Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 5:Instintos
Cristal se quedó de rodillas en el suelo, incapaz de calmar su apresurado corazón, su omega se revolcaba con extasiada. Disfrutando del aroma que la rodeaba.
¿Por que?... ¿Por que el rey alfa la habia marcado con su olor?
¿Era esto algun tipo de venganza? ¿El queria enloquecerla? porque lo habia logrado.
El calor que se arremolinaba en su interior era insoportable. Se sentia sofocada, sus manos apretaban sus rodillas. Se levanto del suelo sacando fuerzas de donde no tenia cuando escucho la puerta abrirse
—Señorita venga conmigo.
Cristal levanto al rostro y miro al hombre a unos pasos de ella. Intentaba enfocar la vista pero todo parecia borroso. Se sentia incapaz de hacer reaccionar su cuerpo. Estaba siendo sobrepasada por sus instintos.
El hombre a unos pasos de ella abrio los ojos sorprendido. Los ojos de la mujer brillaban en un color violeta. Era evidente que estaba siendo controlada por su omega. El olor que predominaba en el lugar era demasiado fuerte.
La omega estaba entrando en celo.
El hombre se tambaleo hacia atras y se tapo la nariz, intentando controlar sus instintos—Yo... traere a alguien que te ayude omega.
El gemido necesitado que escapo de los labios de Cristal hizo que el hombre saliera despavorido de la habitacion. Cerro las puertas con llave detras de el y miro a los guardias afuera.
—Nadie puede entrar a los aposentos del rey. Ni siquiera el... Comprenden?
Los hombres afuera se miraron confundidos y asintieron. Lion era la mano derecha del rey. Sus ordenes eran casi tan importantes como las del mismo rey
Lion corrió por los pasillos a la enfermeria. Encontrar algun omega que lo ayudara fue dificil. La mayoria de los trabajadores del palacio del rey eran alfas. El rey no soportaba el aroma de las omegas, las aborrecía con su alma. E incluso le pareció raro que el rey aceptara ser curado por la omega con olor florar.
Lion corrió con el omega a su lado hacia los aposentos del rey. El gruñido que retumbo en el palacio lo asusto, corrió mas rapido dejando al omega atras y entonces lo vio.
El rey estaba de pie al frente de las puertas gruñendo hacia los guardias que no lo dejaban entrar.
—Mi señor. El lider Lion dijo que nadie podia entrar.
—Abran las malditas puertas ahora si no quieren morir
El guardia se tambaleo incapaz de negarse a la orden de su rey.
—No!!—el grito de Lion llego tarde, porque ya la puerta habia sido abierta.
El olor que escapo de aquella habitacion habia sacado un gruñido colectivo a todos los alfas afuera de la habitacion.
El omega que venia de la enfermeria corrió hacia la habitacion sabiendo lo que sucedería. Se detuvo en la puerta temblando intentando calmar la situacion.
—Alfa... yo ayudare a la omega, deberian... deberian quedarse afuera.
Todos sabían lo mucho que el alfa aborrecía a las omegas. Pero esa mirada. No era la mirada de alguien aborrecido.
Era la mirada de un depredador.
El rey no podia apartar la mirada de la mujer que yacía de rodillas en el suelo, de los ojos azules dilatados que lo miraban con necesidad. El sudor perlaba su blanquecina piel. Era la imagen mas erotica que sus ojos habian presenciado. Y entonces sintio el llamado
—Alfa...
Su alfa gruño en su interior. Queria ir con ella. Queria calmarla. El queria reclamarla. Estaba perdiendo los sentidos por la pequeña omega que se retorcía en el suelo de su salon, necesitada.
—Omega...
No le dio tiempo a dar un paso hacia ella cuando la puerta fue cerrada en su rostro. Un gruñido furioso escapo de sus labios. En ese momento Lion se aproximo hacia el interponiéndose en el camino.
—Alfa tienes que reaccionar. Estas dejando que tus instintos te gobiernen, el enfermero la ayudara a recuperar la razon. Mientras... es mejor que nos mantengamos alejados.
El rey lo miro. Sabia que el tenia la razon. No podia perder la razon por la omega desconocida. Era insolito. El era el Rey alfa, tenia un control impecable sobre sus instintos.
¿Pero entonces que carajos era lo que tenia aquella omega que habia logrado sobre pasarlo por completo?
El rey asintio intentando controlar a su Alfa interior. Se dio la vuelta abandonando el lugar. Lion suspiro cansado. Intentar mantener el control le habia costado demasiado, el olor de la omega lo habia llamado. Intentar controlar sus instintos habia sido una tarea muy dura.
Lion paso la tarde de pie en la puerta esperando, hasta que caida la noche la puerta fue abierta.
—Listo lider lion, la omega se le ha bajado la fiebre y se ha quedado dormida.
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros