Un Matrimonio en Construcción

Mayze - ¿quién es madre?

Verónica - Leda.

Mayze - ¿Qué quiere aquí? Ya terminaron. Ve, Anya, pon a Leda en su lugar.

Anya - Yo no. Ellos son novios, ¿qué voy a hacer allá?

Mayze - Tú eres su mujer.

Anya - Soy solo un contrato, Mayze, nada más. Él sale con esa Leda.

Verónica - Tiene razón, hija. Deja que tu hermano resuelva eso y vea qué es bueno para él.

El almuerzo está listo y lo llevamos a la mesa. Leda estaba al lado de Bento conversando y ni siquiera me vieron. Después de poner todo en la mesa, nos sentamos. Leda se sienta al lado de Bento y yo me siento al lado de Verónica.

Leda - ¿Qué está haciendo ella aquí?

Verónica - Es mi nuera. Entra y sale de esta casa a la hora que quiera.

Leda - Pero, Doña Verónica, ella es la amante.

Mayze - No, amor, tú eres la amante. Anya está casada con Bento, la que sobra eres tú.

Kaique - Amor, por favor.

Bento - Por favor, Leda, si te vas a quedar, respeta a mi mujer, o retírate de la mesa.

Leda pasa la mano por el hombro de Bento y agacho la cabeza. Quién soy yo para meterme en esto, siempre y cuando ella no se meta conmigo. Terminamos el almuerzo, las empleadas traen el helado y no acepté.

Leda - No está envenenado, querida.

Me levanto y los dejo. Me quedo con los niños. El pequeño estaba durmiendo y los llevo al cuarto conmigo.

Maya - Tía, hazme un peinado.

Maya me lleva a su cuarto, la ayudo a bañarse y cambiarse. Ella es una pequeña señorita. Agarramos sus cosas de pelo y fuimos al mío.

Anya - Voy a ducharme, espérame. Tengo un abrigo igual al tuyo, ¿sabías?

Maya - Vamos a estar iguales, tía.

Entro al baño, pero dejo la puerta del cuarto entreabierta para oírlos en la cama. Termino rápido y me pongo mi ropa en el baño mismo. Me siento en la cama, le hago el pelo a ella y ella a mí. Bento entra después de tocar.

Bento - Miren, están hermosas, parecen hermanas.

Maya - ¿Viste, tía?

Anya - Sí, mi amor, estamos iguales. Ahora vamos a dormir un poquito.

Maya se acuesta y Bento le acaricia la cabeza.

Bento - Discúlpame por lo de Leda.

Anya - No necesitas disculparte, ella solo está celosa.

Salimos de mi cuarto cuando ella se duerme y Bento me arrastra a su cuarto.

Anya - ¿Qué estás haciendo?

Bento - Quiero explicarte.

Anya - No necesitas, es en serio.

Bento - Ya no estoy con ella. Desde que recogí mis cosas en su casa, nunca más la toqué o tuvimos intimidad, pero parece que ella no entiende.

Anya - Si no la amas, mándale que se aleje.

Bento - Pero ella no acepta un no.

Anya - Ahí es difícil, Bento. Si ella hace algo para perjudicarme, la acabo, ¿está bien?

Bento - Lo sé, pero ella solo está con dolor de codo.

Anya - Tu cuarto es muy bonito.

Bento se acerca a mí, colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

Anya - ¿Qué estás haciendo?

Mi respiración comienza a alterarse y el efecto mariposas vuelve, fuerte en mi estómago. Creo que encontré a mi par, estoy sintiendo exactamente el frío en la barriga.

Bento - Quiero besarte, Anya, ¿puedo?

No consigo hablar o mover la cabeza, nuestros ojos están pegados uno al otro. Cuando sus labios tocan los míos, no correspondía, pues no tengo idea de cómo se besa.

Anya - Nunca he besado, no sé cómo se hace.

Bento - Solo sígueme.

Él mueve la boca y hago igual, tornando nuestro beso una delicia. Sus labios son suaves y muy sabrosos, su lengua invade mi boca y la chupo, haciendo que él gima y paré.

Anya - Lo siento, te mordí.

Bento - No, más eso que hiciste fue una delicia.

Él toma mi boca nuevamente, invadiendo con la lengua, hice igual, él la chupó nuevamente, dejándome caliente. Él chupa mis labios y eso fue muy bueno, como besar puede ser tan sabroso. La mano de Bento sube en mis muslos, llevando mi vestido junto y seguro las manos de él.

