Isabell Janssen es una hermosa mujer de 24 años, hija de una importante familia en Nashville y esposa del director de Multinational Bank DN, ha preparado todo para celebrar su aniversario de bodas y darle a su esposo el mejor regalo. Pero su esposo tenía otros planes, dos cuerpos semidesnudos en el sofá, es lo que Isabell encontró cuando se apresuró a buscarlo en su oficina. ‘A veces el amor dura y otras veces en cambio, duele mucho’, ella creyó tenerlo todo, pero esa misma noche lo perdió; se enfrentó a los recuerdos que la aprisionaban en la tristeza y frustración para poder levantarse y darse una nueva oportunidad.
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Capítulo 6. ¿Cómo haces para soportar esto?
Capítulo 6. ¿Cómo haces para soportar esto?
Cuando Elaine estacionó su auto en la residencia de los Janssen, no pudo evitar detener a su amiga, necesitaba saber si lo que dijo frente a las chicas era cierto y si ya lo había pensado bien. Elaine sabía cuánto podía estar sufriendo su amiga sobre su matrimonio, Joseph fue su primer amor, ella se enamoró de él tan pronto lo vio y compartía con su mejor amiga todas las emociones que sentía con Joseph, su primera cita, su primer beso, todas esas palabras bonitas que él le escribía en mensaje, la primera vez que estuvieron juntos. Se le encogía el corazón al pensar en todo ello, y no podía ni siquiera imaginar lo que Isabell estaba sintiendo justo en ese momento.
- Bell\, tú… ¿hablabas en serio sobre el divorcio? – Preguntó antes de Isabell bajara del auto.
- ¿Qué harías tú? – Preguntó Isabell tomándola por sorpresa.
Elaine es una guapa mujer de cabello negro, ojos color aceituna, alta, de piernas largas y bien proporcionada, en los cinco años de matrimonio de Isabell, ella ha tenido tres relaciones. Actualmente está soltera, se niega a estar atada a un compromiso, su espíritu libre se lo impide, le gusta mostrar cierta coquetería, aunque deba contenerse y mantener cierta imagen debido a su trabajo. Pero era precisamente ese comportamiento lo que a Joseph jamás le agradó de ella, no la soportaba y nunca estuvo de acuerdo con su amistad, pero eso no impidió que Isabell dejara de frecuentarla, se conocían desde la secundaria y siempre fueron muy cercanas.
- Tienes razón\, perdóname\, es solo que\, quiero que estés segura de lo que estás por hacer. – Dijo tomando su manos entre las suyas.
- Agradezco tu preocupación\, pero\, estaré bien\, no es que sea fácil para mí\, pasará mucho tiempo para que pueda reponerme\, mis sentimientos por él aún están intactos\, lo amo\, pero no voy a negar mi repulsión por él\, me niego a sentir rencor\, no por él\, sino por que no es bueno para mí\, sé que no merezco esto\, pero las cosas no siempre resultan como uno desea\, aprenderé a vivir con este dolor y con el tiempo… si es que es verdad ese dicho\, que el tiempo lo cura todo\, podré sentirme de una sola pieza de nuevo.
- Sabes que cuentas conmigo\, ¿cierto? – Isabell asintió con una ligera sonrisa en su rostro y abrazó a su amiga antes de bajar de su auto.
Isabell se despidió de Elaine con un movimiento de mano antes de entrar a su casa, sus padres se sorprendieron al verla llegar tan temprano.
- ¿Todo bien? – Preguntó preocupado su padre.
- En realidad\, no. – El señor Bruce dejó a un lado el libro que estaba leyendo para prestarle atención a su hija. – Voy a pedirle el divorcio a Joseph. – El señor Bruce frunció el ceño mientras que la señora Elizabeth abrió los ojos con sorpresa. – Es lo más sano para mí. – Dijo Bell para tranquilizarlos.
- ¿No piensas decirnos qué pasó realmente? – Isabell bajó la cabeza. – Cariño\, entendemos que es algo difícil\, así como también estamos seguros de que es algo serio\, debe serlo si has llegado a tomar una decisión como esta.
- Creo que el que no me hayan hecho hablar sobre ello antes\, es porque saben lo que pasó y porque son conscientes que es algo difícil para mí.
