Dulce Prisión

Esa noche el duque no pudo dormir, el fuego de la chimenea crepitaba suave pero no lograba calmar el torbellino que tenia dentro, se quedo sentado en el borde de la cama mirandola dormir, con esa paz que solo ella tenia, el cabello revuelto sobre la almohada, el pecho subiendo y bajando con cada respiracion tranquila, ajena a todo el caos que se tejia a su alrededor..

Theo paso una mano por su rostro cansado, se sentia mas agotado mentalmente que fisicamente, cada vez que cerraba los ojos lo unico que veia era el rostro del sirviente y las monedas, el polvo, la taza de te... y la idea de lo que pudo pasar lo hacia hervir por dentro, no podia imaginar esa mansion sin su risa, sin su voz, sin su travieso canario que lo volvia loco cada dia..

En un momento se inclino sobre ella, sin despertarla, paso su mano por su mejilla con una ternura que solo le pertenecia a Maddie, protegiendola incluso en sueños, jurandose a si mismo que nadie, absolutamente nadie, la tocaria, no mientras el respirara.. pero entonces, la duda le clavo las garras en el pecho, y si todo esto era culpa suya, si su pasado, sus enemigos, sus decisiones, eran los que habian traido ese peligro a su puerta, tal vez ella estaria mas segura lejos, tal vez deberia dejarla ir, ocultarla en otro lugar, sacarla de la vista de todos.. pero apenas penso en eso, el pensamiento siguiente fue una punzada de realidad, si la dejaba, el baron Simpson la encontraria, la culparia de nuevo, la atacaria sin piedad, la arrastraria al infierno del que el mismo la habia salvado, y eso Theo no lo permitiria, no mientras tuviera fuerzas, no mientras su corazon siguiera latiendo.. se recosto a su lado finalmente, sin dormir, solo mirandola, escuchando el suave sonido de su respiracion, su mente una mezcla de estrategias, nombres, sospechas, y juramentos, cada latido marcaba una sola promesa..

[debo mantenerla a salvo]

Cuando Maddie despertó el sol ya entraba tibio por las cortinas, se estiro despacio y lo primero que notó fue a Theo sentado junto a la ventana, con el mismo traje de la noche anterior, sin rastro de haber dormido, el cabello un poco desordenado y los ojos fijos en algun punto del jardin, perdidos

Maddie: Theo… no dormiste nada, verdad?

él giró apenas la cabeza, la miró con una media sonrisa cansada, pero no contestó de inmediato, se levantó despacio, fue hasta la cama y se sentó a su lado, apoyando una mano en su cabello

Duque: no podia, Maddie… no estare tranquilo hasta que todas las amenazas esten controladas, hasta que sepa que nada puede tocarte

Maddie: no puedes vivir sin dormir, duque… si te desmayas de cansancio quien me va a cuidar, hm?

Duque: prometo que descansaré.. cuando todo esté seguro

Maddie: entonces apurate en hacerlo, porque si no duermes, tampoco pienso dormir yo..

Theo soltó una leve risa, corta, sincera, y por un instante todo el miedo se desvaneció.. la abrazó fuerte, como si quisiera esconderla del mundo, y aunque seguía con la mente llena de sombras, su canario tenía razón.. si se rompía, no podría protegerla

Maddie: anunciare una fiesta de te en el pueblo y asi ellos tendrán la oportunidad de atacarme y podras usarme como carnada para que aparezcan…

Theo la miró como si no hubiera escuchado bien.. Maddie, sentada frente a él, lo miraba con total seriedad, sin una pizca de miedo.

Maddie: Usame de carnada.. corre el rumor de que estaré en el salón de té del pueblo. Así podrán venir a buscarme y tú los atrapas, es simple.

Duque: ¿Te escuchas, Maddie? ¿quieres que te use de cebo? ¿que te exponga para atraer a esos bastardos?

Maddie: No me pasará nada si tú estás ahi.. confío en ti. Y ademas... no quiero seguir escondiéndome.

