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LAS DOS CARAS DE LA MONEDA.

LAS DOS CARAS DE LA MONEDA.

Status: Terminada
Genre:Venganza de la Esposa / Reencarnación(época moderna) / Completas
Popularitas:733.4k
Nilai: 4.9
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

Antonella Bernal creyó en las fábulas románticas cuando contrajo matrimonio con Dreiner Ballesteros, su pareja de la universidad. Provenía de una familia humilde de clase media, mientras que él, aunque de antecedentes similares, tenía un ansia desmedida por el éxito. Esta ansia lo impulsó a trabajar sin cesar, lo que permitió que su pequeño negocio floreciera hasta transformarse en una empresa de renombre.

Todo empeoró el día que Paloma Valencia llegó a sus vidas. Heredera de un consorcio hotelero, Paloma era joven, hermosa y llena de confianza. Durante una reunión para firmar un contrato millonario, Dreiner dedicó la velada a elogiarla, dejando a Antonella en un plano secundario. La humillación la atravesó como un cuchillo.

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CAPITULO 5

CAPITULO 5.

NARRA ANTONELLA.

Desde el momento en que salí del coche, el sonido de mis tacones resonaba fuerte y claro en el mármol brillante de la entrada. Cada paso comunicaba algo importante. Cada mirada que se volvía hacia mí confirmaba mi dominio. Lo experimenté. . .  esa atracción irresistible. Hombres y mujeres por igual. Todos tomaban un instante extra para observarme. Me analizaban con asombro, deseo y esa mezcla de admiración y miedo que solo una mujer renovada puede generar.

Sonreí. Apenas. Pero por dentro… la bestia rugía.

Esa noche era mía.

Caminé entre los invitados con la cabeza erguida, segura, como si el suelo estuviera bajo mi control. Los murmullos aumentaban a medida que pasaba. Sabía que se preguntaban quién era yo. La esposa olvidada. La sombra que regresaba convertida en llama.

Y de repente, lo vi, Dreiner.

Estaba junto a la mesa principal, actuando como el anfitrión ideal. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, algo en él se rompió. Su sonrisa desapareció. Lo vi tragar con dificultad. Su copa temblaba en su mano. No podía apartar la mirada de mí.

No me veías así desde hace años, ¿verdad, maldito? Pensé mirándolo con una sonrisa.

Yo, haciendo como si no me importara, desvié la mirada hacia otro lado, como si no mereciera mi atención. Pero él… él estaba ardiente de deseo. Se forzó a mirar a sus socios, a Paloma, pero la tensión en su mandíbula y la forma en que sus ojos me seguían revelaban la verdad: esa noche, yo era su enfoque principal. Y eso era exactamente lo que quería. Que sufriera. Que entendiera que no podía controlarme, poseerme ni ignorarme.

Varios hombres me miraban con intenso interés. Sonrisas cómplices. Interés sincero. Ideal. Necesitaba aliados, conexiones, oportunidades. Pero no podía fallar. No una vez más. Cada paso debía ser cuidadosamente planeado. Y entonces, de repente, lo sentí detrás de mí.

El inconfundible aroma de Dreiner. Su respiración. Su sombra.

—Te ves… espectacular —murmuró con voz rasposa, muy cerca de mi oído, su mano tocando mi cintura.

Un escalofrío de desagrado recorrió mi espalda, dejándome fría por dentro. Sin embargo, mi rostro permaneció tranquilo.  Le sonreí con una expresión de porcelana. Vacía. Precisa.

—Vamos —continuó, con su tono habitual de falsa tranquilidad—. Necesito presentarte a los nuevos socios.

Le ofrecí mi brazo, como la esposa ejemplar que solía ser. Una actriz en su papel principal. Por dentro, todo ardía. Pero por fuera, todo era gracia, control, perfección.

En la mesa, las charlas eran calmadas. Sonrisas y juegos de poder escondidos en cada brindis. Entonces, la vi, Paloma Valencia. Sus ojos brillaban con soberbia, pero también revelaban algo más siniestro: envidia, posesión, dominio. Ella no era una desconocida para Dreiner. Lo comprendí al instante. No era su primer encuentro, era ovio que se conocían. Había un pasado compartido.  Y yo, en tiempos pasados, fui tan ciega… tan inocente.

Me recorrió con la mirada de pies a cabeza. Su expresión estaba al borde del desdén, aunque logró contenerse. Simuló dulzura mientras soltaba su veneno.

—Ese vestido… no es muy adecuado para su edad, señora Antonella.

Una punzada de ira me subió por el pecho. Por un momento, imaginé lanzar mi copa de vino en su rostro. Pero respiré hondo. Cerré los ojos en mi interior. Y sonreí. La sonrisa más hermosa que pude crear.

—La elegancia no se improvisa, señorita —respondí de manera suave—. Parece que no tiene buen gusto… porque mi vestido es un diseño exclusivo y me sienta a la perfección.

El golpe fue certero, Paloma se puso pálida. Sus labios temblaban. Su madre la miró con desaprobación, incómoda.

—Perdone el comportamiento de nuestra hija —dijo la señora con una sonrisa amable—. Y debo decirle… que se ve estupenda, Antonella.

