Un Contrato Para Amar

La llegada de Emiliano hoy al café me ha dejado por las nubes. No sé qué me pasa con él, su cercanía altera mis sentidos.

He comenzado a fantasear sobre lo que sentiría con un beso suyo. Hace años tuve un amor platónico, pero nunca he tenido un novio. Soy inexperta en el tema de las relaciones amorosas y él es un hombre maduro y claro que con mucha experiencia.

No tengo oportunidad con alguien como él. Esta noche iré a un club con mis amigos, desde lo sucedido en el café no he vuelto a encontrarme con Antonio y no creo que tenga tan mala suerte como para toparme con él en ese lugar.

Sonia viene a arreglarse conmigo. Ella elige un vestido verde esmeralda, corto, con una pequeña abertura lateral. Lo combina con unos stiletos color negro.

Yo llevo una minifalda negra con lentejuelas y una blusa de manga larga con un escote profundo, zapatillas negras. Mi cabello suelto lacio, mis ojos maquillados con un ahumado y mi boca con un labial rojo.

Nos espera una gran noche, en el club nos esperan Javier y Teo.

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Esta semana llegó a Madrid Felipe Santander, gran amigo de Emiliano. Abogado de profesión emigró a México hace cinco años y ahora está de vuelta en su país natal.

Esta noche después de mucho insistir ha convencido a su amigo de salir a pasarla bien a un club. Cuando él se fue de Madrid Emiliano se recuperaba de la pérdida de Julia.

Una vez en el club piden una botella del mejor whisky y se instalan en el área VIP.

- ¡Salud, querido amigo! Por una gran noche.

- ¡Salud! Espero que lo sea, me trajiste aquí prácticamente a la fuerza.

- Emiliano, deja la amargura, amigo. Ya es tiempo de que dejes el pasado en su lugar y vivas.

- Estoy viviendo.

- No es así, ¿crees que a Julia le gustaría verte así?

- ¿Así cómo?

- Muerto en vida.

- Es que debería de estar muerto, ella y mi hijo deberían de ser los que estuvieran vivos. No yo.

- Pero no es así, estás vivo y no puedes seguir solo sobreviviendo.

- Cambiemos de tema antes de que decida irme y dejarte aquí. Cuéntame, ¿has vuelto para quedarte?

- Así es. Mi trabajo en México terminó y vuelvo para quedarme.

- Me da gusto. Por lo que veo lo has dejado de ser un soltero empedernido.

- Eso jamás, el amor no es lo mío.

- Tú no quieres compromisos y si quieres que yo busque uno.

- Somos diferentes, tú si eres un buen prospecto de marido. Yo no podría.

En la pista se encuentran Kat y sus amigos, ajenos a la presencia de Felipe y Emiliano.

- Vamos por algo de beber, muero de sed- dice Kat.

Ya en la mesa, en el otro extremo del área VIP se sientan a tomar sus bebidas. Sonia y Javier están bastante ensimismados el uno en el otro.

- Creo que esos dos van a salir juntos de aquí- le dice Kat a Teo.

- Tú y yo deberíamos hacer lo mismo.

- Teo, no empieces. Sabes que somos amigos.

- Y tú sabes que me gustas desde hace tiempo. Te pido una oportunidad, eso es todo.

- Y yo te repito que no puedo verte de otra manera, eres mi amigo y así será siempre. Mejor vamos a bailar y démosle privacidad a estos dos.

Teo está cansado de insistir con Katherine, más no piensa darse por vencido. Aprovecha que están bailando para acercarse más de a ella. Kat pone su mano sobre su pecho para mantenerlo a raya.

Mientras tanto Felipe nota a una chica que llama su atención y se la muestra a Emiliano. Entre la multitud distingue a Katherine y no puede evitar ver que está acompañada por uno de sus amigos que al parecer insiste en acercarse demasiado a ella y se le nota incómoda.

Felipe baja a buscar a la chica que ha llamado su atención y Emiliano aprovecha para acercarse a Kat. En esta ocasión además de la fuerte atracción que siente por ella, aparece la necesidad de protegerla del tipo que la acosa.

Se aproxima a ellos mezclándose entre la multitud, con los dedos toca el hombro del chico que baila con Kat.

- Me parece que estás incomodado a la señorita- le dice en un tono de voz más fuerte de lo habitual para hacerse escuchar a pesar del ruido.

- No te metas en lo que no te importa- responde Teo molesto.

- Emiliano, qué sorpresa- manifiesta Kat- Teo, iré a tomar algo- le dice para evitar una confrontación entre ambos.

