Enredados De Sangre Y Fuego

**Capítulo 7: Un Respiro Fugaz**

El coche se adentró en las afueras de Verezia, alejándose del caos del puerto y adentrándose en un paisaje más tranquilo. Alessandro condujo con determinación, mientras Giovanni y Lucía descansaban en el asiento trasero, ambos exhaustos pero aliviados por haber escapado.

Llegaron a una casa de campo aislada, propiedad de un amigo de la familia Rossi. Era un refugio temporal, un lugar donde podrían planear sus próximos pasos sin temor a ser encontrados inmediatamente.

"Nos quedaremos aquí por un tiempo," dijo Alessandro, apagando el motor. "Es seguro y nadie sabe de este lugar."

Giovanni asintió, ayudando a Lucía a salir del coche. "Gracias, Alessandro. Necesitamos este respiro."

La casa era modesta pero acogedora. Lucía se dejó caer en un sofá, cerrando los ojos por un momento mientras Giovanni inspeccionaba el lugar, asegurándose de que todo estuviera en orden. Alessandro salió a hacer una llamada, probablemente para informar a su familia sobre lo sucedido.

"¿Cómo te sientes?" preguntó Giovanni, sentándose junto a Lucía.

"Mejor ahora que estamos aquí," respondió ella, sonriendo débilmente. "Pero sé que esto no ha terminado."

Giovanni suspiró, pasando una mano por su cabello. "Lo sé. Marco no se detendrá hasta que consiga lo que quiere. Pero no dejaremos que eso suceda."

Lucía asintió, sintiendo una oleada de determinación. "Tenemos que encontrar una manera de desmantelar su operación por completo. Exponerlo y asegurarnos de que no pueda volver a hacernos daño."

Giovanni la miró con admiración. "Eres increíblemente fuerte, Lucía. Juntos, podemos hacer esto."

Alessandro regresó, con una expresión seria. "Hablé con papá. Está furioso por lo que ha pasado, pero también preocupado. Quiere que nos mantengamos escondidos mientras él organiza un contraataque."

"Papá siempre ha sido un estratega," comentó Giovanni. "Pero no podemos simplemente quedarnos aquí esperando. Necesitamos estar un paso adelante."

Alessandro asintió. "Estoy de acuerdo. Hay una persona en la ciudad que podría tener la información que necesitamos. Un viejo informante de nuestra familia. Si alguien sabe los próximos movimientos de Marco, es él."

"Entonces, iremos a verlo," dijo Giovanni, decidido.

"Descansen un poco primero," sugirió Alessandro. "Yo iré a buscarlo y lo traeré aquí."

Giovanni dudó, pero finalmente aceptó. "Está bien. Pero ten cuidado."

Alessandro salió, dejándolos solos. Giovanni se recostó en el sofá junto a Lucía, cerrando los ojos por un momento. La adrenalina comenzaba a desaparecer, dejándolos a ambos sintiendo el peso de todo lo que habían pasado.

"Giovanni," murmuró Lucía, girándose para mirarlo. "Gracias por no rendirte."

Giovanni abrió los ojos y la miró con ternura. "Nunca me rendiría contigo, Lucía. Eres importante para mí. Más de lo que imaginas."

Lucía sintió su corazón acelerarse ante esas palabras. "Tú también eres importante para mí, Giovanni. Juntos somos más fuertes."

Se quedaron en silencio, disfrutando de la tranquilidad momentánea. A pesar de todo, sentían que su conexión se fortalecía con cada desafío que enfrentaban juntos. Sabían que el camino por delante sería peligroso, pero también sabían que no estaban solos.

Horas más tarde, Alessandro regresó con el informante, un hombre mayor con una apariencia sombría pero una mente aguda. Se sentaron alrededor de una mesa en la cocina, listos para escuchar lo que tenía que decir.

"Marco Santini ha estado reuniendo recursos y aliados fuera de la ciudad," comenzó el informante. "Está planeando un golpe grande contra los Rossi, algo que podría cambiar el equilibrio de poder en Verezia."

"¿Dónde y cuándo?" preguntó Giovanni, impaciente.

"En una semana," respondió el informante. "Está planeando atacar uno de los almacenes principales de los Rossi, donde guardan armas y suministros. Si tiene éxito, los debilitará significativamente."

Giovanni y Alessandro intercambiaron miradas preocupadas. "Necesitamos detenerlo antes de que pueda llevar a cabo su plan," dijo Giovanni.

Lucía, que había estado escuchando atentamente, intervino. "¿Y si usamos su propio plan contra él? Podríamos tenderle una trampa."

Giovanni la miró, intrigado. "¿Qué tienes en mente?"

Lucía esbozó una sonrisa decidida. "Tenemos una semana para prepararnos. Si hacemos que parezca que el almacén está vulnerable, podríamos atraer a Marco y sus hombres, y atraparlos cuando menos lo esperen."

Alessandro asintió lentamente. "Es arriesgado, pero podría funcionar. Con la ayuda de nuestra familia, podemos organizar una emboscada."

"Entonces, lo haremos," dijo Giovanni, tomando la mano de Lucía. "Juntos."

Mientras el sol se ponía sobre la casa de campo, los tres comenzaron a planificar su próximo movimiento. Sabían que el camino por delante sería difícil, pero estaban dispuestos a luchar por su futuro. Juntos, enfrentarían a Marco Santini y pondrían fin a su reinado de terror de una vez por todas.