La Villana Se Va Con El Duque Del Norte

Maya al tomar el papel, lee cada cláusula que pautó Félix.

“prácticamente, no hay nada que cambiar, todo está a mi favor. Éste matrimonio, si logro curar a Lord Evegreen, puedo pedir el divorcio y aún así, estaría bajo el apellido de él y como duquesa, eso también pasa si no lo logró. Me dejará todo sus bienes"

— duque... ¿Esta seguro de esto?... Aún si logramos curarlo, me dará el divorcio pero aún siendo la duquesa de Evegreen. Ya le dije que no me importa los bienes materiales.

— lo sé, pero me gustaría dejarla con un título mayor al que tiene. En esta sociedad, las mujeres siempre queda abajo de sus esposos, y yo no quiero eso para usted.

“ya veo... Él quiere que no dependa de nadie luego de este matrimonio. Y tiene razón, la época antigua, los hombres siempre se encargaba de quitarle todo a sus esposas, sin déjalo algo propio o un título independiente"

— comprendo su punto. Aceptaré los términos, duque.

— bien, mandaré a elaborar el documento con estas mismas pautas. Y sobre la fecha de la boda... Me gustaría que fuera lo más pronto posible. No quiero dejar solo el ducado por mucho tiempo.

— oh, sobre eso... No se preocupe, mañana será la ceremonia en el templo. Entiendo que dejó su hogar para verme así que me gustaría volver pronto con usted.

— lady Maya, se que le prometí comentarle sobre la magia, pero me gustaría hacerlo en el norte, será más cómodo y privado... Si me entiende ¿No?

— por supuesto... Ahora más que nada debo guardar las apariencias.

— bien... Eso es todo por hoy. Me gustaría quedarme más, pero tengo que preparar todo para que nos reciban allá en el norte. Y lady Maya, puede llevarse a una de sus doncellas con usted...

— oh, justo estaba pensando lo mismo... Si, me gustaría llevar a una dama de compañía, no tanto para servirme, ella es una doncella que me ayuda mucho sin pedirlo... La apreció como una amiga.

Asintiendo, el duque se levanta y se despide de Maya. En la entrada, éste le dice.

— nos veremos mañana, en el templo. La esperaré en la entrada. Es una tradición de nuestra familia que el novio sea el acompañante hasta el altar, ya que dará un buen augurio en el futuro...

Maya sonrió y le dijo al duque que tuviera un buen día. La verdad, ella se siente un poco emocionada, está confiada de que con ayuda, puede conseguir curar a Félix, si ese es su propósito en este mundo, lo cumplirá así sea lo último que haga.

Cerrando la puerta, llega Lourdes con una bandeja de té.

— aah. Ya se fue el duque... Y eso que preparé mi mejor té.

— solo vino para decirme algo, él es un hombre ocupado y lo entiendo, a su edad dirigir un ducado es un cargo complicado.

— y usted lo piensa a ayudar ¿No?

— por supuesto, Lourdes. Y...— con una sonrisa dice—... Ve preparando tus cosas, irás conmigo al norte.

Sorprendida pero de buena forma, Lourdes le pregunta.

— ¡¿En serio, mi lady?!

— si... Estaré en un territorio diferente, y aunque estaría con mi esposo, me gustaría que siguieran conmigo.

La doncella estaba más que feliz, pues si Maya deja está casa, posiblemente la despidan, por eso, Maya quiere llevársela.

______________ al día siguiente.

Como el día de la ceremonia era hoy, Maya tenía todo preparado para casarse, el vestido, los arreglos y el lugar. Ella ya estaba lista y junto con su familia entran al carruaje para dirigirse al templo. Los invitados esperaban ya en el templo por la novia, Maya había llegado junto con su familiares, aún aguardando en el carruaje. Pero su padre hablan antes de bajar.

— Maya... Aún tienes tiempo, se que te dije que te podías casar con quien quieras pero el duque podría estar enfermo...

— no. No pienso dejarlo, déjame casarme con él, lo elegí por una razón y no pienso hacerle caso a los demás por los comentarios tan negativos... Además, presiento que el duque no se enfermera como sus familiares...— en la ventanilla del carruaje, Maya veía al duque esperandola—... Él me necesita.

Maya abre la puerta, el cochero la ayuda a bajar por el largo vestido que llevaba, uno tradicional pero fino. El duque vestía de una forma similar, blanco con una larga capa.

— lady Maya... Se ve preciosa. Pero que digo, si siempre se ve hermosa.

— gracias, usted también luce encantador, el color blanco le queda de maravilla... ¿Pasamos?

— si.

Tanto como Félix y Maya iban tomados del brazo, la familia de ella va detrás de la pareja.

Ya dentro del templo, la ceremonia empieza normalmente, no había mucho invitados, en mayoría era por la novia, ya que el duque no tiene a un familiar, únicamente a su mayordomo. El sacerdote da el último canto para declararlos marido y mujer.

— puede besar a la novia.

Félix baja un poco donde Maya y solo le susurra.

— puedo quitarme la máscara, pero tengo años que no lo hago frente a tantas personas.

— está bien... No te obligaré a algo que no quieras... Aún así— Maya toma por la máscara a Félix y le da un beso en el punto donde se encuentra los labios de él— debemos sellar este matrimonio con un beso, no importa si no es directamente...

Era claro que el duque estaba sorprendido como a la vez avergonzado, no esperaba esa reacción por parte de ella, aunque no se viera sus expresiones, quedó inmóvil tras ver ese beso tan cerca, solo su máscara impedía que se besaran verdaderamente.

Los presentes aplaudieron por esta unión. Ahora Maya dejo de ser lady Bennett y pasó a ser una Evegreen.

La que una vez fue vista como una villana, ahora se era una mujer casada para irse con el duque del norte.

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