Y recuerda, no estás solo en esto. Yo estoy contigo.
La determinación en la voz de Nyx me dio una pequeña chispa de confianza. Me levanté de la cama, caminando de un lado a otro en mi habitación.
—¿Qué hago cuando lleguen? -pregunté, necesitando saber cada paso a seguir.
—Responde a sus preguntas, pero no les des más de lo necesario. Mantente en calma. Y sobre todo, no dejes que te intimiden. Eres inocente, ¿entiendes?
—Sí... entiendo. —Respiré hondo, intentando calmar el temblor en mis manos.
—Buena suerte, Jasper. Recuerda, esto solo nos hace más fuertes. —La llamada se cortó, dejándome con mis pensamientos.
Me senté en el borde de la cama, tratando de procesar lo que acababa de pasar. Tenía que mantener la calma, tenía que ser fuerte. Me miré en el espejo de mi habitación, viendo el reflejo de un joven que apenas reconocía. ¿Era este el camino que realmente quería seguir?
Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos. Mi madre asomó la cabeza, sus ojos aún llenos de preocupación.
—Jasper, están aquí. La policía quiere hablar contigo.
Asentí, levantándome y dirigiéndome hacia la puerta. Al pasar junto a mi madre, le di una sonrisa tranquilizadora, aunque mi interior estuviera en completo caos.
—Todo va a estar bien, mamá. No hice nada malo.
Caminé hacia el comedor, donde dos oficiales de policía esperaban. Este era el momento de la verdad. Y tenía que asegurarme de que la verdad que ellos creyeran, fuera la mía.
Me dirigí hacia el comedor, sintiendo cada paso como si fuera el último antes de un precipicio. Los oficiales estaban ahí, esperándome con una mezcla de profesionalismo y sospecha en sus rostros. Tragué saliva, recordando las palabras de Nyx: "No dejes que te vean dudar ni un segundo".
—¿Jasper Brooks? —preguntó uno de los oficiales, alto y con una expresión severa.
Asentí, intentando mantener la compostura.
—Sí, soy yo. ¿Cómo puedo ayudarles?
—Somos los oficiales Johnson y Ramirez. Necesitamos hacerte algunas preguntas sobre Luke. ¿Podemos sentarnos?
Asentí de nuevo y nos dirigimos a la mesa del comedor. Mis padres se quedaron de pie a un lado, observando con preocupación. Intenté ignorarlos y me concentré en los oficiales.
—Jasper, ¿puedes decirnos dónde estuviste anoche? —preguntó el oficial Johnson, su mirada fija en la mía.
Respiré hondo antes de responder, intentando sonar lo más natural posible.
—Estuve estudiando en la biblioteca de la universidad hasta tarde. Luego caminé de vuelta a casa y me fui a dormir. Mis padres pueden confirmarlo.
El oficial Ramirez anotó algo en su libreta.
—¿Tuviste algún tipo de problema con Luke últimamente? -preguntó, sin levantar la vista de sus notas.
Mi corazón latía con fuerza, pero recordé las palabras de Nyx. Negué con la cabeza.
—Tuvimos una discusión hace unos días, pero nada serio. Solo diferencias de opinión. No pensé que fuera gran cosa.
—Algunos de tus compañeros mencionaron que te vieron muy molesto con él. ¿Puedes explicarnos eso? —insistió Johnson.
—Fue solo una discusión tonta —respondí, intentando sonar despreocupado —Nos molestamos, pero no era nada grave. No tenía motivos para hacerle daño.
Johnson me miró fijamente, evaluando cada palabra. Sentía que me estaba escudriñando el alma, pero me mantuve firme.
—¿Y puedes decirnos por qué eres el principal sospechoso? —preguntó finalmente, su tono más suave, pero aún cargado de sospecha.
Negué con la cabeza, fingiendo sorpresa y confusión.
—No lo entiendo. No sé por qué alguien diría eso. Yo... no le haría daño a Luke. No tenía motivos para hacerlo.
Hubo un momento de silencio incómodo. Pude sentir la tensión en el aire, casi palpable. Los oficiales intercambiaron una mirada antes de cerrar sus libretas.
—Gracias por tu cooperación, Jasper -dijo Johnson, levantándose-. Seguiremos investigando. Por favor, no te alejes de la ciudad y mantente disponible para más preguntas.
Asentí, sintiendo un leve alivio al verlos dirigirse hacia la puerta. Mis padres no dijeron nada, pero sus miradas de preocupación seguían clavadas en mí. Cuando los oficiales finalmente se fueron, solté un suspiro que no sabía que había estado conteniendo.
—Jasper... —empezó mi madre, su voz temblando —¿De verdad no sabes nada sobre lo que le pasó a Luke?
La miré a los ojos, intentando parecer lo más sincero posible.
—No, mamá. No sé nada.