- Estamos al tanto de todo lo que ha pasado\, perdón si ahora te presiono para que hables sobre ello cuando sé que es difícil\, es solo que\, queremos estar seguros de que es definitivo.
- Lo es mamá\, aunque amo con todas mis fuerzas a Joseph\, aún me queda algo de dignidad\, no ha sido fácil decidir algo así\, pero\, no puedo estar con él después de lo que nos ha pasado\, ni siquiera puedo verlo a la cara.
- ¿Quieres que hable con John sobre esto? – Preguntó su padre.
- No papá\, seré yo quien se comunique con él y… hay algo que debo pedirte. – Su padre asintió temiendo lo que su hija estaba por decir. – Los problemas que tenga con Joseph\, son solo entre él y yo\, aunque muchas veces siento odiarlo\, no me sentiría bien conmigo misma si ustedes toman parte de esto.
- ¿Estás interviniendo por él? – Cuestionó su padre con cierto enfado en su tono.
- Sí\, es lo que estoy haciendo\, él pronto se convertirá en padre y esa criatura no tiene la culpa de sus errores. Promete que dejarás tranquilo a Joseph\, a su familia y a su empresa.
- ¿Por qué debería tener consideración de un tipo que te hizo daño?
- Porque hasta entonces él era un excelente esposo y antes de eso, fue un gran amigo. Porque lo amo, y te pido consideración por mí, por mis sentimientos. No lo hagas por él, es lo único que puedo pedirte papá. – El señor Bruce asintió antes de verla salir de la sala.
El viernes por la tarde, la familia Janssen se encontraba reunida en el comedor, todos hablaban de cualquier cosa a fin de hacer más amena la comida, por momentos, el silencio invadía el comedor convirtiendo el ambiente un poco tenso. Isabell jugaba distraídamente con la comida en su plato, después de dar algunos pequeños bocados se puso de pie llamando la atención de su familia, no le apetecía comer.
- Continúen – dijo de repente – saldré a tomar un poco de aire\, su madre asintió con la cabeza\, Brian se acercó a ella para ayudarla a abrir su silla\, Isabell acarició su mejilla y le regaló una amplia sonrisa.
Sus hermanos intercambiaron miradas brevemente, pero evitaban hablar sobre todo lo que pudiera recordarle la experiencia que acababa de pasar. Sabían que bajo esa sonrisa ocultaba mucho dolor. Al poco tiempo, escucharon la voz de un invitado, amigo y abogado de la familia, John Hertford.
- Buenas noches. – Saludó a todos. – Perdón si interrumpo – dijo observándolos. – Isabell me pidió que viniera.
- Buenas\, noches John\, ella… acaba de salir al jardín. – Dijo el señor Bruce. – Le pediré a Tina que vaya a avisarle que ya estás aquí.
- No es necesario señor Bruce\, si me lo permite\, iré a buscarla. – El señor Bruce asintió.
Isabell estaba sentada en la terraza cerca de la piscina, con la mirada fija en el cielo, John la vio, estaba indeciso de acercarse e interrumpir sus pensamientos, ver esa tristeza en sus ojos lo hacía infeliz.
- ¡Hola Isabell! – Dijo tan pronto se acercó.
- Isabell lo observó sin expresión\, parecía estar ensimismada en sus propios pensamientos. Reaccionó al escucharlo nombrarla una vez más. - ¡Hola John! – Respondió con una expresión más relajada en su rostro.
John le hizo un gesto, pidiendo permiso para acercarse a ella, tan pronto lo hizo, Isabell lo abrazó cálidamente, él acariciaba su cabello con ternura. John también era uno de los mejores amigos de Brian, al igual que Joseph, visitaba con frecuencia a la familia Janssen, siempre mostró cierto interés en Isabell, pero la chica nunca lo vio de la misma forma en que veía a Joseph. Al final solo se limitó a observar a lo lejos, verla feliz le dio cierta tranquilidad y prefirió hacer a un lado sus sentimientos por el bien de su amistad con los dos.
- ¿Cómo haces para soportar esto? – Bell sonrió con los labios apretados\, él inmediatamente reaccionó\, pensó que sus palabras fueron muy duras y directas para la bella chica. – Perdón\, no fue mi intención… - Isabell lo interrumpió.
