UNA NUEVA OPORTUNIDAD

A las 7 de la noche Dainis llegó a casa, fue a la habitación donde había dormido y comenzó la misma rutina de bañarse, después comer algo y acostarse, lo mismo hizo Ever, llegó a las 10, se bañó y se acostó, pero a mirar su celular, miraba la pantalla y sonreía para después teclear en él.

Al día siguiente Dainis fue la primera en salir de casa, fue directo a la oficina, el tema del divorcio la tenía desesperada; también estaba en un dilema, estaba debatiendo si contarle a su padre lo que le estaba pasando o no, pero finalmente decidió contarle, sabía que era darle la razón a su padre aunque se convenció que él siempre tuvo la razón.

Dainis entró a la oficina de su padre, él al verla dejó lo que estaba haciendo para prestarle atención a ella, el podía estar cargado de trabajo, pero cuando se trataba de su hija el trabajo pasa a segundo plano.

Dainis le contó todo a su padre, él, por un lado, se sintió feliz porque Ever había mostrado su verdadera cara y su hija se dio cuenta a tiempo de sus intenciones, pero también se sentía un poco nostálgico por su hija, sabía que a ella le dolía mucho por todo lo que estaba pasando.

FELIPE: hija mía, esto pasará mi reina, tú eres muy inteligente y de ahora en adelante fíjate bien en el hombre que se te acerca, cuáles son las intenciones porque todos no son iguales.

DAINIS: lo se papá, me segué con Ever por su forma de ser, bueno.. Ya que, tengo que superar esto, él no merece nada de mí, y... sé que todos los hombres no son iguales, pero como sabe uno cuál es bueno y cuál no.

FELIPE: Así es hija, nadie conoce el corazón de otro, pero todo en la vida es un riesgo, llegará el hombre indicado a tu vida, porque te lo mereces.

Dainis después de hablar con su padre se sintió más tranquila, entendió que para querer a otra persona, primero tenía que quererse ella, sabia que era imposible ofrecer a los demás lo que a ella le falta. Por eso quererse ella misma era el primer paso para hacerlo con los demás porque no se iba a cerrar en el amor, porque no todos los hombres eran iguales, de ejemplo tenía a su padre.

Dainis pensó que no hay amor suficiente en este mundo, para llenar el vacío de una persona que no se ama así misma.

Al siguiente día Dainis salió de casa para la empresa donde trabajaba Ever, ya él tenia más de una hora de haberse ido; ella llegó a la empresa y se acercó a la secretaria, Dainis notó el nerviosismo y dijo:

DAINIS: no te pongas nerviosa con mi presencia, ¿Ever esta en su oficina?

Ella no espero que la secretaria le contará el motivo de sus nervios y preguntó por Ever mirando a la secretaria, esta entendió que no era justo lo que sucedía y nerviosa contestó.

— Le voy a decir algo, pero por favor mantenga la tranquilidad.

Dainis se extrañó de lo que ella le decía, pero quería saber todo, se imaginó que se trataba de su esposo, pero ella estaba allí para terminar con él lazo que los unía, así que cualquier cosa que le dijeran de él le iba a doler, pero era mejor enterarse de todo.

DAINIS: no te preocupes, voy a estar bien.

— entre a la oficina con cuidado, no es justo lo que su esposo hace.

Dainis le sonrió y se fue directo a la oficina, entró con cuidado y no vio a Ever, caminó hasta llegar a una puerta que era la de una pequeña habitación de descanso que había, esa era para el descanso de Felipe cuando trabajaba en esa empresa; escuchó voces y se quedó escuchando la conversación.

— ¿Tú mujer no se entera de nada?

EVER: ¡Qué importa! Me da igual, me desespera en ocasiones.

Ella confirmó que nunca la amó, se sintió tan humillada por ese hombre que solo quería golpearlo hasta el cansancio, quiso seguir escuchando pero solo escuchó gemidos; Dainis abrió la puerta y quedó petrificada, viendo como Ever tenía su frente en el hueco del cuello de la mujer y jadeaba mientras la incitaba a moverse más rápido, Dainis se dio cuenta que era la mujer era la de recursos humanos, entendió que estaba allí por el, era su amante; La pareja continuó en su lujuria hasta que Dainis dijo:

DAINIS: vaya.. vaya... la pareja perfecta.

El rostro de Ever perdió todo color, sus ojos parecían querer salir de su lugar. La mujer junto a él sonrió victoriosa, Dainis los miró con asco y repulsión, Ever reaccionó quitando a la mujer para acercarse a Dainis.

DAINIS: no te me acerques!

EVER: Dainis, amor.

DAINIS: ¿Amor por favor no seas tan hipócrita! Escuché como te expresabas de mi, solo vine para que firmes el divorcio, firmado y puedes ser feliz con tu mujercita.

— Soy más mujer que tu, o.. ¿por que crees que se refugiaba en mis brazos?

EVER: cállate y déjame con mi esposa.

DAINIS: ¡no! solo vine a dejarte los documentos del divorcio.

Dainis miro a la mujer, le sonrió para contestarle sin que se notara el dolo.

DAINIS: y... en cuanto a que eres más mujer que yo, no lo creó, hay hombres que dejan sus esposas decentes, para andar con.. Mujeres fáciles, ya me di cuenta que a Ever le gusta todo lo que pueda tener todo el mundo sin esfuerzo, pero habemos mujeres y hombres que nos gusta lo exclusivo, lo que nos ha costado sudor y lágrimas tener. Es un poco lastimoso que tengamos este gusto por lo exclusivo y otros sin esfuerzo.

La mujer quedó roja de la ira, no tenía palabras para defenderse, Ever miró a Dainis también sorprendido por sus palabras, se dio cuenta que perdio el tiempo porque no logro su plan, ella lo miró y dijo:

DAINIS: ¡Firma! ya mi padre está enterado de todo.

— firma mi amor, así te libras de esta y no tiene por qué poner un pie en esta empresa.

Ever no dijo nada y firmo el divorcio, Dainis miro a la mujer y sonrió, tomo los documentos ya firmados y dio dos pasos para salir, de pronto se detuvo, se giróa a tener los mirando a la pareja y dijo.