Bento - Solo besos entonces.

Anya - Sí.

Volvemos a besarnos, él intensifica, como una danza erótica, me acuerdo del sueño de él descendiendo los besos, siento mi intimidad pulsar, nunca había sentido eso, más quiero mucho los besos de él en mi cuerpo. Él desciende chupando mi cuello y después muerde mis orejas. Vuelve a tomar mi boca.

Kaique - Eita porra, disculpa, estoy saliendo.

Anya levanta corriendo y sale del cuarto toda sin gracia, mierda, Kaique mira a Anya encerrarse en el cuarto con los niños durmiendo.

Bento - Bella hora de aparecer.

Kaique - Caralho, ¿por qué no cerraste la puerta?

Anya - Por causa de los niños, ella quiso quedarse oyéndolos.

Kaique - Disculpa, no sabía.

Bento - Todo bien. ¿Leda ya se fue?

Kaique - Fue así que subió, ella está puta, tu madre le prohibió volver aquí.

Bento - Estoy jodido de todas las formas, ¿no?

Kaique - Y si lo estás.

Dejé que la polvareda bajara, y a mitad de la tarde, Anya sale del cuarto con los niños, juntándose a nosotros en la sala.

Verónica - Descansaste, hija.

Anya - Sí.

Bento - Por la noche nos vamos, madre, Anya tiene que estar en el campus temprano.

Verónica - ¿Pero ya? Pasó tan rápido.

Bento - Vamos a marcar allá en casa, podemos hacer un asado en la playa.

Mayze - Eso, voy para allá el viernes, llevo todo.

Verónica - Entonces vamos todos el viernes, ¿todo bien, Anya?

Anya - Todo bien, voy a hacer los postres entonces, y las comidas hacemos en el día.

La tarde pasó volando, en la noche descendemos con nuestras maletas, y nos despedimos de nuestra familia, coloqué todo en el maletero y entré en el lado copiloto, y Anya entró en el lado conductor.

Anya - Hasta el viernes.

Ella enciende el auto y sale, el camino todo fue silencioso, así que estacionamos en casa, agarramos las cosas y Josías guardó el auto de Anya, y entramos.

Bento - Anya, espera.

Ella para al pie de la escalera y me mira.

Bento - El beso, no me arrepentí, quería besarte nuevamente.

Anya - Yo tampoco, solo no vamos a repetir de nuevo, necesitas resolver tu situación, no quiero estar en medio de esa confusión de ustedes dos, adoré el beso, no voy a negar, fue muy bueno.

Bento - Me gustó ser tu primer beso, tu boca es sabrosa Anya, y la quiero mucho de nuevo.

No esperé que Anya respondiera, tomé sus labios nuevamente, en un beso más exigente, quería su entrega total.

Chupé sus labios y mordí, la levanté en mi colo, haciendo que ella cruzara sus piernas en mi cintura y la llevé para mi cuarto a los besos, ella soltaba leves gemidos en nuestro beso, la acosté en mi cama, y quedé por encima de ella.

Tomando todos los gemidos de su boca, ella seguía mis movimientos, y era la más pura tentación, un ángel besando así, mi cuerpo quería a Anya, más no quiero asustarla, y estropear ese momento mágico de ahora, descendí mis besos por su cuello, mordisqueando la piel suave y olorosa, paré en su hombro, di leves chupadas en ellos.

Anya - Bento, yo...

Bento - Quieres que pare.

Anya - No estoy lista para ir más allá, más quiero tus besos.

Bento - Todo bien, cuando estés lista, sé mi Anya, quiero ser tu primero en todo.

Anya - También quiero que seas el primero Bento, por qué yo me enamoré por ti.

Lo que ella dice me asusta, ella está enamorada por mí, quedé un tiempo parado mirándola, y ella quedó sin gracia, me empujó y salió de mi cuarto, no conseguí ir atrás de ella, mi mente quedó más desordenada aún, quería ella, yo sé que siento algo por Anya, levanté una hora después de tanto pensar, y toqué en su puerta, ella me manda entrar. Porra estaba con un conjunto de lencería rosas, que mujer.

Anya cierra el robe, y sienta, dejando la caneca de algo que ella tomaba.

Bento - Estás sexy Anya.

Anya - Me disculpa, por lo que hablé.