NovelToon NovelToon
Prisionera De Sus Ojos

Prisionera De Sus Ojos

Status: En proceso
Genre:Embarazo no planeado / Embarazada fugitiva / Malentendidos / Traiciones y engaños / Matrimonio arreglado
Popularitas:45.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Eliza Márquez

Jalil Hazbun fue el príncipe más codiciado del desierto: un heredero mujeriego, arrogante y acostumbrado a obtenerlo todo sin esfuerzo. Su vida transcurría entre lujos y modelos europeas… hasta que conoció a Zahra Hawthorne, una hermosa modelo británica marcada por un linaje. Hija de una ex–princesa de Marambit que renunció al trono por amor, Zahra creció lejos de palacios, observando cómo su tía Aziza e Isra, su prima, ocupaban el lugar que podría haber sido suyo. Entre cariño y celos silenciosos, ansió siempre recuperar ese poder perdido.

Cuando descubre que Jalil es heredero de Raleigh, decide seducirlo. Lo consigue… pero también termina enamorándose. Forzado por la situación en su país, la corona presiona y el príncipe se casa con ella contra su voluntad. Jalil la desprecia, la acusa de manipularlo y, tras la pérdida de su embarazo, la abandona.

Cinco años después, degradado y exiliado en Argentina, Jalil vuelve a encontrarla. Zahra...

NovelToon tiene autorización de Eliza Márquez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 06: Había una vez, una mujer que quería ser reina (flashback

Zahra Hawthorne sonrió, acababa de terminar un desfile había abierto y cerrado el desfile.

Tenía veintidós años y era una de las modelos más requeridas del momento.

Su agenda era un sin fin de desfiles, sesiones fotográficas y anuncios publicitarios.

— ¿Que les parece si vamos por unas copas a Esparta?, mi esposo esta de viaje comento Anastasia Zouvelekis una de sus amigas.

— ¿Quieres que a Christopher le de un ataque?, pregunto Sofía bromeando.

Anastasia sonrió y salieron para Esparta.

Las tres trabajaban en la misma agencia, para Keira Saviour.

Sofia era la mayor y Anastasia la menor y las tres trabajaban muchísimo.

Al llegar a Esparta , Zahra miro alrededor habia varias caras conocidas.

Al mirar hacia una de las mesas vio a Jalil Hazbun.

Coqueto y fiel a su estilo le sonrió y levantó su copa, las tres le sonrieron.

— Es un descarado, ni siquiera le importa disimular con la boba que tiene sentado al lado dijo Anastasia mirando a Kendra.

—Es parte de su atractivo dijo Sofía, ella conocia varias que habian salido con él.

— A mí me parece lindo, además es un príncipe dijo Zahra pensando en todo lo que su prima había conseguido como heredera.

— Pues si y es un encanto pero solo esta jugando dijo Sofía.

—Hablando de príncipe, tengo entendido que viajaremos para el cumpleaños de Sharif, lo celebrará en Marambit dijo Anastasia.

— Isra me invito, tal vez vaya dijo Zahra, tenía ganas de ver a su prima y su madre Nazira, que pasaba bastante tiempo en Marambit.

Zahra levantó la copa y dio un pequeño sorbo, tratando de concentrarse en la conversación de sus amigas, pero su mente divagaba. Pensaba en Marambit, en su madre, en las historias de lujo y poder que le habían sido contadas de niña… y en cómo, por un capricho del destino, todo aquello había quedado fuera de su alcance.

No sentía envidia de su prima Isra como persona. La amaba, la admiraba incluso, pero sí sentía cierta molestia, por lo que le correspondía a ella y a su madre; el título, las joyas, el poder . Todo lo que alguna vez fue de su madre por derecho y hoy podria suyo. Esa corona que ahora brillaba en la cabeza de su prima, esos salones y recepciones a las que ella jamás tendría acceso, eran recordatorios constantes de lo que la vida le había arrebatado.