- Eres la primera persona que me pregunta eso\, todos siempre me preguntan cómo estoy. – John sonrió apenado\, Isabell tomó su mano cálidamente y le hizo un gesto para hacerle saber que estaba bien. – No es fácil\, por el día me levanto pensando en él\, en las cosas que han pasado\, continuamente caigo en negación\, continúo culpándome por haber perdido a mi bebé\, quizás\, si yo no hubiera salido esa noche\, aún tendría a mi bebé en mi vientre\, él seguiría engañándome\, haciéndome creer que el trabajo lo mantenía ocupado y yo le creería.
- ¿Estás segura de lo que quieres? – Preguntó John.
- Elaine me hizo la misma pregunta y mi respuesta fue contundente. No estoy completamente segura de ello\, pero nuestro matrimonio ha llegado a su fin\, no puedo aferrarme a un amor que no es para mí\, al menos no solo para mí.
- Empezaré a trabajar en los papeles\, ¿tienes alguna solicitud en especial? – Isabell sabía a qué se refería John.
- Que sea rápido sería mucho pedir – Isabell sonrió cabizbaja\, intentaba darle un poco de humor a la situación. - No\, no quiero nada de él.
- Entiendo\, pero… es tú derecho.
- Lo sé\, pero no hay nada que yo quiera de él. Ahora solo necesito pensar en mí\, en mi bienestar físico y emocional.
- Te comprendo Bell\, entonces\, trabajaré en ello. Estamos en contacto.
John se despidió de Isabell con un fuerte abrazo, después de que se separaran, se puso de pie y caminó hacia la parte frontal de la casa. Pero el señor Bruce lo estaba esperando en el porche.
- Ven un momento conmigo John. – Dijo sin esperar su respuesta.
En el despacho, el señor Bruce y John estaban sentados en el sofá, vieron al ama de llaves entrar con dos tazas de café, tan pronto salió, iniciaron su conversación.
- ¿Has investigado lo que te he pedido? – Preguntó el señor Bruce.
- Sí\, aún hay algunas cosas no muy claras\, pero sigo trabajando en ello. – Respondió John.
- Bien\, no lo dejes pasar\, es importante.
- ¿Está seguro de que a Isabell no le importará?
- Quizás se enfade en el momento\, pero se le pasará. Ella me ha pedido no tomar represalias\, creo que no tiene ni idea de cuánto significa para mí\, ¿cómo podría pedirme tal cosa después de cómo se ha comportado ese imbécil?
- Entiendo su molestia\, pero\, creo que debería pensar en Isabell.
- No te preocupes\, es precisamente por que pienso en mi hija que estoy haciendo esto.
- Bueno\, si no hay otro tema qué tratar me retiro. – John se puso de pie y extendió su mano hacia el señor Bruce.
- Hay algo más. – John curvó la ceja pensativo. – Apresura lo del divorcio. – John asintió con la cabeza y se retiró.
Después de que John se fuera de la residencia Janssen, el señor Bruce salió al jardín donde aún estaba su hija sentada en la terraza, tan pronto se había quedado sola, Isabell se puso a llorar, había tomado una decisión sumamente dolorosa, le dolía el pecho tan solo con pensar que pronto rompería todo vínculo con Joseph.
- Sé que es difícil. – Dijo su padre tomándola por sorpresa. – Pero\, estarás bien cariño. – Se sentó a su lado\, Isabell reposó la cabeza sobre el hombro de su padre.
- Pasará mucho tiempo para que pueda estar bien de nuevo papá. – Dijo Isabell sin expresión en el rostro.
- No importa el tiempo que tengas que tomarte\, lo único que me interesa es verte feliz y completa cariño. No soporto verte en tal estado\, me siento impotente al no poder hacer nada para mejorar tu estado de ánimo. – Isabell besó su mejilla.
- Basta con lo que estás haciendo ahora papá\, el tenerlos a ustedes conmigo en estos momentos tan difíciles para mí\, me da valor y algo de esperanza. – Su padre besó su frente.
- Anda\, vamos adentro\, tus hermanos y madre están esperando por nosotros en la sala.
te agradezco no poner fotos de referencia, cada le da forma a los protagonistas y eso es valorable