En un mundo donde la cultura y el trabajo se entrelazan, Sofía Gómez, una joven y talentosa diseñadora gráfica colombiana, se aventura en la vibrante ciudad de Seúl, Corea del Sur, en busca de nuevos desafíos. Al unirse a una prestigiosa empresa de diseño, se encuentra con Ji-Hoon, el enigmático y atractivo presidente, cuya exigencia y misterio la intrigan.
Mientras Sofía se adapta a su nuevo entorno y se esfuerza por demostrar su valía en el competitivo mundo del diseño, comienza a sentir una conexión inexplicable con Ji-Hoon. Sin embargo, su relación se ve complicada por las barreras culturales, la jerarquía laboral y los secretos del pasado.
A medida que Sofía navega por las complejidades de la oficina y la cultura coreana, debe enfrentar sus propias dudas y temores. ¿Podrá superar los obstáculos y encontrar su lugar en esta nueva realidad? ¿Y qué pasará cuando su corazón se encuentre atrapado en una red de sentimientos prohibidos?
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Capítulo 24: “Bajo las Estrellas”
La gala transcurría en un ambiente festivo y elegante, con luces brillantes que iluminaban el paisaje marino y melodías suaves que llenaban el aire. Sofía observaba el espectáculo, sintiendo un ligero nerviosismo en su estómago. La belleza de la noche y el glamur del evento parecían estar diseñados para impresionar, y ella se esforzaba por disfrutar de cada momento, aunque había algo más en su mente que la distracción de las velas encendidas y las risas de los invitados.
Mientras se acomodaba en una de las mesas, un grupo de hombres a su lado la miraba con admiración, aunque ella no lo notaba. Su vestido azul noche se ceñía a su figura, resaltando sus curvas y sus rasgos delicados. A medida que se movía, las miradas se posaban en ella, pero Sofía estaba demasiado concentrada en sus pensamientos para darse cuenta de la atención que atraía.
Al poco tiempo, escuchó una voz familiar detrás de ella, profunda y seductora. "Sofía," dijo el presidente Ji-Hoon, acercándose con una sonrisa genuina. "Te ves impresionante esta noche."
Su voz, con ese tono ronco que siempre la hacía sentir un escalofrío placentero, resonó en sus oídos. Sofía sintió que el corazón le latía con más fuerza. "Gracias, presidente Ji-Hoon," respondió, intentando mantener la compostura. "Es un evento muy bonito."
"Me alegra que te guste," dijo él, tomando asiento a su lado. "He estado observando a todos los equipos y me siento orgulloso del trabajo que han hecho. La forma en que han presentado sus proyectos ha sido excepcional."
Sofía sintió que la conversación fluía de forma natural entre ellos, como si no hubiera una barrera de formalidad. "Agradezco su apoyo. Todo el equipo ha trabajado muy duro, y tener la oportunidad de estar aquí significa mucho para nosotros."
Mientras hablaban, Sofía se dio cuenta de que la forma en que Ji-Hoon la miraba, con esa intensidad que a veces la hacía sentir expuesta, también le provocaba una extraña confianza. La química entre ellos era palpable, y ella disfrutaba cada momento de su cercanía.
"Debo admitir que me encanta escuchar tu voz cuando hablas de tus proyectos. Tienes una forma de hacer que incluso los conceptos más complicados suenen apasionantes," comentó Ji-Hoon, inclinándose un poco hacia ella. Su mirada era cálida y sincera, y Sofía sintió que se sonrojaba ante el cumplido.
"Es fácil apasionarse por lo que uno ama," respondió ella, sonriendo. "Y a veces, compartirlo con alguien que realmente escucha hace que todo sea más especial."
Mientras continuaban conversando, Sofía notó que la atención de algunos hombres en la gala se centraba en ella. Sus miradas eran curiosas y llenas de admiración, pero ella no podía entender por qué. No era consciente de la impresión que causaba, atrapada en la burbuja de su conversación con Ji-Hoon.
"Debemos tener más oportunidades para trabajar juntos," dijo Ji-Hoon, con una mirada que parecía prometer más que solo colaboración. "Creo que podrías aportar mucho a otros proyectos."
"Me encantaría," respondió Sofía, sintiendo que su voz se desvanecía un poco bajo la atención que recibía. "Siempre estoy dispuesta a aprender y crecer."
"Y lo haces de manera admirable," agregó él, acercándose un poco más, dejando que un silencio cómodo se instalara entre ellos. Era como si el bullicio de la gala se desvaneciera, y solo existieran ellos dos en ese momento.
Sofía no podía evitar notar cómo sus manos se movían al hablar, enfatizando sus palabras, y cómo la mirada del presidente se mantenía firme en su rostro. La mezcla de admiración y atracción entre ellos era innegable, y por un instante, Sofía se sintió atrapada en una especie de magia que la hacía olvidar todo lo que la rodeaba.
"¿Te gustaría dar un paseo por la playa después de la cena?" preguntó Ji-Hoon, rompiendo el hechizo momentáneamente. "Hay algo especial en la brisa del mar esta noche."
El corazón de Sofía dio un vuelco ante la invitación. "Me encantaría," respondió, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. "Pero, ¿no deberíamos quedarnos aquí con el resto del equipo?"
"Los demás estarán bien. A veces es bueno desconectarse un poco del bullicio. Además, creo que mereces un momento de tranquilidad después de todo el trabajo duro," dijo él, sonriendo con esa confianza que siempre la hacía sentir segura.
A medida que se acercaba la cena, Sofía no podía dejar de pensar en la invitación del presidente. La idea de caminar a solas con él, bajo la luz de la luna y el suave murmullo de las olas, le llenaba el corazón de expectativas.
Mientras los hombres la seguían mirando, ella decidió ignorar el resto del mundo y concentrarse en ese momento compartido con Ji-Hoon. Era una oportunidad para profundizar su conexión, para explorar lo que esa química realmente significaba.
Con una sonrisa nerviosa, Sofía se perdió en la conversación, disfrutando de la velada mientras la gala continuaba a su alrededor, completamente ajena al efecto que estaba causando. La noche prometía más sorpresas, y ella estaba lista para descubrirlas.
Continuará…