—Creo que esta ojeando a Zahra. ¿ Que opinan?—preguntó Anastasia, rompiendo sus pensamientos—. No parece que tenga intención de desistir…

Zahra giró la cabeza y vio a Jalil Hazbun. Su sonrisa coqueta, su mirada firme… todo en él le provocaba una extraña mezcla de peligro y curiosidad. El príncipe heredero de Raleigh, uno de los hombres más deseados y peligrosos del mundo, estaba allí mirándola. Jalil le sonrió.

El corazón de Zahra se aceleró, no por amor… sino por la oportunidad, sabía lo que el deseaba y por que no ella también lo deseaba.

Esta vez, no dejaría que nadie definiera su destino.

— Las veo luego dijo Zahra se puso de pie y se dirigió hacia la mesa, desde la primera vez que lo vio había escapado de él, no era tonta sabia que Jalil no se comprometía con nadie, ya se lo habían advertido.

Sofía y Anastasia la observaron irse con una mezcla de sorpresa y diversión. Zahra caminó con paso seguro entre las luces tenues del club Esparta, consciente de que todas las miradas seguían cada movimiento de sus caderas. Jalil la vio acercarse y, su sonrisa se ensanchó.

La mujer que siempre escapaba… venía directo hacia él.

Cuando llegó a la mesa, Zahra inclinó la cabeza con elegancia.

—Príncipe Hazbun.

—Señorita Hawthorne —respondió él, su tono bajo, casi depredador—. Creí que seguirías huyendo de mí, molesta Kendra se puso de pie y se fue.

Zahra soltó una risa suave, y en un tono insinuante exclamó.

—No estaba huyendo. Solo… observando.

Jalil le ofreció una silla. Ella aceptó y le sonrió y él no le quitaba los ojos de encima. Sin prisa, sin vergüenza. La recorría con la mirada como si ya le perteneciera.

Se inclinó hacia ella.

—Sabes que quiero invitarte a algo más que una copa.

—Lo imaginé —respondió Zahra con una sonrisa desviada, dejando que sus labios rozaran el borde de su copa—. Le gusta lo que ve, ¿no?

Jalil acercó su mano al muslo de ella, fue apenas un roce, lo suficiente para enviarle un mensaje.

—Mucho más de lo que debería.

Zahra lo dejó avanzar. Lo dejó acercarse. Lo dejó atraparse solo. Ella jugaba con la mirada, con la voz, con el ritmo suave de sus dedos sobre su copa. Jalil estaba hipnotizado. Su respiración se había vuelto lenta, pesada, expectante y entonces se inclinó y la beso...

Cuando él estuvo listo para hacer la propuesta final, la que siempre hacía Zahra se incorporó de repente.

—Perdona,Jalil… pero tengo que irme.

Jalil arqueó una ceja, sorprendido, excitado, frustrado.

—¿Ahora? —preguntó, con la voz marcada—. Justo ahora…

Zahra se inclinó hacia él, lo bastante cerca como para que sintiera el perfume de su piel, pero no lo suficiente como para tocarla.

—Lamentablemente —susurró— pero estoy segura que volveremos a coincidir.

Y se marchó, dejándolo con la copa en la mano...

Días después, Zahra ingresó al gran salón del palacio de Marambit. La luz dorada de las lámparas danzaba sobre los mármoles pulidos y las columnas altas. Anastasia la saludó agitando la mano desde un rincón, pero Zahra apenas logró devolverle el gesto.

Porque lo vio.

Jalil estaba de pie junto a Sharif, conversando en voz baja, vestido con una tunica negra con dorado que resaltaba cada línea de su cuerpo. El cabello oscuro peinado hacia atrás, la mirada seria, el porte imponente. Había algo en él que era irresistible.

Y Zahra lo sintió. Ese tirón magnético que había intentado ignorar desde que lo había conocido.

Como si él hubiera percibido su presencia, levantó la vista. Sus ojos se encontraron al otro lado del salón. Un segundo. Dos. El aire pareció detenerse. Jalil no sonrió, pero la intensidad de su mirada la recorrió como una mano invisible.

Zahra tragó saliva. Sabía que era una locura, pero también que era el lugar indicado si quería atraparlo.

Sabía que él era peligroso.

Sabía que él no le ofrecería nada.

Pero también sabía que lo deseaba. Y que estaba cansada de fingir que no.

Jalil acortó la distancia con pasos tranquilos.

—Pensé que no vendrías —murmuró, deteniéndose frente a ella, tan cerca que Zahra sintió el calor de su cuerpo.

—No pensaba hacerlo —respondió ella con una calma que no sentía—. Pero aquí estoy.

—Aquí estás —repitió él, mirándola como si ya la conociera desnuda.

Fue Zahra quien dio el primer paso. O al menos, eso creyó.

—¿ Estas aburrido?—susurró.

Jalil sonrio y asintio. Ella bajó la mirada y susurró.

— ¿ Quieres dar un paseo ?, pregunto y se dio la vuelta y comenzó a caminar.

Jalil la siguió cruzaron el pasillo silencioso. Zahra abrió una de las puertas laterales; una habitación privada, casi a oscuras.

Ella entró primero. Jalil cerró detrás de ellos.

Y en ese instante, Zahra comprendió que, aunque creía estar guiándolo…

Era él quien la había llevado exactamente donde quería.

De repente, Zahra se dio cuenta del silencio que los había envuelto a ambos y de lo cerca que estaban el uno del otro.

— ¿ Me has traído aqui para quedarte callada?, pregunto él con un sonrisa seductora.

Era cierto, era una locura y había sido una estupidez pero no supo como dar marcha atras. Jalil se acercó y lo beso.

La intensidad de las caricias de Jalil la hizo sentir pinchazos calientes de anticipación por todo el cuerpo.

La tensión era insoportable. Zahra sentía el latido de su corazón acelerado en los oídos, la habitación le daba vueltas y el oxígeno no le llegaba a los pulmones.

—Te deseo.

Zahra sonrio satisfecha.

Jalil se inclinó sobre ella y se apoderó de su boca. Al sentir su lengua en el paladar, Zahra ahogó una exclamación y se estremeció, ladeando la cabeza para permitirle mejor acceso. Los labios de Jalil eran cálidos, expertos e increíblemente sensuales y con cada beso hacían que Zahra quisiera cada vez más.

—Tú me deseas tanto como yo te deseo a ti -aulló Jalil volviéndola a besar con urgencia. A continuación, le bajó la cremallera de la vestido y lo deslizó por sus hombros.

—Oh... -exclamó Zahra al sentir la mano de Jalil sobre uno de sus pechos.

—Oh... -se burló él con un tono seductor.

Cuando sintió los labios de Jalil en la erótica zona del cuello, justo debajo de la oreja, no pudo evitar agarrarse a las mangas de su tunica con fuerza, pues jamás había sentido nada parecido.

A continuación, la tomó en brazos como si fuera una muñeca que no pesara nada y la sento sobre sus piernas, él se había sentado en el borde de la cama.

 —Te he deseado desde la primera vez que te vi -confesó Jalil acariciándole el pelo, que caía ahora sobre los hombros de Zahra-. Y cada vez que te veo te deseo más y más...

Zahra sentía que las piernas le temblaban.

Jalil le acarició la mano y la miró a los ojos con intensidad.

 Zahra, hipnotizada por completo por su mirada, se echó hacia delante y se apoderó con pasión de la boca de Jalil.

Inmediatamente, él le quito la ropa interior, la y comenzó a quitarse la ropa hubo algo en la mirada de Zahra que lo desconcertó.

Jalil se quedó mirándola estupefacto, la echó hacia atrás e hizo que apoyara la cabeza en las almohadas.

—Supongo que tendrás experiencia, pero si estoy confundido, dímelo porque no me acuesto con vírgenes -murmuró Jalil tumbándose a su lado en la cama.

Zahra evitó mirarlo a los ojos durante unos segundos. Era consciente de que, si le decía la verdad, no se acostaría con ella.

—No soy virgen -mintió a toda velocidad.

Jalil la beso, tal vez tenía poca experiencia, sonrio satisfecho.

