El Retrovisor De Mi Vida

Después de la cena, me acosté y empecé a imaginar miles de escenarios donde Marco me rechazaba por ser como soy, una persona curvas y llena de inseguridades que se transformaban en ingenuidad. Sé que está mal pensar en un posible lugar donde yo misma no quiero entrar a probar, esto significaría salir de mi zona de confort.

Soñé que estaba en una relación maravillosa con él, que teníamos una familia. Pero lo que más me aterró de mi sueño es vernos, que teníamos una vida íntima activa, yo nunca he estado con nadie, ni un beso he dado. Me levanté asustada por lo vivido, eran las tres de la mañana y no pude volver a conciliar el sueño, entonces me levanté me aliste para salir a trotar y no pensar en nada, cuando volví me cambié salí directo para la oficina, fui la primera en llegar.

Estuve sola alrededor de media hora donde me dedique a adelantar los documentos pendientes del caso de divorcio para archivarlo, ya se había concretado satisfactoriamente.

Cuando llego Laura me preguntó por qué no la espere y le inventé que tenía que terminar algo a primera hora.

Durante mi jornada, no tuve más contacto con Laura o Jorge o el mismo Marco. Fue un día tranquilo, donde me sentí tranquila.

En hora de la tarde cuando estaba terminando unas copias para el día de mañana, dónde sería una reunión importante del acuerdo comercial.

Sentí que algo tocó mi pierna, me asusté un poco, cuando mire había un niño hermoso de unos tres años, volteé a mirar si había alguien cerca, pero no había nadie.

Me agaché y le pregunté:

Beige: Hola cómo te llamas, eres un niño muy lindo.

Él me miró, cómo buscando algo en mí.

Apenas estaba aprendiendo a hablar, pero me respondió.

Niño: soy Francisco, aquí trabaja mi papá.

Beige: ¿quién es tu padre?

¿quién te trajo y te dejo solo?

El niño solo dijo:

Mi papá se llama Maco

Vine con mi niñera, pero me escapé.

No me gusta ella.

Me regaña y no me quiere.

Beige: Te llevaré con tu papá, creo saber quién es.

Tu niñera te ha llegado a hacer algo.

Él no respondió nada.

Lo alcé y lo llevé a la oficina del doctor Paz, está vez no venía nerviosa o con una sensación de nervios, venía con zozobra de lo que podía estar viviendo el pequeño.

Esté pequeño y me trae paz, este pequeño que crea en mí la necesidad de protegerlo.

Toqué la puerta y no atendía nadie la puerta, entonces me tomé la libertad de ingresar.

Cuando ingresé me encontré con una escena, que no esperaba.

Salí del lugar con el pequeño en brazos y no dije nada. Cuando ya estuve lejos, le pregunté al pequeño si tenía hambre y lo lleve a comer algo.

Mientras le enviaba un mensaje al doctor Paz informándole que yo tenía al pequeño y dónde me encontraba.

No estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones, no pensé que una mujer se pudiera comportar de esa manera, ya entiendo por qué no cuida bien al pequeño Francisco, su interés es otro.

¿que será lo que ocurrió?

¿ que hará Marco?

¿que pensará de la situación?

¿Podré estar cerca de este pequeño, que despertó mi maternidad, querer cuidarlo, amarlo?