Presentamos a Daniel Mendoza, un joven de 18 años que vive en un pequeño pueblo llamado Aguacatal.Desde niño, sueña con ser músico, pero su familia lo empuja hacia una carrera más convencional. Daniel empieza a darle forma a su vida ya que él considera que es mayor de edad y tiene la capacidad de sustentarse el mismo, el solo busca la manera de independizarse de sus padres y siempre con la mirada de ser alguien en la vida, su finalidad, es ser el mejor músico de su entorno habla con su madre con sus padres para que lo apoyen 100% en su música, pero sus padres lo que quieren es que, el sea un buen profesional que sea un gran doctor.
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La venta de la torta
Al siguiente día, cuando amanece con un sol muy radiante y una mañana muy alegre, llega Daniel, se cepilla y le da gracias a Dios por un nuevo día, una vez que termine de cepillarse, se dirige hasta la cocina, donde está su mamá colando un rico café.
Daniel le dice: Buenos días mamá, dame la bendición como amaneces?, qué rico huele ese café.
La mamá le responde: Muy buenos días hijo, Dios te bendiga, sí ese es el mejor olor de la mañana, el café es lo mejor para uno empezar bien el día, te da mucha alegría, te da satisfacción,y te da mucha fuerza, en fin el café es lo mejor que hay en la mañana, toma aquí tienes el tuyo.
Daniel le responde: Gracias mamá, eres un sol es más tú brillas más que un sol, Gracias mil veces gracias,y empieza a beber el café.
A tu orden hijo, tú eres también un sol para mí,sigue siendo como eres, no cambies.
Luego la mama termina de hacer las arepas, las rellena con queso mantequilla y tajada.
Le dice: toma hijo aquí tienes la arepa, desayunate muy bien, para que hoy, empecemos nuestro gran negocio.
Daniel agarra la arepa y empieza a comer, gracias mamá, si hoy empezamos, estoy muy entusiasmado por eso mamá, vamos a hacer un buen equipo y vamos a vender muchas tortas.
Dice la mamá: Sí hijo,listo ya las tengo listas, mira de aquí van a salir 12 porciones,esos pedazos lo vas a vender a $1 cada uno, de allí,sacamos el costo,y sacamos la ganancia, con lo que vendamos de allí, lo usamos para volver a comprar más ingredientes,y hacemos más torta,vamos a empezar con esta torta, por cierto averiguaste el costo de la guitarra?, para saber cuántas tortas tengamos que hacer y vender.
Daniel ya había terminado de comer y le responde: Ah qué bien mamá, sí sí, bueno ya por lo menos empezamos con esas 12,para ver qué tal nos va.Si sí mamá ya averigüé el costo de la guitarra, la guitarra me sale en $100 y si son dos serían $200 , que tenemos que reunir, bueno y si salen 12 tortas, es decir 12 pedazos de la torta, entonces imagínese serían $12, tendríamos que vender unas 9 o 10 tortas, más o menos aproximadamente cada día, estaría bien porque nos pasaríamos y ahí tendríamos para otras cosas, bueno a ciencia cierta.Bueno en realidad,serian mas porque son para 2 guitarras.
La mamá le dice:Mejor hay que vender más de 20 tortas,porque tenemos que sacar el costo de los ingredientes,
Daniel le responde: Sí más de 10 tortas mamá para una guitarra,entonces serían más de 20 para las dos guitarras,bueno mamá no te preocupes,es por eso que yo me voy a encargar de venderlas todas.
La mamá le responde: Okey hijo ya está listo, aquí te la preparé,mira aquí llevas las bolsitas donde la vas a meter, cuando la despaches,en este envase están las tortas, hay que empezar a venderlas poco a poco,ojalá las venda rápido todas.
Daniel le responde: Sí mamá tranquila, hasta que no venda la última torta, no me vengo, ahorita empiezo y bueno apenas termine me vengo.
Daniel se va muy contento y muy entusiasmado, agarra sus tortas y sigue caminando, hasta que llega a la plaza, allí hay mucha gente, la gente pasa para allá y para acá,y empieza Daniel a caminar poco a poco la plaza.
Empieza a ofrecer las tortas,y a decir: Tortas a $1 a $1 lo repite más de una vez,hasta que alguien le compre, el llego aproximadamente a las 8 de la mañana a la plaza,ha pasado y transcurrido una hora,y nada no ha vendido nada todavía,sigue caminando en la plaza, el se le para a unas pareja que estaban sentadas en la plaza,y le ofrece las torta y ellos solo lo escuchan y le dicen: no Gracias
Daniel sigue caminando,viene otros transeúntes,y le vuelve a ofrecer sus tortas,a muchas gente con su dicho, que dice: Tortas a un dólar son sabrosas pruébala,
el transeúnte le dice: No Gracias sigue caminando y se hacen las 12 del mediodía y nada que ha vendido ni una torta.
Daniel sigue insistiendo, ofreciendo las tortas, y con hambre,porque como era la primera vez, él pensó que se iba a vender rápido, para ya al mediodía estar en su casa, pero no es así ,él sigue ofreciendo las tortas.
Ya era la 1 de la tarde, y todavía no había vendido ni una torta,de repente se le acerca una persona mayor como de unos 60 años,
le dice: Hola hijo veo que estás desde temprano vendiendo las tortas, porque yo pasé temprano como a las 9 de la mañana y te ví ofreciendolas,y veo que no hás vendido nada,porque veo completo de tortas el envase.
Daniel un poco triste y con un nudo en la garganta, dice: Sí señora es verdad, no he vendido ni una torta,y estoy desanimado desanimado.
La señora lo ve y le dice: Hijo no te desanimes,qué tiempo tienes vendiendo ésta torta? desde cuándo estás en éste negocio?
Daniel le responde: Señora es mi primera vez y no he vendido nada.
La señora le responde:Oye hijo la tienes en un buen precio,sabes que algunos días son buenos y otros días son malos, pero estás empezando, no puedes desanimarte, el comienzo de cualquier cosa es lo más difícil,estás empezando si te va bien excelente,si te va mal no puedes desanimarte,porque estás empezando,quizás mañana vendas más, quizás pasado más y así sucesivamente,en la vida unas veces se pierde y otras veces se gana.
Daniel le responde: Sí señora, pero es que yo venía con mucha ilusión, y nada que vendo,quiero decirle de que con estas ventas, voy a comprarme unas cosas que me hacen falta,y que son muy importantes para mí.
La señora le dice: Bueno hijo Te voy a decir una cosa,yo te voy a comprar una torta, dame una y bueno para que se te abran los caminos y vendas todas las tortas que tengas.
Daniel responde: con una sonrisa y unos ojos muy puyones de alegría, gracias señora, eso es una alegría para mí, qué buena es usted señora, Gracias, tome la torta pruébela que se la garantizo,son muy sabrosas,y son hechas por mi mamá, garantía 100% y por cierto cómo es su nombre señora?
La señora le responde: Gracias hijo,mi nombre es María, tengo 60 años y tengo unos hijos como tú y nietos también, luego la pruebo, pero en mi casa,me alegra conocer personas como tú,que están ganándose el sustento de su casa o de lo que quiera, eres un buen ejemplo, Dios te va ayudar ya lo verás.
Gracias señora por su consejo, dice Daniel mi nombre es Daniel y estoy a su orden.
La señora le da las gracias y se va, se lleva su torta sin probar y le recuerda que se la va a comer en su casa.
Luego se hacen las 4 de la tarde, y es cuando Daniel se regresa a su casa muy afligido, pero a la vez un poco alegre,porque la señora le dio mucho consejos buenos y le compró su primera y única torta.