Duque: ¡No entiendes nada! No es un juego, Maddie., Si te tocan, si siquiera te rozan, no sé que haria.

Maddie: Entonces atrápalos antes de que me toquen.. Sé que puedes hacerlo, Theo.

Duque: No vuelvas a decir eso.. no vuelvas a ofrecerte así. no quiero oirte decir que vas a ponerte en peligro.. ni una vez mas.

Maddie abrió la boca para responder, pero él la tomó del rostro con ambas manos, con tanta fuerza que casi dolía, y la besó sin decir nada más. Fue un beso lleno de rabia, de impotencia, de amor mal disimulado.. ella no se rindió, ni siquiera después de ese beso que casi la dejó sin aire. Se apartó un poco, respirando agitada, pero con esa determinación terca que siempre sacaba de quicio al duque.

Maddie: Theo, escúchame.. si no hacemos algo pronto ellos atacaran igual, y lo sabes. Si me usas de carnada, tú estarás allí, tú puedes controlarlo.

El duque se detuvo a medio paso, de espaldas a ella. Su cuerpo rígido, los puños cerrados.

Duque: no pienso usarte como un anzuelo, Maddie.

Maddie: Entonces ¿qué haremos? ¿esperar a que lleguen hasta nuestras puertas? No soy una niña indefensa..

Duque: ¡Eres mi esposa! y mientras lo seas, nadie, ni siquiera tú, decide poner tu vida en peligro.

Maddie: Pues ahora quiero ayudarte, quiero terminar con esto.. no podemos vivir con miedo..

Theo respiró hondo, intentando no perder el control, pero el tono decidido de Maddie solo lo irritaba más. Dio un paso hacia ella, sus ojos fijos en los de ella, tan cerca que podía sentir el calor de su respiración.

Duque: No entiendes lo que dices… No entiendes lo que me haría verte lastimada..

Dio media vuelta, tomó su abrigo y se dirigió a la puerta. Maddie dio un paso hacia él, pero él no la miró.

Maddie: Theo...

Duque: No digas más.. Si sigo escuchandote, terminare encerrandote en esa habitación para que no vuelvas a salir.

Y sin más, salió, dejando atrás el eco de sus pasos y a Maddie con el corazón apretado, mordiéndose el labio para no gritarle que solo quería ayudar..

[Ese canario blanco me esta volviendo loco]

Era casi medianoche y la mansion estaba en silencio, el tipo de silencio que pesaba sobre los hombros. Maddie no podia dormir, el duque no habia vuelto a la habitacion y eso la tenia inquieta. salio descalza, con una bata ligera, y camino por el pasillo iluminado apenas por la luz de las antorchas. cuando llego a la oficina, la puerta estaba entreabierta y vio la silueta de Theo sentado, con una copa en la mano y los ojos fijos en un enorme plano extendido sobre el escritorio.

Maddie: Theo…

Duque: deberias estar dormida

Maddie: No podía.. no queria que estuvieras enojado conmigo… solo queria ayudar.

Duque: Maddie, no entiendes… no es enojo, es miedo.. si algo te pasa, no me lo perdonaria nunca.

Maddie (coqueta): aun asi no quiero que te enojes conmigo.. te pedire perdón de rodillas

Duque: ¿Qué?

Theo no alcanzo a decir nada mas porque ella se arrodillo frente a él y comenzó a acariciar su intimidad.. despues con cuidado saco su intimidad palpitante por la excitación y el roce de ella, y la coloco su h0mbría en su b0ca y ayudándose con su man0… lami4, t0caba y b3saba toda su intimid4d…

El duque estiro la cabeza hacia atrás mientras disfrutaba el plac3r que le entregaba su esposa, cuando estuvo cerca de terminar, intento mover a Maddie pero ella lo miro coqueta y sonrio sensual cuando él acabo limpiándose la comisura de los labios..

[¡cielos este canario es irresistiblemnte travieso]

Maddie: ¿ahora si me perdonas?

El duque la miraba sorprendido y solo asintió torpemente..