El padre soltó una risa baja, resignada.

—Perdone a mi pequeña. No le gusta que nadie le quite el protagonismo. Tal vez… la hemos mimado demasiado.

—No se preocupe —contesté encogiéndome de hombros con falsa modestia—. Una mujer segura no se ofende por tonterías. Si me permiten… iré a saludar a unos clientes.

Me alejé. Dejando la escena atrás como una reina que deja su trono sin mirar atrás. El sabor de la victoria era dulce… pero sabía que apenas era el primer round. La guerra apenas comenzaba.

Más tarde, en la mansión.

Mi cuerpo deseaba descansar. Mi alma anhelaba paz. Quería escapar de él. De su control. De su energía oscura. Pero Dreiner no conocía límites.

Entró tras de mí sin avisar, como si aún tuviera derechos sobre mí.

Sus ojos estaban inyectados de sangre. Su deseo se mezclaba con furia. Me empujó contra la pared. Sus manos inquietas. Su boca demasiado cerca.

—Desde que llegaste a esa fiesta… he estado fantaseando con arrancarte ese vestido —susurró, con voz sofocada.

Una oleada de repulsión me paralizó. Por un instante, sentí miedo. Real. Crudo. Pero esta vez no me quedé quieta. Esta vez, actué.

Lo empujé con fuerza. Con rabia. Con todo mí de dolor reprimido.

Él retrocedió, atónito. No lo esperaba. Me miró confundido, como si no pudiera entender que ya no tenía poder sobre mí. Y entonces lo miré con todo el veneno que llevaba dentro.

—No te atrevas a tocarme —le afirmé, con voz firme, mortal—No tengo ganas para esto, y además, me duele la cabeza. Bien sabes que estos eventos me agotan. Me voy a dormir a la habitación de invitados.

No esperé su respuesta.

Reuní mis cosas. Me dirigí hacia la salida. Sentí su furia a mis espaldas.  Su impotencia. Su mirada me atravesaba como una flecha. Pero no me detuve. Cerré la puerta y me apoyé contra ella, temblando.

Estuve tan cerca.

Casi lo logro. Estuve a punto de convertirme de nuevo en su sombra. Pero no. Eso ya no volverá a suceder. Me dejé caer sobre la cama de la habitación de invitados. Mi corazón latía con tanta fuerza que creí que iba a estallar. Sin embargo, mi mente estaba alerta. Calculando. Diseñando un plan.

El tiempo pasaba, no podía quedarme mucho más tiempo bajo ese techo, pero no me marcharía sin llevarme todo a mi paso. Y le prometo a Dios. . . No habrá perdón para quien me traicionó y no dudo en mandar asesinarme.

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sonya martz
la herencia la tiene la mamá y cuando muera ella pasará a la hija, así que Dreiner volverá a mancharse las manos
sonya martz
al "mal" hay que cortarlo de raíz
sonya martz
Maldito mil veces maldito, Dreiner no tienes vergüenza, después de todo lo que le hiciste a Antonella 😡😡😡
Ernestina Puerto
yo creo que la paloma desde que nació ya venía malita de la cabeza🤪
sonya martz
por un momento pensé que los padres de Anto, le harían un desaire a la pequeña
sonya martz
otra putizorra! Anto ponte trucha y a cuidar a tu hombre /CoolGuy/
Lissbeth Prada
excelente que coma tierra es una basura de persona 🤬🔥
Lissbeth Prada
excelente que coma tierra es una basura de persona 🤬🔥
Lissbeth Prada
sería la pareja perfecta me encanta
sonya martz
siiiiii sabía que surgiría un vínculo de amor, de madre e hija 👩‍👧
sonya martz
que linda, Antonella tiene mucho amor para dar y por supuesto que Karla será la niña de Anto /Smile//Smile//Smile/
sonya martz
Dreiner, la codicia te llevará a la perdición....
Ernestina Puerto
🥲🥲🥲pobre Mariana uno no se espera eso de los hijos🥺🥺🥺🥺
Ernestina Puerto
que mujer más caprichosa , y hasta dnd puede llegar una persona sin voluntad propia que no sabe dirigir su vida, manipulada por un hombre envidioso, egoístas 😡
Maria Yulenis Nava
Yo creo que si, aunque no será fácil pero lo logrará
Isa 🇻🇪
Excelente historia que deja una reflexión profunda sobre la disyuntiva que se presenta entre perdonar o vengarse, la protagonista decidió cobrar el daño causado, pero sin dejar que la venganza la consumiera ya que se abrió a una nueva vida al amor e incluso adoptar lo que le permitió continuar con fuerza. felicito a la autora por tan buen trabajo
Lilia Muñoz
las mujeres somos asi cuando los traicionan
sonya martz
pobre Mauricio, ni modo, ratas como esa siempre buscan a quien culpar por sus errores
Silvia Muñoz Muñoz
Gracias autora por esta excelente novela
Ernestina Puerto
la envidia siempre está por todas partes manipulando a los débiles para hacerlos caer en el hoyo de sus decesperaciones, peleando lo que no les corresponde 😡
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