En una mezcla de desesperación y determinación, Abigail, una Santa casada con el Duque Archibald, se enfrenta a un oscuro giro del destino. Luego de una confesión devastadora por parte de su esposo sobre su infidelidad con una plebeya, Abigail toma una decisión drástica: pedir el divorcio y romper con el matrimonio que la ha oprimido por años. Sin embargo, esta vez no es una simple víctima. Tras una misteriosa reencarnación, ha regresado al pasado con el conocimiento de su fatídico futuro.
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Capítulo 5
¡Padre, Padre, Padre!
—¿Qué es lo que sucede, Lewis?
—Padre, buen día. Hemos recibido una noticia que proviene del Ducado de Mosquero.
—Mosquero... ¿No es el Ducado donde se encuentra Abigaíl? Dime, ¿de qué tratan las noticias?
—Padre, al parecer Abigaíl le ha pedido el divorcio al Duque Archibald.
—¿Pero por qué tan de repente?
—No lo sé, Padre, pero según nos cuentan los informantes, el duque ha tratado mal a Abigail e incluso la ha engañado con una plebeya, a la cual dejó embarazada.
—¡Ese maldito infeliz! ¿Cómo se atreve a hacerle esta estupidez a mi amada hija? No dejaré que ella pase más tiempo con él. Lewis, investiga todo lo que está pasando en el Ducado de Monsquerro; ese desgraciado debe pagar por todo lo que le ha hecho a Abigail.
"Abigail, por favor, perdona a este viejo padre. Debí haber hecho todo lo posible para rechazar este matrimonio. Recuerda que aquí tendrás un lugar al cual acudir. Martha, perdón por no cuidar a nuestra pequeña; te prometo que esta vez no dejaré que ella pase por lo mismo".
—Señorita Santa, ¿desea que le sirva algo más de té?
—Claro, Nina, de paso siéntate a beber té conmigo.
—¿Cómo podría, señorita? Para mí ya es un honor estar a su lado.
—Ven, Nina, me siento incómoda con que estés de pie, además estamos solas.
—Gracias, Señorita. "De verdad que la señorita ha cambiado mucho. Antes era una persona que se la pasaba con una mirada vacía y fría, parecía que había perdido su alma. Pero, por alguna extraña razón, cuando enfermó y se recuperó de una fuerte fiebre, cambió. Ahora se le ve más tranquila. La verdad estoy muy feliz por ella. Incluso desde antes, cuando mi padre me dijo que le serviría a la Santa, no sabía qué hacer, pero sin duda alguna, La Santa es muy amable".
—Por cierto, señorita, me acabo de enterar por mi padre que el joven noble Lewis vendrá al Ducado. Al parecer, se enteraron sobre su pedido y desea hablar con el Duque Archibald.
—Así que mi hermano viene al Ducado... No sé cómo darle la cara después de todo lo que hice.
—No se desanime, señorita, estoy segura de que su hermano la extraña muchísimo. No creo que el amor de hermanos sea algo frágil; además, la familia siempre es lo más importante.
—Ja, ja, creo que tienes razón, Nina, aunque no esperaba que mi hermano se enterara de mi solicitud de divorcio. ¿Cómo se habrá enterado?
—Je, je, tiene razón, mi señorita, ¿cómo se habrán enterado?
—Buenos días, Duque. Vengo a informar que el mayor de la familia Lasmon viene en camino. Al parecer, viene a hablar sobre el motivo del papel de divorcio.
—Maldición, lo que faltaba... Bueno, será mejor que me prepare para recibir a mi cuñado. Envía a algunos guardias para que lo escolten y lo protejan de camino aquí. Además, dile a una de las sirvientas que arregle la sala de visitas y de paso que preparen algún bocadillo. "Estoy seguro de que él me ayudará a convencer a Abigail para que desista sobre el divorcio".
—Por cierto, Duque, también acaba de llegar una invitación del castillo. Al parecer, van a realizar un banquete en celebración del décimo cumpleaños del hijo menor del Rey y piden explícitamente la compañía de la Santa.
(Archibald piensa)
"Sí, al fin. Sabía que el título de Abigaíl me acercaría al Rey. Será mejor que cree planes de emprendimientos para poder discutirlos con nobles de alto prestigio; así podré hacerme con un título mayor".
—Infórmale a Abigail que en la tarde llegarán varios modistas para que le hagan un gran vestido para asistir a la fiesta del Rey. E infórmales a los modistas que el vestido debe ser lo más hermoso posible y que me hagan uno a mí para que haga juego con el de Abigail. "Si vamos a juego, los nobles que nos vean pensarán que nos amamos y nos llevamos súper bien. Esto hará que más puertas llenas de oportunidades se abran".
Continuará..................