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El Día Que Dijiste Adiós

El Día Que Dijiste Adiós

Status: Terminada
Genre:Romance / Viaje En El Tiempo / Completas / Amor a primera vista / Amor eterno
Popularitas:25.8k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Nix Agriche

A veces, la vida nos juega una mala pasada. Nos hace probar el dulce néctar del amor, para luego arrebatárnoslo como si fuera una burla. Ésta historia le pertenece a ellos, aquéllas dos almas condenadas a amarse eternamente, Ace e Isabella.

—¿Seguirás amándome en la mañana?.
—Toda la vida, mi amor...

NovelToon tiene autorización de Nix Agriche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 11

...Ace....

Désde que rompí con Angélica, he estado recibiendo bastantes mensajes de odio por parte de sus familiares y amigos.

Incluso varios de mis propios amigos se han cuestionado mí decisión.

Ellos dicen que he cometido un error pero, yo no lo veo de ese modo.

Uno de mis mejores amigos en particular, se encontraba mayormente ofendido que el resto.

—En serio, hombre, ¿Cómo pudiste dejar a una mujer como Angélica? –Preguntó Jake, molesto–.

Suspiré.

—¿Qué querías que hiciera? Ya no siento lo mismo por ella, la quiero, pero no la amo. –Respondí con calma–.

—¡No me vengas con esa mierda! –Exclamó–. ¡Angélica me lo contó todo, dijo que hay otra mujer! ¡¿Cómo pudiste hacerle ésto a ella?! –Golpeó la mesa frente a el–. Angélica es la mujer más hermosa, dulce y amable que existe en el mundo. Ella te eligió y respetó, ¿Y ahora tienes el tupé de decir que <>? –Señaló indignado–. ¡¿Qué demonios te pasa?! –Declaró furioso–.

No me sorprende su reacción.

Lo cierto es que Jake ha estado enamorado de Angélica désde que íbamos a la secundaria.

Sin embargo, Angélica me eligió a mí.

Jake nunca dijo nada al respecto, él respetó su decisión. Se mantuvo al margen por su amor por ella, y nuestros años de amistad.

—Jake, sé que estás molesto. Pero, ya tomé mí desición...-

—¡NO ME VENGAS CON ESO! –Gritó Jake, interrumpiéndome–. ¡¿Tienes idea de lo que has hecho?! ¡Le rompiste el corazón a Angélica! ¡NUESTRA ANGÉLICA! ¡Y LO HICISTE POR UNA MUJER A LA QUE APENAS CONOCES! –Remarcó–. ¡UNA MUJER QUE NO VALE NADA PORQUE SE HA METIDO EN TU RELACIÓN CON TU NOVIA!. ¡¿QUÉ TIENE ELLA QUE LA HACE MEJOR QUE ANGÉLICA?! ¡DIME! ¡APUESTO A QUE YA TE HAS ACOSTADO CON ELLA! –Insinuó–.

Eso me enfureció.

No iba a permitir que hablara así de Isabella.

Ella no es ninguna rompehogares.

La persona que tomó la decisión de romper con Angélica he sido yo, Isabella no tiene nada que ver.

Y mucho menos le iba a permitir que insinuara que yo le había sido infiel a Angélica.

Golpeé la mesa, callándolo.

—Escúchame bien, Jake, será mejor que te calles ahora mismo antes de que te golpee. –Lo observé con ojos cargados de odio–. ¡¿Crees que tienes derecho a criticarme sólo porque somos amigos désde hace años?! ¡¿Te crees con el derecho a criticar a Isabella sólo porque estás enamorado de Angélica?!

Jake guardó silencio, observándome en completo shock.

Tal vez pensó que no sabía de sus sentimientos por Angélica pero, lo cierto es que lo supe hace mucho tiempo.

—¿C-Cómo lo...? –Balbuceó–.

—¿Cómo lo supe? –Lo interrumpí–. No eres el más discreto. Y, aún así, te consideré mí amigo. Incluso cuándo sabía que querías estar con MÍ novia. –Declaré molesto–.

—A-Ace yo...-

—Ni lo intentes. –Hablé de nuevo–. He soportado tus estupideces por mucho tiempo, te tengo un remoto afecto, te considero mí amigo. Pero, no voy a permitir que te creas con el derecho de cuestionar mis decisiones. –Lo observé y continúe–. Amas a Angélica, lo entiendo. Quieres protegerla porque le hice daño, lo respeto. Pero, si vuelves a insultar a Isabella, olvidaré que somos amigos y te golpearé hasta matarte. –Informé–. Isabella no es una rompehogares, y yo no soy un infiel. –Afirmé–.

Jake se quedó en silencio, observándome con incredulidad. Cómo si no pudiera creer mí arrebato.

Por mí parte, respiré hondo, calmándome.

