en proceso:
los humanos somos los únicos seres pensantes que podemos decidir que es bueno y que es malo, de igual forma podemos decidir que tan profundo queremos que sea el dolor y cuanto tiempo, ya que este nos puede consumir, pero lo que hayamos vivido en la infancia, adolencia, no define lo que somos o queremos ser.
acompaña en esta historia donde Einar De luca y Freya Ricci desde Niños supieron lo complicado y difícil que puede ser la vida, acompáñame a descubrir que caminos eligieron.
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capitulo 6: Seré más fuerte.
El señor Ricci se acercó a la cama donde se encontraba su nieta y se sentó al lado de ella.
La pequeña lo miró y se abrazó a él sin Llorar solo lo abrazaba con todas sus fuerzas, el hombre solo correspondió el abrazo y solo dejo salir unas palabras.
-Estoy aquí pequeña, todo estará bien.
después de unos Minutos el señor Leonard hablo.
-Freya mi niña, deja que te cambien esa ropa para ir a casa- tomo el conejo y lo iba a tirar a la basura y la pequeña hablo.
- No, no me quites a cuco por favor.
el señor Leonard la miro.
- Pero este ya no debe de estar contigo, te compraré otro.
- Por favor abuelo, cuco no.
el señor Leonard con tristeza miró a su nieta.
-Esta bien, pediré que lo bañen muy bien, pero ahora tendremos que guardarlo- la pequeña asintió con la cabeza.
Se escuchó que alguien tocó la puerta de la habitación.
-Buenas noches, Señor, soy Adel
- Adelante pasa- comento el señor Leonard.
En ese momento ingresó a la habitación, una mujer alta delgada, tenía la edad de su madre 29 años.
Miro con gran ternura a la pequeña, sin embargo al ver a la pequeña en ese estado le partió el corazón.
- Señor trajeron lo que solicito, las cosas de la pequeña.
- Freya mi niña, ella es Adel te ayudará a vestir para poder ir a casa.
La niña lo observo y asintió con la cabeza.
Adel se acercó a la pequeña y miró el conejo al cual Freya permanecía a Ferrada, mira tengo una idea, tomo una toalla que estaba en la maleta.
- Mira por qué no lo dejas aquí en la toalla y mañana lo llevaremos para que lo dejen como nuevo.
unos segundos después la pequeña accedió a separarse de su conejo, Adel solo lo envolvió y lo guardo.
- ven, quitaremos esta pijama, pondremos una nueva- Adel comenzó a cambiarle la ropa a Freya.
más tarde el señor Leonard salía con su nieta en brazos, a fuera muchos reporteros estaban esperando para poder entrevistarlo los guardaespaldas trataban de alejarlos.
El señor Leonard no hizo ningún comentario, después de todo era la segunda vez que pasaba por eso.
Cuando su hija nació su esposa murió, el tuvo que salir con la bebé y evitar a todos los reporteros.
Freya se encontraba dormida en los brazos de su abuelo, era todo lo que le quedaba de su esposa e hija.
Llegaron a la casa, Leonard acostó a la pequeña Freya en su dormitorio, estuvo cuidando toda la noche.
para medio día había gente dentro del cementerio despidiendo a Lina.
El señor Leonard al igual que Freya estaban parados a un costado del ataúd, ambos vestían de negro a Freya se le podía notar la tristeza en su carita a mucha de la gente les parecía normal no ver le Llorar.
creían que era por su edad ya que no entendía la situación, sin embargo era todo lo contrario ella comprendía mejor que todos.
El señor Leonard y Freya fueron los últimos que pasaron juntos para despedirse de Lina.
-hija tal vez si hubiera sido más exigente contigo y no permitir que te casarás con ese imbécil, hoy estarías conmigo, eras todo lo que tenía- se dijo el hombre a si mismo con un suspiro profundo y unas lágrimas rodando por sus mejillas dejo una rosa roja sobre el ataúd de su hija.
- Cuidaré de Freya- comento en voz alta y giro para mirar a su nieta que la tomaba de su mano.
Unos segundos después se escuchó hablar a la pequeña Freya.
--Adios mama, desde ahora en adelante seré Fuerte, no seré débil como tu- la pequeña dejo una rosa blanca sobre su madre soltó la mano de su abuelo dió media vuelta y se retiró sin mirar atrás.
Su abuelo solo la miro alejarse del lugar y fue cuando camino de tras de ella sin decirle nada la tomo de la mano y caminaron al auto donde los esperaba Adel y su chófer también vestían de negro.
En cuanto llegaron a casa, el señor Leonard hablo con Freya.
La sentó sobre su escritorio, el se sentó en la silla frente a ella.
- necesitamos hablar pequeña- comento su abuelo .
Freya asintió con la cabeza diciendo si.
- bueno, se que es difícil para ti, tu madre te amaba mucho Freya. Se que ahora estás triste por qué no la verás más pero ella siempre estará a tu lado- comento el señor Leonard dándole unas palabras de consuelo a la pequeña niña.
Freya lo miró sin algún gesto en su rostro y después hablo.
-¿ me amaba? No, ella no lo hizo, de ser así ella estaría conmigo, hubiera luchado por mi, no fui importante, fue más importante ese hombre que nos abandonó.
Lastima
t felicito /Good//Heart/