Diana es una chica de solo 20 años que, se ve comprometida con el que tiempo atrás fuera su novio, sin embargo ella se niega a casarse por que el es un mujeriego qué siempre le fue infiel durante su relación y es por eso que ella decidió terminar la relación. Sin embargo su padre debe una cuantiosa suma de dinero a causa de un negocio que salió mal y el se ve en la necesidad de comprometer a su hija con Roberto su ex novio a cambio de él pagar la deuda. Diana esta tan decepcionada y molesta que se va a un bar a beber y allí se encuentra con Mateo quien cambiara su vida por completo.
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Capítulo 11
Mateo dejo su portátil y ambos pasaron al comedor.
A Diana le resultaba difícil pasar bocado a pesar de que moría de hambre, ya que por andar recogiendo sus cosas y ayudándole a tía Lulú, ya no le había dado tiempo de comer algo así que solo traía en su estómago el pan tostado qué había desayunado por la mañana.
Sentía un nudo en la garganta por lo nerviosa qué estaba y más porque Mateo no le quitaba la vista de encima.
Diana decidió romper el silencio, diciéndole a Mateo qué prefería ir ella sola a casa de sus padres, Mateo la miro con curiosidad, no sabía por qué prefería ir sola, cuando todo sería más fácil si fuera con él y la respaldará.
Diana siguió insistiendo en ir sola, y Aunque Mateo se negaba inicialmente, termino accediendo.
Al lograr que Mateo aceptara Diana suspiró aliviada, ya que no quería ir con Mateo por temor a como reaccionarian sus padres, le daba pena que ellos la fueran a insultar o a humillar frente a él.
Al estar más tranquila finalmente Diana pudo terminar de cenar, su estómago realmente lo agradeció.
Al terminar Diana se sintió cansada, lo único que quería era ir a descansar.
Mateo noto lo agotada que Diana se veía y sonriendo con su voz grabe, pero dulce a la vez le dijo.
- Cariño retírate a descansar ha sido un día muy agotador para ti.
Diana no dudó en retirarse era lo que más deseaba así que se levantó y se encaminó a su recámara apenas había dado unos paso Mateo la detuvo, deberías despedirte de mí antes de irte, Diana giró su cabeza buscando algo y dijo ahora no hay nadie así que no veo porque tengo que ser cariñosa contigo, dejémoslo solo para cuando haya alguien más.
Al día siguiente Diana, iría a casa de sus padres, así que se preparó y después de desayunar, se puso en camino aunque Mateo no fue con ella él hizo que uno de sus trabajadores la acompañará.
Tiempo después ya estaba frente a la casa de sus padres, Diana nerviosa se dispuso a entrar.
Diana entró y por suerte sus padres estaba terminando de desayunar, ella se acercó a ellos para saludarlos, pero, sin embargo, su madre se dio la vuelta de mal modo para no saludarla y su padre solo le hizo una seña con la mano para que no se le acercara a su hermana mejor ni se acercó.
Fátima la madre de Diana, le dijo espero que hayas vuelto para casarte con Roberto. No sé cómo tienes el valor de presentarte ante nosotros después de que todo este tiempo has intentado vender las tierras, tu padre no pretende vender las tierras él solo intenta capitalizarse para volver a intentar cultivarlas.
- Padre lo mejor es vender las tierras y pagar al banco todo lo que se debe y con lo que resta puedes invertir en algo más, aunque es inútil nadie las quiere.
Pero yo seguiré buscando una solución he pensado en rentarlas o pasarlas a medias, solo es cuestión de encontrar al indicado.
- Si te casas con Roberto no sería necesario todo esto, pero eres tan terca prefieres que tu familia se hunda solo por un capricho tuyo.
- No es capricho Roberto no es una buena persona y precisamente he venido a decirles qué me he juntado con alguien más, ahora mismo ya vivimos juntos así que es mejor que se olviden del trato qué hayan tenido con el idiota de Roberto.
- Fátima se molestó al escuchar a Diana decir que ya vivía con alguien más y sin pensarlo le dio una fuerte cachetada, mientras le gritaba que era una p**a. Diana solo masajeo su cara con la mano mientras lágrimas fluían como un torrente, su padre por su parte se quedó callado mientras Fátima le gritaba y humillaba a Diana.
El peón qué la acompañaba se había quedado cerca de la puerta, pero al escuchar todo lo qué pasaba entró de inmediato, y justo cuando Fátima iba a golpear una vez más a Diana él le agarro la mano, poniendo a Diana tras de él.
Fátima gritaba molesta que la soltara, él peón la soltó no sin antes decirle que no volviera a tocar a la señorita Diana o de lo contrario se las vería con su patrón.
Fátima al ver lo molesto qué se veía ese hombre se calmó y retrocedió un poco hasta ponerse cerca de su esposo.
Diana se dio la vuelta para salir, pero su madre le grito, - Diana no puedes ser tan desconsiderada y dejarnos solos con este problema, tu padre ira a la cárcel si no pagamos pronto y la casa y los terrenos serán embargados.
Diana se detuvo y mirándola le dijo, yo buscaré la solución dame los papeles de la tierra, o de lo contrario encuentren una solución ustedes, conmigo no cuenten.
La hermana de Diana se le acercó y le dijo Diana, no vez lo preocupado qué están nuestros padres porque tenías que irte con otro hombre si Roberto es un gran partido es guapo y tiene mucho dinero con él nada te faltaría.
- Si es tan bueno, guapo y adinerado como dices por qué no te casas tú con él, anda corre con él. Serian una buena pareja.
Fátima intervino y le dijo, - Como te atreves a decirle eso a tu hermana, ella no es como tú qué te fuiste con el primer hombre que encontraste.
Diana río irónicamente, - Claro se me olvidaba ella si es perfecta no como yo que nunca puedo hacer nada bien.
En ese momento se acercó el peón a Diana y la tomó de la mano- Es mejor que salgamos ahora señorita...
Diana subió a la camioneta, sin decir palabra alguna solo unas cuantas lágrimas corrían por sus mejillas y antes de que se pusiera en marcha salió Fátima gritando Diana aquí están los papeles hazte cargo o de lo contrario no vuelvas a casa.
Al momento qué Fátima vio que Diana salía comprendió que si ya no tenían el trato con Roberto y si Diana no les ayudaba ellos estaban realmente perdidos destinados a vivir en la miseria, nadie de ellos sería capaz de solucionar el problema y aunque le molestaba reconocerlo Diana era la única con el coraje y la inteligencia para afrontar un problema así.
Así que rápidamente corrió a sacar las escrituras del terreno y corrió a dárselos a Diana.
Diana los tomó y enseguida se marcharon.
Fernando Rico.