—Amé a Angélica, por muchos años lo hice. Pero, ya no lo hago, ya no amo a Angélica. –Declaré–. Y ya me cansé de que todo el mundo se crea con el derecho de criticarme sólo por romper con una mujer a la que dejé de amar. Y si ésto se convertirá en más críticas, entonces dejémoslo aquí, porque un amigo debe apoyar al otro, no juzgarlo como si fuera el mismísimo diablo. –Señalé irritado–.

Jake respiró profundo intentando refutar.

—Ace, yo...-

—En lugar de venir aquí y actuar como un perro guardián por Angélica, deberías estar con ella consolandola. Quizás así ella te dé la maldita oportunidad por la que tanto has rogado. –Solté con veneno y salí del lugar–.

Estaba irritado.

¿Quiénes se creían esos imbéciles para atreverse a cuestionar mí decisión?

¿Qué maldita parte no entienden?

Ya no sentía lo mismo por Angélica, ¿Qué debía hacer? ¿Mentirle y decirle que la amaba? No iba a hacer eso, no sería justo para ella, ni para mí.

Me sentía irritado, furioso, frustrado.

Se supone que mis amigos deben apoyarme, pero todos se pusieron del lado de Angélica.

Quizás nunca fueron mis amigos en primer lugar.

Caminé por el campus, intentando despejar mí mente.

Mientras lo hacía, escuché una risa encantadora proveniente de una de las aulas vacías.

Me detuve y ahí estaba ella, Isabella, rodeada de sus demás amigos quiénes aparentemente estaban contando una anécdota divertida.

Pero, no les presté atención, mis ojos se perdieron en Isabella.

En su preciosa piel canela, la forma en la que su largo cabello castaño oscuro y hondulado bailaba con cada movimiento que ella hacia.

Me perdí en su sonrisa, y en sus preciosos ojos violetas que tanto me fascinan.

Me perdí en la forma en que su flequillo cae sobre sus pestañas.

Por un momento, sentí paz.

El simple hecho de verla, se siente como un bálsamo cálmante sobre mis frustraciones.

No dudé y entré.

Al instante me notaron.

Todos me saludaron pero ni los noté, mis ojos estaban puestos en ella y sólo en ella.

Isabella volteó y me sonrió.

No les puedo explicar las mariposas que sentí en ese momento.

—¡Ace! ¡Viniste! –Exclamó Isabella con una sonrisa–.

Maldita sea.

La forma en la que mí nombre suena en su voz, hace mí corazón latir tan rápido como nunca antes.

Quiero escucharla hablar siempre.

Escucharla reír.

Quiero que diga mí nombre por el resto de mí vida.

—¿Estás bien, hombre? Te ves algo agotado. –Comentó Joshua quitándome de mí hipnosis–.

—Ah, si, estoy bien. –Respondí, tomando asiento junto a Isabella–.

—Te ves cansado... –Comentó Isabella con su preciosa voz, haciéndome derretir–.

—Estoy bien, no dormí bien anoche. –Hablé suavemente observándola–.

—Ah, creo que mí amigo tuvo guerra anoche. –Bromeó Joshua, guiñandome un ojo–.

Sólo reí levemente.

—Nah, claro que no...-

Iba a refutar, cuándo escuché la voz de Angélica désde la puerta.

—¡¿ES ELLA?! –Gritó apuntando a Isabella–. ¡¿ES TU AMANTE?! ¡¿ÉSTA ES LA MUJER POR LA QUE ME DEJASTE?! –Exclamó furiosa–.

Tanto Isabella como sus amigos se quedaron en shock por su arrebato.

Todos intercambiaron miradas intentando comprender que estaba ocurriendo.

Pude ver el temor en los preciosos ojos de Isabella, ella estaba asustada y no lograba entender porque Angélica la estaba atacando de ese modo.

Me puse de pie y caminé hacia Angélica, tomando su muñeca para sacarla del lugar.

—¡SUÉLTAME, QUIERO HABLAR CON LA ZORRA POR LA QUE ME DEJASTE! –Gritó soltándose de mí agarre y yendo hacia Isabella–.

Cuándo Angélica estuvo frente a frente con Isabella, la abofeteó.

Me quedé estupefacto, al igual que el resto de los presentes.

—¿Q-Qué...? –Balbuceó Isabella en shock, mientras su mejilla se ponía roja por el golpe–.

Me hirvió la sangre al ver cómo Angélica golpeaba a Isabella.

Agarré la muñeca de Angélica con fuerza y la estrellé contra la pared.

—¡¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE HACES?! –Espeté furioso–.

Ella me miró anonadada, y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Era una reacción que esperaba, porque yo nunca le había hablado de ese modo.

—C-Cariño...