Me dirigí a mi habitación, cerrando la puerta tras de mí. Mi mente seguía en un torbellino, pero había una cosa clara: había superado el primer obstáculo. Ahora, tenía que mantenerme firme y seguir adelante, tal como Nyx me había dicho. La oscuridad dentro de mí se estaba fortaleciendo, y no había vuelta atrás.
Una semana después, me dirigí al campus con la misma rutina de siempre,aunque nada en mi vida se sentía normal. Cada paso se sentía pesado, cada mirada que recibía de mis compañeros me hacía preguntarme si sabían más de lo que decían. Al llegar, vi a Zack esperando cerca de la entrada principal. Su rostro reflejaba una mezcla de preocupación y enfado.
—Jasper, ¿podemos hablar? —dijo, su voz tensa.
—Claro, Zack. ¿Qué pasa? —respondí, tratando de sonar casual.
Zack me agarró del brazo y me llevó a un rincón apartado, lejos de las miradas curiosas de otros estudiantes.
—¿Qué pasa?
—¡Eso es lo que quiero saber yo! —exclamó —No he sabido nada de ti desde la pelea con Luke. Luego me entero de que él... —hizo una pausa, bajando la voz —Está muerto, Jasper. Y tú eres el principal sospechoso. ¿Qué demonios está pasando?
Respiré hondo, tratando de mantener la calma. Nyx me había dicho que mantuviera mi historia coherente, y eso es lo que haría.
—Zack, no tiene nada que ver conmigo. La pelea con Luke fue una estupidez, solo palabras. No tuve nada que ver con su muerte.
Zack me miró, sus ojos buscando alguna señal de verdad o mentira en los míos.
—¿Por qué no me dijiste nada? Somos mejores amigos, Jasper. Podrías haber confiado en mí.
—No quería preocuparte. Todo esto ha sido una locura. La policía vino a mi casa, me interrogaron... ha sido un infierno. —Zack suspiró, pasando una mano por su cabello.
—Sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? Si hay algo que no me estás diciendo, ahora es el momento. Te ayudaré, pero necesito saber la verdad.
Sentí una punzada de culpa, pero recordé la determinación de Nyx y la necesidad de protegerme.
—Zack, te lo juro, no sé quién hizo esto. La policía solo me está presionando porque tuvimos una pelea. Pero yo no lo maté.
Zack asintió lentamente, aunque su expresión seguía siendo escéptica.
—Está bien. Pero ten cuidado, Jasper. No quiero perder a otro amigo.
Nos quedamos en silencio por un momento, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Finalmente, Zack rompió el silencio.
—Entonces, ¿qué vas a hacer ahora?
—Seguir con mi vida —respondí, intentando sonar más seguro de lo que me sentía. —No puedo dejar que esto me detenga. Tengo que seguir adelante, y demostrar mi inocencia.
Zack me dio una palmada en el hombro —Bien, pero si necesitas algo, lo que sea, llámame. Estoy aquí para ti, hermano.
Le agradecí y nos dirigimos a nuestras respectivas clases. Mientras caminaba, mi mente seguía dando vueltas. La conversación con Zack había sido un recordatorio de lo frágil que era mi situación. Tenía que mantenerme alerta y asegurarme de que nadie, ni siquiera Zack, sospechara de la verdad.
Al final del día, me encontré pensando en Nyx y en cómo su presencia se había convertido en una constante en mi vida, a pesar de la oscuridad que traía consigo. Estaba claro que, para mantenerme a salvo y seguir adelante, necesitaría toda la fuerza y la astucia que Nyx veía en mí.
El reloj marcaba media noche cuando me deslicé fuera de la cama. La habitación estaba en silencio absoluto, y la luz de la luna filtraba sombras sutiles a través de las cortinas. Me vestí rápidamente con ropa oscura y tomé una mochila pequeña que había preparado con lo esencial. Sabía que esta noche sería crucial.
Me dirigí a la ventana, abriéndola con cuidado para no hacer ruido. El jardín debajo estaba sumido en una penumbra tranquila, y el aire fresco de la noche me envolvió al asomarme. La casa estaba silenciosa, mis padres dormían profundamente, ajenos a lo que estaba a punto de hacer.
Con un nudo en el estómago y el corazón latiendo aceleradamente, me bajé del alféizar de la ventana y aterricé suavemente en el césped. Miré alrededor para asegurarme de que no había movimientos sospechosos y luego comencé a caminar hacia el bosque, que se extendía más allá del borde del jardín.
Cada paso me alejaba de la seguridad de mi hogar y me adentraba en el misterio de la noche. El bosque se erguía imponente ante mí, sus sombras profundas y susurros tranquilos prometiendo tanto ocultación como revelación. La cita con Nyx era un secreto que no podía permitirme ignorar, y su llamada había desatado una mezcla de ansiedad y anticipación en mi interior.