Zahra sintió que el calor líquido del deseo serpenteaba hasta su pelvis. — Jalil... -murmuró Zahra acariciándole el pelo.

—Me encanta cómo dices mi nombre... -dijo Jalil. Ella se quedó mirándolo. Aquel hombre tenía un maravilloso torso fuerte y musculoso y unas abdominales muy masculinas

Se tumbó a su lado y comenzó a acariciarle los pechos hasta llegar a su vientre y bajar por sus muslos mientras con la boca seguía la misma estela, haciendo gemir de placer a Zahra, que no dudó en arquear la espalda. El nudo de deseo que sentía en el bajo vientre era cada vez mayor. Jalil le separó las piernas, explorando su monte de Venus y trazó el perfil de los pliegues de su feminidad, caliente y húmeda.

Zahra no podía dejar de moverse, no podía dejar de echar las caderas hacia delante.

—Oh, sí... -dijo Jalil satisfecho estaba preparada para él.

A continuación, jugueteó con su cuerpo hasta hacerla suplicar y, cuando Zahra creía que ya no iba a poder sentir más placer, Jalil se colocó sobre ella y la penetró.

 De repente, Jalil se quedó petrificado y la miró a los ojos con dureza.

—¿Me has mentido? ¿Eres virgen? Zahra se sonrojó, cerró los ojos y no contestó.

 Jalil la miraba con incredulidad.

— Zahra...

— Por favor -contestó Zahra echando las caderas de nuevo hacia delante.

 A Jalil le habría gustado poder controlarse, pero era imposible, así que volvió a adentrarse Zahra grito al sentirlo, fue en ese momento que la puerta se abrió y Akram Hassan rey de Marambit ingreso...

1
neumidia ruiz
uff esto se pone bueno entre zhara y Jhalil 🤣
jmlanena
Los custodios salieron al rescate del ex princeso!!!😂😂😂
jmlanena
Por algo hay que empezar para perdonar y sanar!!!! 🙄
Marielba Carrasquel
Pobre Zahra 🤦‍♀️🤣
Marielba Carrasquel
Lo disfruto realizando ricos platillos 🤣
Marielba Carrasquel
Descarado 😤
Marielba Carrasquel
Sopresss🫣🤣
Marielba Carrasquel
Upaaa ,ya por aquí estamos con los Azzarini ,🤗
Marielba Carrasquel
Jajaja extrañas tus comodidades 🫣
Marielba Carrasquel
Tienes mas suerte, Mariana lo castiga y otros le permiten que siga siendo sinvergüenza 🤣
Eliza Marquez: 😂 también es como darle un caramelo y sacárselo
total 1 replies
Marielba Carrasquel
La emoción no te durará mucho Zahra , la alegría durará poco.🤦‍♀️🤣
Mabel Sandra Arias
Espero que no se cruce con Elena.....
Blanca Idalia España Lozano
Hoy me dió una alegría leerte , te extrañaba no se porque si escribes regularmente, Pero al ver el capítulo, me dió singular alegría , me hacía falta leerte
Blanca Idalia España Lozano
Creo que se le amargo la feliz mañana a Zhara 🤦, que pasará ahora ???.
Blanca Idalia España Lozano
Me encantó la frase, - Pero si es la señora Hazbun - Que bonito se oye 🥰 , estoy loca , Verdad ????
Blanca Idalia España Lozano
Apareció tu tormento Zhara , 🤦 que más puedo decirte 🥰
Blanca Idalia España Lozano
Me da mucho gusto que te Retes a ti mismo a salir adelante
Blanca Idalia España Lozano
Y no solo Raleigh, Kalill y todos ustedes , que no son una perita en dulce que digamos 🤦
Blanca Idalia España Lozano
Que bueno que te das cuenta , del reto tan grande que tienes por delante , déjate de ....... y se serio y trabajador y buena persona
Blanca Idalia España Lozano
Te darás cuenta, lo que cuesta ganarte esos privilegios, que gosaste siempre , sin que te costaran a tí . Eran privilegios de ser hijo de quién eres , Pero que no valoraste , ni supiste cuidar .
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play