Gibran Erlangga se vio obligado a casarse con Arumi Nadia Karima debido al arreglo matrimonial de sus padres, que tenían una deuda de gratitud.
Durante dos años de matrimonio, Gibran siempre fue atento y mimaba a Arumi.
Arumi creía ser la mujer más afortunada, hasta que un día tuvo que aceptar una realidad amarga.
Resulta que Gibran le había sido infiel todo este tiempo. El cariño que le mostraba era solo para ocultar su aventura amorosa.
Arumi quedó profundamente decepcionada y herida. Su amor había sido despreciado por Gibran todo este tiempo. Él había sido capaz de traicionarla.
Arumi decidió poner fin a su matrimonio. Solo cuando Arumi se fue, Gibran se dio cuenta de cuánto amaba realmente a su esposa.
¿Podrá Gibran convencer a Arumi de volver con él?
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Capítulo 20
Arumi estaba lista, vestida y maquillada. Encontró a Gibran esperándola en la sala de estar.
Gibran se quedó en silencio, paralizado, mirando la belleza de su esposa. Admitió que Arumi era más hermosa que Joana. Sin embargo, Joana tenía un rostro encantador y dulce.
"Eres muy hermosa", dijo Gibran, incapaz de ocultar su admiración.
"Gracias, esta es la primera vez que Mas dice que soy hermosa. Por lo general, es difícil elogiarme", dijo Arumi, como si estuviera insinuando.
Durante todo este tiempo, aunque Gibran siempre se mostró dulce y atento, nunca la había elogiado ni le había dicho que la amaba a su esposa.
"La elogiaré todos los días, a partir de este momento". Arumi solo sonrió en respuesta a las palabras de Gibran.
Gibran tomó la mano de Arumi y la condujo a su coche, y le abrió la puerta a su esposa.
Arumi y Gibran guardaron silencio durante el viaje al restaurante prometido. Perdidos en sus propios pensamientos.
Sin darse cuenta, el coche entró en el aparcamiento del restaurante. Gibran y Arumi entraron al restaurante tomados de la mano.
Gibran reservó una sala VIP especial solo para ellos tres. No quería que su privacidad se viera perturbada por otros clientes del restaurante.
Al entrar en la sala VIP, Arumi vio a una mujer sentada con una pierna levantada sobre el muslo, dejando al descubierto parte de su muslo.
La mujer pareció sorprendida al ver llegar a Gibran y Arumi, que entraron tomados de la mano.
Frente a Joana, Arumi se sentó dulcemente junto a Gibran. Por la expresión de su rostro, la mujer parecía disgustada por la presencia de Arumi.
Gibran luego presentó a Arumi a Joana, se dieron la mano y dijeron sus nombres.
Antes de comenzar la conversación, Gibran ordenó comida, Joana parecía sentada con inquietud.
Gibran sirvió a Arumi cuando iban a comer. Estaba acostumbrado a hacer eso con su esposa. Joana lo miró con disgusto.
Después de comer, Gibran abrió la conversación por primera vez.
"Lo siento, Joana, debes estar confundida porque vine con Arumi", dijo Gibran vacilante.
"Debes preguntarte qué significa que venga con mi esposa".
"Joana, vine deliberadamente con Arumi para que pudiera asegurarse de que lo que voy a hacer y decirte es verdad. No quiero que Arumi sospeche más".
"Ve al grano Gibran, di qué significa tu venida y la de tu esposa".
"Quiero que terminemos nuestra relación a partir de hoy. Porque ya no quiero mentirle a mi esposa. También me di cuenta de que me he enamorado de Arumi, mi esposa. Durante todo este tiempo no me había dado cuenta, tal vez por mi odio a Arumi. Pensé que Arumi era la razón por la que no podía casarme contigo".
"Después de que Arumi se fue de mi lado durante una semana, me di cuenta de que también la necesito a mi lado. La extrañé y extrañé las costumbres que solíamos hacer juntos".
"¿Estás seguro de tus sentimientos por Arumi? ¡O estás haciendo esto solo para mantener tu puesto!" dijo Joana con brusquedad.
"¿Qué quieres decir, Joana?" preguntó Gibran.
"No te hagas el tonto Gibran. En este momento debes estar acostumbrado a vivir con lujo y ser respetado por la gente debido a tu puesto. Tienes miedo de que todo eso desaparezca cuando te separes. Así que persuades a Arumi para que se quede a tu lado para que todo eso siga siendo tuyo".
"No digas tonterías Joana. Realmente amo a Arumi, me di cuenta cuando estuvimos separados esta semana".
"Arumi, ¿crees lo que dice Gibran? En una semana se dio cuenta de su amor. No seas tan ingenua Arumi. No se puede confiar en la boca de ese hombre, la prueba es que durante su matrimonio, siempre te mintió, ¿no?" dijo Joana.
Arumi, que estaba sentada junto a Gibran, se puso a pensar en lo que dijo Joana. Lo que dijo la mujer era cierto.
Sin embargo, Arumi también vio la verdad en las palabras de Gibran cuando dijo que ahora había comenzado a enamorarse de ella. Arumi pudo ver eso en los ojos de Gibran. No estaba mintiendo.
Continuará
