Emma y Miguel son amigos desde la infancia y se han amado durante mucho tiempo, sin embargo, Miguel está por casarse con Ericka por motivos desconocidos para Emma.
Ante la dificultad de la situación, Emma decide alejarse temporalmente de todo el sufrimiento y se va a vivir con su abuela para poder encontrar paz mental y olvidar a Miguel.
Durante este tiempo, Emma conoce a Aarón, quien resulta ser el exnovio de una amiga. Aarón es un hombre de 32 años, enigmático y misterioso.
Más adelante, Emma queda embarazada de Aarón y al confesarlo, él abandona el pueblo dejando a Emma sola. Sin embargo, todo esto tiene una explicación que pronto será revelada.
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Secretos Revelados - Cap. 6
"Te doy unas horas para que le digas la verdad a mi hija", dijo la señora Riviera fríamente a Miguel.
"Le diré la verdad a su hija, pero sé que me esperará hasta que me haya divorciado de Ericka", expresó Miguel, creyendo que Emma permanecería a su lado.
"Eso lo veremos, desgraciado", exclamó la señora Riviera, incapaz de soportar la presencia de ese hombre por más tiempo.
Miguel llamó a Emma para decirle toda la verdad más tarde, ya que esa noche iba a disfrutar de su despedida de soltero en grande.
"Quiero verte esta noche, cariño", dijo Miguel cuando Emma contestó la llamada.
"Está bien, cariño", respondió feliz Emma, quien llevaba varios días sin ver a su novio.
Miguel colgó y esa noche haría a Emma suya.
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En el hospital, Emma charlaba con Laura, feliz de verla confiar en ella y hablar con ella.
"Ve a ver a tu novio", le dijo Laura al ver la hora en el reloj de la habitación.
"Mañana te contaré cómo me fue. Espero también escuchar tu historia con el hombre que amas", dijo Emma.
"Lo haré mañana, pero no me juzgues", respondió Laura, algo preocupada.
"No lo haré, soy tu amiga y no tengo derecho a señalarte por tus errores", dijo Emma, sonriendo y calmándole a Laura.
"Gracias", respondió Laura.
"Mañana regreso, come", añadió Emma antes de salir de la habitación.
Laura estaba ansiosa por ver a Miguel. Subió al coche y le indicó al chofer que la llevara al hotel donde Miguel le había dado la dirección.
Al llegar al hotel, descendió rápidamente del coche y entró al hospital, observando cada detalle del lugar.
Al día siguiente sería su cumpleaños y despertaría al lado de su amado.
Al llegar a la habitación, introdujo la contraseña que Miguel le había dado, entró y vio a Miguel sentado, esperándola.
"Qué bien que llegas, amor mío", dijo Miguel acercándose a Emma para besarla.
"Quiero hablar contigo sobre algo", agregó Miguel, visiblemente ebrio.
"Sobre qué amor", preguntó Emma con curiosidad.
"Mañana me casaré con Ericka", anunció Miguel.
"¡Qué!" exclamó Emma, sin poder creer lo que acababa de escuchar.
"Espera por mí, amor. En dos años me voy a divorciar de ella", dijo Miguel mientras intentaba besar de nuevo a Emma, quien lo rechazó.
"¿Qué te pasa, Miguel? No merezco esto, fui una tonta", expresó Emma, reprimiendo sus lágrimas para no llorar delante de aquel hombre despreciable al que desafortunadamente seguía amando.
"Pero, amor..."
"Espero que te vaya bien en tu matrimonio con ella", respondió Emma mientras se dirigía hacia la puerta del hotel con la intención de salir.
Miguel detuvo los pasos de Emma.
"¡Suéltame ya, Miguel!"
"No te irás hasta que seas mía primero", amenazó Miguel.
Emma sintió que, si no hacía algo, estaría en peligro. Vio una mesa con una jarra de flores a su lado, empujó a Miguel con todas sus fuerzas, tomó la jarra y lo golpeó, dejándolo inconsciente.
Emma salió del hotel nerviosa, sintiéndose devastada por la situación.
"Fui una tonta, mi familia tenía razón acerca de él", pensó Emma mientras subía en el ascensor, dejando por fin que todas las lágrimas contenidas se derramaran.
"Te vas a arrepentir de haber preferido a otra en lugar de a mí", murmuró para sí misma.
Emma estaba decidida a buscar un nuevo amor tras olvidar a Miguel. Estaba segura de que cuando él la viera con otra persona, se daría cuenta de que era mucho más feliz de lo que nunca podría ser con él.