—¡NO ME LLAMES ASÍ! –La interrumpí–. ¡Y NO VUELVAS A PONERLE UN DEDO ENCIMA A ISABELLA, PORQUE TE JURO QUE HARÉ QUE TE ARREPIENTAS! –Le informé molesto–. ¡¿TE QUEDÓ CLARO?!

Angélica estaba pálida, ni si quiera pudo formular una respuesta.

La solté y fui hacia Isabella.

Ella estaba tan sorprendida y asustada.

Sus ojos tenían lágrimas y su mejilla tenía la marca de la mano de Angélica.

Se me hundió el corazón.

Acuné suavemente su rostro entre mis manos.

—¿Cómo pudo hacerle ésto a tu precioso rostro? –Hablé en voz baja, acariciando con suavidad su mejilla herida–.

Ella se estremeció.

—¿Qué acaba de pasar...? –Ella susurró temblorosa–.

—Lo siento tanto... Fue mí culpa, por favor perdóname, Isabella... –Murmuré–.

Verla herida y vulnerable me rompió el corazón.

Abracé a Isabella, hundiendola en mí pecho, comenzando a acariciar su suave cabello.

—Shh... Estoy aquí, te tengo... –Susurré–.

Ella se acurrucó en mí pecho, mientras que yo hundía mí nariz en su cabello, inhalando su dulce aroma.

Por un momento, me olvidé por completo de las personas que nos rodeaban.

Así fue, hasta que Angélica volvió a gritar.

—¡¿LA ESTÁS CONSOLANDO?! ¡¿CONSOLANDO A TU MALDITA AMANTE?! ¡¿CÓMO TE ATREVES A CONSOLAR A LA MALDITA ZORRA QUE TE ALEJÓ DE MÍ?! –Espetó–.

Apreté a Isabella aún más.

—Sí, la estoy consolando porque ella es inocente. Isabella no es una zorra, mucho menos mí amante. –Declaré–. Y ella no me alejó de ti, yo elegí romper contigo porque ya no te amo. –Le recordé, fulminandola con la mirada–.

Ella me observó herida.

—¡ES MENTIRA! ¡NO PUEDES DEJAR DE AMARME, HEMOS ESTADO JUNTOS POR AÑOS! –Expresó furiosa–.

—Sí, hemos estado juntos por años. Y sólo me bastó un par de meses darme cuenta de que había dejado de amarte hace mucho tiempo. –Confesé–. Te amé, Angélica, pero ya no te amo.

Pude ver cómo su corazón se rompía en mil pedazos.

Sus lágrimas comenzaron a caer.

Me dolió, pero ella debía saber la verdad.

Intenté dejarla de la mejor manera posible, pero ella me obligó a ser brusco.

Ví cómo los amigos de Isabella nos observaban con sorpresa e incredulidad.

Aún mantenía a Isabella aferrada a mí, mientras que Angélica se quedó paralizada en el lugar y sus lágrimas caían sin parar.

—Angélica... –La llamó Jake desde la puerta–. Vamos Angélica, salgamos de aquí, no vale la pena... –Dijo abrazando a Angélica, sacándola del lugar mientras ella lloraba desconsoladamente en sus brazos–.

Una vez que se fueron, el silencio reinó la habitación.

—¿Qué acaba de pasar...? –Murmuró Lisa y nadie supo responder–.

—Chicos... –Los observé–. ¿Pueden dejarnos un momento a solas? –Pregunté con calma–.

Ellos asintieron y se fueron, dejándome sólo con Isabella.

1
Antonia Naranjo Galan
Bueno
Antonia Naranjo Galan
Malo
Rosa Zambrano
Que tristeza 😢😢😢😢😢
Rosa Zambrano
Excelente
Concepcion Melendez
Me encantó
Evelyn Robles Lepin
Excelente
Jackie Segura
Me encantó!!!
Jackie Segura
😭😭😭😭 que dolor!!
Veronica Romero
llore llore muchísimo desde el principio hasta el final... me encantó esta novela pero sufrí como una condenada... mis hijos se me reían al verme lloran frente al celular mientras Leia tu novela....la ame ❤️😍😭😭😭😭
Veronica Romero
/Frown//Frown//Frown//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob//Sob/
Mirna Zuleyma Roldan Valencia
Excelente
Pola
😭😭😭
Marry Fallaa
Estoy triste 😭😢😭
Amy Gomez
👏👏👏👏👏🙏🙏🙏🙏
Amy Gomez
Excelente
Lisbeth Valbuena
gracias autora, excelente historia, aunque me hiciste llorar mucho, muchas felicidades ❤️❤️❤️
Lisbeth Valbuena
diossss/Brokenheart/
Lisbeth Valbuena
celoso pero le gusta Angélica /Facepalm/
OA Queen
siiii me gustó
Lisbeth Valbuena
padres desgraciados
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