ERES MI OBJETO, ME PERTENECES

Ariana Brown

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-Me alejo de él mientras mantiene una expresión seria. Luego sonrío de lado y digo- Ahora entiendo todo. Tú fuiste la responsable del incendio en la mansión, tú mataste a Dayana; por eso nunca la encontré. Eres una maldita perra asesina. Dime, Ariana, ¿Sabe Seojun todo lo que has hecho? ¿Está realmente seguro?

-Lo miro con seriedad y le respondo- No te atrevas a hacerle algo a él, porque te arrepentirás. Sabes que no tienes más poder que yo; podría destruirte si lo deseara. Si le dijeras algo, jamás te creería.

-Él me responde- No me asustan tus amenazas. Si no me hiciste nada antes, ¿crees que ahora podrás hacerlo? -Sonríe y se acerca un poco a mí mientras toma mi cabello, lo huele y, al sentirlo, me alejo. Añade- Extrañaba el aroma de tu hermoso cabello. Sé que me amas y por eso no le has contado a nadie sobre mí. No has hecho nada en mi contra, no lo niegues. Regresa conmigo; te prometo que te perdonaré por haber estado con ese pobretón.

-Yo le respondo- Si no dije nada fue porque no quería ser vista por la gente como la engañada ni convertirme en objeto de burlas. Así que no te creas tan importante. Si no actué, fue porque te marchaste del país como la basura despreciable que eres. No me hagas perder más tiempo; vete de mi casa, tu sola presencia me repugna, así que evita aparecer frente a mí.

-Él aprieta su mano y dice- Tu rechazo te saldrá muy caro. Si yo no soy feliz, tú tampoco lo serás. Te veré sufrir de rodillas pidiéndome perdón.

- Me río a carcajadas y le digo- Sigue soñando, imbécil.

- Él me da la espalda y camina hacia la salida. Se detiene, mueve la cabeza en mi dirección y dice- ¿Ya ha visto tus asquerosas cicatrices?

- Yo le respondo- Sí, cada vez que me posee, las besa y las acaricia en su lugar favorito.

-Observo cómo aprieta su mano mientras yo sonrío de lado. A medida que se aleja y lo pierdo de vista, hago una seña con la mano y Andrés se acerca. Le digo- Andrés, necesito que le asignes un guardaespaldas a Seojun sin que él se dé cuenta, y que me informe sobre todas sus actividades. Debe estar atento, ya que Leonardo podría intentar hacer algo en su contra. Además, necesito que investigues todo lo que ha hecho en los últimos dos años.

-Él me responde- Como ordene, señorita. ¿Necesita algo más?

-A lo que yo le contesto- Sí, incremente la seguridad.

-Me siento mientras coloco mi mano sobre mi rostro. Ya Leonardo ha investigado a Seojun; si él también tiene conocimiento de Hae, podría poner en peligro todo lo que tengo con Seojun. Si él llegara a descubrir la verdad, podría llegar a odiarme. Suspiro; no, eso es imposible. Ella está en Corea, no puedo pensar tan a largo plazo. Lo primero es garantizar la seguridad de Seojun y, después de entender cuán poderoso se ha vuelto Leonardo, considero destruir su imperio. Finalmente, toma la decisión de acabar con su vida. Siento cómo alguien cubre mis ojos y me dice- Me hiciste falta, mi reina.

-Al escuchar su voz, una sonrisa se dibuja en mi rostro y le respondo- Yo también te extrañé, mi shanti.

-Nos damos un beso mientras él me cuenta sobre su experiencia en la universidad. En mi mente, sólo hay espacio para un pensamiento: cada día que pasa, lo quiero más, hasta el punto de creer que lo amo. En un impulso, lo interrumpo y le pregunto- Seojun, ¿quieres casarte conmigo?