La Villana No Es Tan Villana

Después del extraño suceso en el que el hermano de Meredith la obligó a ver cómo esté torturaba a una sirvienta, habían pasado algunas semanas y por fin Emma ahora Meredith saldría del ducado ya que su padre le había permitido entrenar la magia debía tener ropa adecuada para el entrenamiento por lo que en compañía de su doncella llamada Mary iría a comprar algunas cosas. Ahora se encontraba preparándose para la salida, llevaba un vestido rojo con adornos dorados y algunos accesorios como era común en aquel lugar.

Al llegar al centro de la ciudad y después de que le indicarán el camino a la tienda está se dirigía allí en compañía de su doncella y dos guardias pues en aquel reino era motivo de críticas que una chica estuviera sola fuera de casa, dentro de una tienda se dio cuenta que allí solo había vestidos o trajes para hombres por lo que pidió hablar con las encargadas. Cuando estás salieron ella les dio los detalles sobre lo que quería.

Deseo uniformes para entrenar, además vestidos que en su interior tengan pantalones cortos para mayor comodidad -Dijo Meredith, a medida que escuchaba la encargada parecía que le horrorizaba la idea de ese tipo de ropa en una mujer, pero al escuchar la cantidad que se le pagaría acepto sin rechistar.

Pronto al salir de la tienda informo a su doncella y los guardias que quería ir a la plaza y quizás comer algo, al ser su orden estos pronto accedieron, pero solo si la acompañaban de cerca; después de estar de acuerdo, Meredith se dirigía a la plaza cuando al interior de una tienda se veía una daga en su funda y en especie de un trance está camino hacia la tienda...

Perdone, ¿cuál es el precio de esa daga? -Mientras decía esto miraba fijamente a donde se ubicaba la daga.

Es peligroso... ¡Tu magia es peligrosa! Grandes peligros se acercan a usted, señorita -Tan pronto como el dueño de la tienda dijo esto, salió de su trance confundido, aun así, este decidió venderla y pronto la chica salió con la daga en una bolsa.

Tan pronto la compro, Meredith sintió como si de repente una gran fuerza se encontrará en su cuerpo y le preocupo aún más debido a lo que dijo el dueño de la tienda, pero después de un postre finalmente había olvidado lo anterior y su día continuo sin contratiempos...

Días después por fin podría entrenar pues le habían entregado sus uniformes, al llegar al campo de entrenamiento la gran mayoría de los que estaban allí se sorprendió pues, aunque ya les habían llegado los rumores de la actitud de Lady Meredith, no creyeron que de verdad está empezaría a entrenar...por encargos del duque Meredith sabía que quien se encargaría de su entrenamiento sería el general Harrison y está sabía que él era estricto por lo que llegó un poco antes de la hora acordada.

Así que la "señorita" si dijo la verdad -Dijo un joven muy parecido al duque por lo que Meredith supuso que se trataba de su otro hermano; Damián Maxwell, este era el menor de los tres y por la memoria de la anterior Meredith supo que se decía que este sería el próximo general del ducado Maxwell porque tenía un excepcional manejo de espada y magia.

Mi vida no se basa en mentiras -Respondió Meredith con una fría mirada hacia el joven.

Pronto llego el general y el entrenamiento empezó, como era de esperarse inicio con lo básico; primero correr, tratar de llamar la magia ya que como Meredith nunca había entrenado debía acostumbrar su cuerpo y tener suficiente energía para que su magia no se saliera de control ya que no sabían cual tenía ya que existían varias y algunas eran más poderosas que otras.

Al regresar a la mansión esta se ducho y volvió a usar los pomposos vestidos….

Mary, por favor prepárame un té y llévamelo al jardín -Aunque para muchos seria una chica frágil, ella era fuerte solo que aun había muchas cosas por descubrir y entonces quizá alguien la entendería.

Si, mi Lady -Respondió esta con una sonrisa y su señorita se quedo en medio del solitario pasillo mientras pensaba….

Emma cuando era aún una niña al principio tuvo el cuento de hadas que toda joven podría soñar, una familia amorosa; su madre Ana, su padre Robert y su hermano mayor Adam… Todos querían a la tierna niña hasta que un día esta no hizo caso a sus padres y salió a jugar a la terraza igual; ¿Qué le podría pasar mientras su madre y hermano la vigilarán por medio de las ventanas? Pues justo en ese momento su pelota callo fuera y su hermano a quien tanto amaba y el la amaba a ella salió a buscarla temiendo los autos que pasaban ocasionalmente…. Lastimosamente este no se dio cuenta de que varios autos se acercaban; no solo eso, al parecer eran algunas bandas de la ciudad pues, aunque el logro pasar al otro lado de la calle, las balas no se hicieron esperar y de esas no logro escapar……

Su madre se vio sumida en la depresión, su padre paso el resto de su vida odiándola y ella…. Ella se odiaba aun más, cuando Adam murió tenía 10 y ella 7; ya entendía muchas cosas y a sus 12 años tuvo un primer intento de suicidio, luego a los 14 y así hasta el ultimo en el que nadie la devolvió a la vida ya que eso no se le podría decir que la salvo, tantos años culpándose y aun si estaba en otro lugar aquellos pensamientos no la dejaban en paz.. Si tan solo el no hubiera salido, todo hubiera sido diferente, pero el “hubiera no existe”.

Pronto Meredith salió de sus pensamientos y se fue al jardín para disfrutar de su te; no esperaba quien encontraría allí.