A medida que me acercaba al bosque, el aroma a tierra húmeda y hojas secas se intensificaba. El sendero estaba cubierto de una capa de niebla ligera que se disipaba bajo el resplandor de la luna. El sonido de las ramas crujientes bajo mis pies era el único ruido que rompía el silencio, y me movía con cuidado para no hacer más ruido del necesario.
Finalmente, llegué al claro donde Nyx había dicho que nos encontraríamos. La luz de la luna iluminaba el área, revelando un paisaje familiar pero transformado por la oscuridad de la noche. Me detuve en el borde del claro, mirando hacia el centro donde Nyx estaba de pie, inmóvil como una sombra.
Nyx estaba vestida completamente de negro, su presencia casi etérea bajo la luz tenue de la luna. Sus ojos brillaban con un destello de frialdad y determinación mientras me observaba acercarme. No había ningún saludo cálido ni palabras de bienvenida; solo una mirada que me hizo sentir tanto intriga como inquietud.
—Jasper —dijo Nyx, su voz suave pero firme, como el susurro del viento entre las hojas —Has llegado.
—Sí —respondí, intentando mantener la calma a pesar de la tensión palpable en el aire —Estoy aquí.
Nyx dio un paso hacia mí, sus movimientos gráciles y precisos, como si cada gesto estuviera calculado. Se detuvo a una distancia que me permitió sentir la intensidad de su presencia sin que la cercanía fuera abrumadora.
—Necesitamos hablar —dijo Nyx, su voz casi un susurro, aunque no había necesidad de que lo fuera. El bosque parecía escucharnos, la tranquilidad de la noche rodeándonos como una manta.
—¿Qué sucede? —pregunté, el nudo en mi estómago apretándose.
Nyx comenzó a caminar lentamente alrededor del claro, su mirada fija en el suelo mientras hablaba.
—La situación está empeorando. La policía está más cerca de lo que creemos. Y las sospechas sobre ti están creciendo.
La presión en mi pecho aumentó. Había sentido que las cosas se estaban poniendo más difíciles, pero escucharla tan claramente hizo que la realidad se volviera aún más concreta.
—¿Qué debemos hacer? —pregunté, con una mezcla de desesperación y determinación en mi voz.
Nyx se detuvo y me miró directamente a los ojos, sus labios curvándose en una expresión que no era ni una sonrisa ni una mueca.
—Debemos ser más cuidadosos. Tienes que mantener una fachada convincente y no dejar que te descubran. Y lo más importante, no dejes que nadie se interponga en nuestro camino. Tu vida, nuestra vida, depende de tu capacidad para mantener el control.
Sus palabras eran una mezcla de advertencia y consejo, y sentí el peso de su confianza en mí, así como la responsabilidad que venía con ella.
—Lo haré —dije con firmeza —No dejaré que esto me derrumbe.
Nyx asintió lentamente, sus ojos fríos pero aprobatorios.
—Buena elección. Ahora, hay algo más, necesito saber si puedo confiar en ti 100%
—Claro que puedes, ¿Por qué lo dudas?
—Dime, ¿Por qué haces esto? Que esperas de mi? Estás arriesgando mucho, así que dime, ¿Por qué?
—Porque quiero estar contigo Nyx, quiero ser parte de tu vida, te lo dije, me importas y quiero ser parte de ti solo, solo si tú me aceptas, así como yo te acepto a ti.
—Claro que te acepto Jasper, por eso estás aquí, ¿Crees que si no te hubiera aceptado seguirías vivo? Eres testigo de uno de mis crimenes. Pero lo que yo quiero saber, es si ¿estás dispuesto a dejar tu vida, con tal de protegerme?
—Daria mi vida por ti, si eso es necesario —dije mientras me acercaba a ella
—Esta bien, lo acepto. Es hora de irnos, no pueden darse cuenta que estamos juntos.
Con una última mirada hacia el claro, nos dirigimos hacia el borde del bosque. Cada paso que daba me alejaba de la realidad de mi hogar y me acercaba más al enigma que Nyx representaba. La vida que conocía ya no existía; había cruzado un umbral hacia un mundo donde la oscuridad y el misterio se entrelazaban, y el bosque se había convertido en un símbolo de mi nuevo camino.
Me sentí más decidido que nunca mientras salíamos del claro. Aunque la noche era larga y el futuro incierto, sabía que, al menos por ahora, tenía a Nyx a mi lado y un propósito que me impulsaba hacia adelante.
—Antes de irnos, debo decirte algo Jasper —dijo Nyx con un tono serio
—Dime, ¿qué es? —pregunte con curiosidad
—Quiero verte hacerlo —dijo
—¿Qué? —pregunte atónito
—Quiero verte asesinar a alguien.