En Sus Brazos

Volteo en dirección donde escucho la voz apagada de mi pequeño y me acerco a él que está parado en la puerta de la cocina con su manta abrazada...

- Mi principe.

- Mami me duele la cabeza... --no tiene buena cara--

Termino de llegar a él, le acaricio la cara y noto que está muy caliente...

- Mi amor, estás ardiendo en fiebre...

- Me duele mami. --lo cargo para llevarlo a la oficina y darle una medicina--

- Chicos sigan ustedes.

- No se preocupe señora Abbi, yo me encargo.

- Gracias, Gregorio...

Salí con mi hijo en brazos hacia la oficina, le di una medicina y le coloque pañitos de agua fría en la cabeza...

📱 Hola!

📱Alice, amiga tengo que salir. ¿Te falta mucho para llegar a la panadería?

📱Ya voy de regreso. Que paso?

📱Miguel está prendido en fiebre y no le ha bajado casi nada.

📱Pero no me esperes Abbi, lleva al niño al hospital. Gregorio se hará cargo de todo en la panadería, no te preocupes.

📱 Amiga que haría sin ti?

📱Déjate de tonterías! Ya te alcanzo, nos vemos en el hospital.

Le dije a Gregorio que quedaba a cargo y le expliqué lo más rápido que pude, mientras él me ayudaba a cargar a Miguel hasta el auto. De lo apurada que salí ni me di cuenta de que se me quedó olvidado el teléfono, me imagino que en la mesa de la oficina...

Llegué al hospital con mi hijo en brazos y rápido el personal me atendió, lo colocaron en una camilla mientras lo revisaban y me hacían una serie de preguntas...

- Nombre del menor?

- Miguel Bianco. --respondo--

- Que parentesco tiene con el menor?

- Soy su mamá.

- Ok, señora Bianco --ya no soy la señora Bianco, pero no voy a perder mi tiempo explicándole a la enfermera-- Desde cuando el niño está presentando fiebre?

- Desde hace unas horas, vea señorita él llegó del colegio normal como todos los días, se lavó las manos antes de tomar el almuerzo, descanso un rato, en la tarde tomo su siesta como todos los días, pero hoy se despertó con el malestar. --mientras veo que la doctora lo está examinando--

- Señora Bianco! --y dale con señora Bianco, me voy a colocar un letrero en la frente que diga que soy divorciada, pero eso no importa en estos momentos-- Vamos a bajarle la fiebre con un baño.

- Está bien!

- Tiene alguna toalla, sábana o algo para secar al menor?

- Sí, si --pensé rápido, pues lo bueno es que en el carro siempre tengo un bolso preparado con ropa y algunas cosas de mi pequeño, porque nunca sabemos cuándo vamos a necesitar darle una ducha por estar jugando o por cualquier imprevisto como este precisamente-- Ehhh! No se muevan de aquí, voy rápido al carro a buscar el bolso...

- No se preocupe señora, la enfermera lo llevará al baño.

- Ok, ok... No me demoro nada.

- Abbi! ¿Amiga que te dijeron? ¿Cómo está, Miguel?

- Alice, que bueno que llegaste! --sentí un gran alivio al ver a mi amiga en el pasillo-- Voy al carro por un bolso...

- Dame las llaves, yo te lo busco...

- Te lo agradezco tanto...

Alice fue por el bolso mientras yo me quedé al pendiente de todo lo que pasaba con mi hijo, después del baño que por fin pudieron bajarle la fiebre con una medicina y evaluaron mejor, le mandaron a hacer unos exámenes de laboratorio...

- Abbi, te estuve llamando...

- Amiga, es que salí tan rápido que creo que deje el teléfono en la oficina. --mientras me da un vaso con un té-- Gracias.

- Te entiendo! ...Sebastián llamó y le dije que estábamos aquí en el hospital.

- Sebastián! Se me olvidó por completo --mientras coloco una mano en mi frente-- Él había quedado de ir por Miguel.

- Bueno! Ya debe venir en camino.

- Me imagino que sí...

Estuvimos en silencio como por 5 minutos, Miguel está dormido en una camilla en el área de observación, la doctora dice que lo evaluará en una hora y depende de cómo siga su fiebre lo dará de alta.

- Abbi? --llego Sebastián con su notable preocupación, por instinto me abrazo y yo le respondí de igual manera-- Como está? No me avisaste? --coloco mis mejillas entre sus cálidas manos mientras me mira fijamente con sus ojos llorosos-- Me asustaron, no respondiste mi llamada...

- Lo siento ... Sebastián todo fue tan rápido...

- Que dijeron los doctores?

- Amigdalitis...

Me volvió a abrazar, Alice se fue dejándome en compañía de Sebastián...

- Amiga, me gustaría quedarme contigo...

- No te preocupes Alice, deje una cosas tiradas en el trabajo...

- No te preocupes, mañana me hago cargo con Gregorio.

- Gracias...

- Abbi! Cualquier cosa me avisas, si? --me da un abrazo--

- Gracias por todo Alice, nos vemos mañana.

- Hasta mañana! Sebastián me la cuidas bien.

- Descuida Alice, gracias por venir y hacerle compañía a Abbi.

- Saben que cuentan conmigo.

- Gracias... --se despiden con un beso en la mejilla y Alice se va--

La hora fue pasando lenta, la doctora dijo que mejor dejaba a Miguel en observación toda la noche y allí pasamos la noche en la sala de observación junto a nuestro hijo. El teléfono de Sebastián no paraba de sonar hasta que lo coloco en silencio, él había realizado y contestado algunas llamadas, pero luego me imagino que era Lisbeth la que le estaba reventando el teléfono... Dormí recostada de la cama de mi pequeño y Sebastián en una silla cercana, bueno si es que a esto se le puede llamar dormir... Lo bueno fue que a mi príncipe lo dieron de alta temprano y así aprovechamos de hacerle los exámenes de laboratorio.

Sebastián insistió en llevarnos a casa y la verdad con lo cansada que estaba no quería manejar, al llegar a casa Sebastián llevo cargado a Miguel a su habitación y lo acostó, mientras yo prepare té para luego conversar por un poco rato...

- Abbi por qué no me llamaste?

- Lo siento Sebastián, todo fue muy rápido, de pronto estaba en la cocina de la panadería cuando Miguel me dijo que se sentía mal, al tocarlo lo sentí caliente entonces lo lleve a la oficina le di una pastilla y le coloque pañitos de agua fría, pero nada estaba funcionando, entonces llame a Alice que había salido dejé a Gregorio a cargo de la panadería, Alice me alcanzó en el hospital y fue que me di cuenta que no tenía mi teléfono.

- Me preocupe mucho. Sabes? Cuando Alice me dijo que estaban en el hospital pero más fue mi preocupación cuando llamé y no me contestaste.

- No fue mi intención, sin querer dejé el teléfono en el trabajo... ¡Sebastián! Disculpa, estoy bastante cansada.

- Yo me puedo quedar al pendiente de Miguel mientras tú descansas.

- No creo que sea buena idea.

- Por qué no? Anda a descansar tranquila, yo me quedo pendiente de nuestro hijo.

- Te lo agradezco...

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...🌻❤️🇻🇪😊...