- Como quieras- responde molesto y camina rumbo a la barra del club.

- Parece que siempre hay algún acosador del cual te debo proteger.

- Teo es mi amigo, simplemente se niega a aceptar la realidad.

- ¿Y cuál es esa realidad?

- Que nunca podré verlo más que como a un buen amigo.

- Debe de ser difícil tenerte tan cerca y no poder tenerte.

- Estás exagerando.

- Para nada.

Emiliano lleva a Kat a su mesa y se sirve un whisky.

- ¿Tonas whisky o te pido algo más?

- Una margarita está bien. Prefiero el tequila al whisky.

- Vaya, espero que sepas tomarlo. No quiero estar cuidándote el resto de la noche.

- Tengo bastante resistencia al alcohol, despreocúpate.

Al parecer las bebidas comienzan a hacer efecto y ambos se sienten más cómodos y desinhibidos. Después de un par de copas más se dirigen a la pista a bailar.

Katherine se ha olvidado por completo de sus amigos y Emiliano de Felipe que está muy ocupado con su nueva conquista.

Se dejan envolver por la música, sus cuerpos se rozan. Las manos de Emiliano se afianzan a las caderas de Katherine. Ella lleva las suyas hasta el cuello de él y las entrelaza en su nuca.

En este momento no existe nadie más que ellos dos, Emiliano ha dejado de razonar y se está dejando llevar por la atracción que siente por Kat.

Para ella cada una de estas sensaciones es totalmente nueva, no puede apartar la mirada de esos labios carnosos que ya ha imaginado besar.

Se miran a los ojos y el mundo se detiene. Emiliano se apodera de esos labios a los que ha intentado resistirse. La pega a su cuerpo y ella no se resiste.

De inmediato se da cuenta de que ella no sabe besar y aun así intenta seguirle el ritmo. Con habilidad abre su boca con la lengua para invadirla y saborear su interior.

Teo los observa a la distancia y no puede evitar acercarse a reclamarle a la chica de la que ha estado enamorado siempre.

- Eres una hipócrita Katherine- la voz de Teo los hace separase confundidos- a mí no puedes darme una oportunidad, pero sí te besas con este tipo que es prácticamente un desconocido. Solo espero que no te rompa el corazón.

Teo se marcha más que molesto, desilusionado y este exabrupto devuelve a Emiliano a la realidad.

- Lo siento, Katherine. Esto no debió suceder. Fue inapropiado de mi parte.

- ¿De qué hablas? Tú lo querías y yo también.

- Eres menor y no es bien visto que un hombre de mi edad se relacione con alguien tan joven como tú.

- Hablemos en otro lugar.

Katherine abandona la pista y Emiliano la sigue hasta la zona VIP.

- ¿Me estás despreciando por que es mal visto por la sociedad? ¿De verdad tienes esos prejuicios absurdos sobre la edad?

- No es un desprecio, eres una chica hermosa. Yo soy el problema.

- No entiendo de qué problema hablas.

- No tengo nada que ofrecerte, mereces a un hombre libre de ataduras y ese no soy yo.

- Eres un idiota, Emiliano.

Katherine se da la vuelta y se marcha molesta, dejando a un Emiliano confundido y visiblemente afectado.

Sonia ve salir a Kat y la sigue.

- Amiga, espérame. ¿Te vas?

- Sí, no te preocupes. Sigue divirtiéndote, hablamos mañana.

- ¿Estás bien?

- Sí, de verdad.

- No me gusta que te vayas sola, le aviso a Javier y nos vamos.

- No, no quiero arruinarte la noche.

- Deja de discutir, no te vas a ir sola.

Sonia regresa unos minutos después y se van juntas.

Emiliano se despide de Felipe y sale apresurado a buscarla, pero ya no la alcanza y también se marcha.

Katherine se siente contrariada, no entiende por qué Emiliano la rechaza cuando es evidente la atracción que ambos sienten.

Ese beso la dejó deseando más, todavía percibe su aroma impregnado en su piel. Su falta de experiencia no fue un impedimento, simplemente se dejó llevar.

Emiliano llega a su Penthouse, se siente pésimo, tiene la impresión de haberle faltado a Julia y quisiera olvidar lo que sintió al besar a Kat.

Su cabeza es un lío. Esa niña lo está volviendo loco. Ha venido a poner de cabeza su mundo y no sabe qué hacer. Quisiera poder amarla, pero no está seguro se poder superar a Julia y no quiere hacerle daño.