Alejandra ha sufrido mucho y el dolor más grande es haber perdido a su único hijo y con el la posibilidad de volver a quedar embarazada tras tener una vida desafortunada al lado de su esposo Antuan, ¿La vida se encargará de poner todo en su lugar?.... eso lo veremos, acompáñame a ver cómo se desarrolla la historia.
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CAPITULO SIETE
Después de que Matilde hizo sus maletas y se fué sentí el peso de la soledad, necesitaba distraerme con algo así que decidí salir a dar un paseo por los alrededores, sin darme cuenta llegue a una propiedad, desde el camino pude escuchar unos niños riendo, caminé un poco más hasta acercarme a la entrada ahí ví a tres niños jugando, entonces caí en cuenta que quizás era la familia de la que me habló mi tía.
Estaba absorta observando a los niños jugar e instintivamente mandé las manos a mi vientre pensando en mi bebé y en los momentos que pudimos haber pasado no pude evitar que las lágrimas salieran, en ese instante escuché que alguien me habló desde atrás limpié rápidamente mi rostro.
señorita, ¿Le puedo ayudar en algo?-
Gire casi dando un brinco y allí estaba una señora de aproximadamente 48 años mirándome confundida, entonces volvió a hablarme.
¿Se encuentra bien, necesitas algo?-
s- si disculpe mi intromisión, mucho gusto soy Alejandra Cadavid, soy la sobrina de Edna Cadavid - hablé torpemente.
¡Oh, hola! Que gusto tenerte por acá, ¿viniste con tu tía?-
no señora, mi tía me prestó su cabaña, seré su vecina por un tiempo- dije
oh que bueno, es un gusto conocerte, soy Mariana Montes, mi esposo aún no ha llegado, pero si gustas puedes acompañarnos en la cena para presentarte la familia - me dijo entusiasmada y efectivamente si es la amiga de mi tía.
oh no quiero incomodar -
claro que no, la familia de tu tia es bienvenida, así que nada de negarte, además se preparar un pastel de carne que nadie puede parar de comer y justo hoy lo voy a hacer, así que ven vamos - me dijo tomándome del brazo y adentrándome en su propiedad.
Pasamos por el lado de los niños que jugaban y ellos solo me observaron y batieron sus manitas en señal de saludo y yo les sonreí de vuelta y seguí a la señora Mariana.
Ella dejó sobre la encimera de la cocina las bolsas con algunas compras que había hecho.
hoy tuve un día agotador en el trabajo, mi lugar feliz es la cocina, es raro que muchas mujeres le huyen, pero a mí me encanta cocinar- dijo con una risa apenada.
claro que no es raro, aunque no soy la mejor cocinera también me encanta preparar diferentes recetas..... Pero si tú y tú esposo trabajan, quien se queda con tus niños, disculpa mi intromisión -
no te preocupes, no me molesta..... Mis niños son muy independientes, desde pequeños han tenido niñera por qué un solo ingreso no es suficiente, estás últimas semanas no hemos tenido a nadie a su cuidado por qué nuestra niñera se fue del país y por la lejanía no hemos podido conseguir reemplazo -
wow, ¿y no es muy peligroso?- pregunté.
está zona es muy segura, se que a mis hijos no les pasará nada, pero tampoco nos gusta dejarlos solos - dijo evidentemente preocupada.
si, yo te entiendo- en ese instante una idea cruzó por mi mente - si quieres yo te los puedo cuidar, no me tienes que pagar nada -
no quiero abusar de tu amabilidad, ¿Pero no tienes que trabajar?-
oh sí, pero lo puedo hacer desde casa, soy dueña de un centro comercial y por motivos personales no puedo estar trabajando presencial, así que contraté a alguien para que fuera mi mano derecha allá, yo haré todo desde acá - dije.
eso sería de mucha ayuda, ¿De verdad harías eso por nosotros?-
¿Hacer que?- una voz masculina interrumpio nuestra conversación.
oh cariño llegaste- ella corrió hacia donde estaba su esposo - ella es la sobrina de Edna-
El hombre se acercó un poco más hacia mi.
mucho gusto, soy Juan Montés, es un gusto-
Estiré mi mano en señal de saludo- el gusto es mío, soy Alejandra Cadavid y como lo mencionó su esposa soy la sobrina de Edna-
bienvenida, siéntete cómo en casa, ¿ahora sí me pueden poner al día de su conversación? ¿Que es lo que harías por nosotros?-
oh si, sobre eso, Alejandra se ofreció a cuidar de nuestros hijos mientras trabajamos - dijo emocionada la mujer.
¿De verdad? Ahora ya entiendo la emoción de mi esposa, pues de verdad te agradezco mucho tu ofrecimiento, nos quitas una preocupación de encima, entonces dime dónde te podemos consignar por tu trabajo-
no no, le dije a tu esposa que no tienen que pagarme nada, trabajo desde casa y puedo hacerlo sin ningún problema, y además será un gusto para mí si me lo permiten-
¿En serio? Pues muchas gracias, entonces estás más que invitada a cenar con nosotros todos los días, es lo mínimo que podemos hacer por ti - dijo Juan.
mi esposo tiene razón, y cualquier cosa que necesites nos dices y si está en nuestras manos ayudarte lo haremos con gustó -
muchas gracias -
En ese momento se escuchó un tropel cuando los niños entraron a la casa.
mamiiii..... David me pellizco, mira va a quedar una marca- dijo señalando su brazo.
por qué tú le pusiste un cucarron en la espalda a Dominic y tú sabes que el tiene fobia a los bichos - dijo el niño visiblemente enojado.
David y dónde está Dominic - dijo la mamá preocupada.
se subió a la casa del árbol y quito la escalera para que nadie pudiera subir... Mamá lo que Duvan hizo estuvo mal, tienes que castigarlo -
mi pequeño defensor - le dijo su madre mientras le acariciaba sus mejillas con cariño.
Juan se quedó con Duvan así que yo salí con la señora Mariana y David a buscar a su hermano.
Cuando llegamos efectivamente la escalera no estaba, la única manera de poder subir al árbol era trepandolo y luego intentar abrir la compuerta que tenía la casa por debajo.
hijo la verdad no creo que pueda trepar el árbol, es muy alto y además hace poco me lastime la cadera, iré a llamar a tu padre -
mamá sabes que papá es el menos apto, a veces le duelen las rodillas solo con subir los tres escalones que hay entrada de la casa, ahora imagínatelo subiendo un árbol -
Ambas reímos.