LA SIRENA DE LA COSTA

#ARIA DELMAR

Estamos reunidos en la mesa, el sonido de la voz de la señora Damaris retumba en el aire y su risa. Mi padre la escuchaba atento, ahi supe que esa atención que tenia para mi, ahora la dedica a Damaris, ella era su razón de existir.

Comprendi esa frase, al sentir que Erik lo era para mi. Me siento incomoda, como si este no fuera mi lugar.

-PODEMOS IR DE COMPRAS, TE CONSEGUIRE ROPA ADECUADA. Me dijo Damaris.

-NO ES NECESARIO. Le respondi.

-NO ES NINGUN PROBLEMA, SE LO DIFICIL QUE PUEDE SER PARA UN PADRE SOLO CON UNA HIJA...

-NOS ARREGLAMOS BIEN. Le respondi seria, deje los cubiertos a un lado.

Me molestaba que hable asi, como si mi padre fuera un inepto, lo que me sorprende que él no la contradice.

-FESTEJEMOS EL AÑO NUEVO EN MI CASA. La escuche decir.

-DEBEMOS REGRESAR A NUESTRA CASA, SIEMPRE FESTEJAMOS EN NUESTRA CASA, ES NUESTRA TRADICIÓN. Le dije a mi padre.

-PODEMOS HACERLO AQUI, NO SERIA DIFERENTE. Respondio él mirando con una sonrisa a Damaris.

-DEBE SER EN NUESTRA CASA EN LA PLAYA. Insisti.

-YA LO EVALUAREMOS, SEGUN COMO SE DEN LAS COSAS. Respondio mi padre.

La comida me sabe a arena, el estomago se me cierra, no tengo animos de comer.

Se que solo quiso calmar la situación, pero solo impondría su voluntad, ya no sera pensando en mi bienestar, sino en lo que le permita estar con Damaris.

-ESTARE EN MI CUARTO. Anuncie incorporandome de la mesa.

-AYUDAME A LEVANTAR LAS COSAS. Me freno mi padre.

-DEJA QUE YO LO HAGA, VAMOS ARIA JUNTA ESOS DE AHI. Me señalo Damaris con una sonrisa.

Tome los platos y vasos, mientras ella llevaba el resto del estofado que no se comio.

-¿No fue de tu agrado la comida? Me pregunto.

-No. Le respondi con sinceridad.

-La proxima podemos hacer algo que te guste, tu padre insistía que sea de mi agrado. Me explico con una sonrisa queriendo sonar amable.

-Solo fue cortes, a él tampoco le gusto. Le respondi.

-Me podrias decir que le gusta.

-Preguntale.

-Ya nos tuteamos, eso me agrada.

-¿Por qué?

-Significa que podemos ser amigas.

-¿Para qué?

-Digo, yo...

-Si esta interesada en mi padre a nivel emocional, no tengo problema, si quiere lastimarlo ahi si hay un problema.

-¿Lastimarlo?... Je...NO... ¿Interes emocional?... Pues... No se a que te refieres.

-Mejor deje claro lo que quiere, no de lugar a falsas espectativas.

-Solo amistad, no mas.

-Bien, diga eso a mi padre. Conclui limpiandome las manos.

-No me ayudas a lavar. Indago.

-No. Respondí saliendo de ese espacio que me asfixia.

Me encerre en mi cuarto, me sente en medio de la cama, nerviosa e inquieta, me toco la oreja, la parte blanda, es donde mi madre me acariciaba para calmar mis miedos, es algo que me recuerda a ella.

-TOC, TOC. La escuche decir a Damaris que solo ingreso

"Tendre que poner llave de ahora en mas, si ella se mete sin llamar antes", pense molesta.

-TE TRAJE HELADO. Enseño la copa en su mano.

-DEJALO AHI. Le señale la mesa.

-COMELO AHORA, SE TE PUEDE DERRETIR. Me insiste aproximandose con la copa.

-No quiero ahora. Le respondi.

-AICH. La escuche quejarse.

-Quiero estar sola. Le aclare.

Pero ella se sento en la silla ante mi.

-Entiendo que te moleste mi presencia.

-Me molestan las mentiras.

-Ya dejamos en claro que no mentia.

-Escuche lo que hablaron.

-Es mala educación escuchar conversaciones.

-Es mala educación decir que hara algo y no lo hace.

-No dije que no lo haria, solo deja que convenza a tu padre.

-Ya veo que nunca se hara.

-Debes tener un poco de fe.

-Conozco a mi padre, cuando dice algo no se le convence de lo contrario.

-A pero ahora estoy yo, es mi habilidad, no olvides que trabajo para una inmobiliaria.

-¿Eso qué?

-Tengo el poder del convencimiento.

-Suerte en eso.

-Ya veras que va a ser asi.

-Si tu lo dices.

-Si lo logro, vas a ir de compras conmigo para asistir a tu cita con Erik luciendo como una chica.

-¿Acaso no parezco una chica?

-Si, pero podrias ser mas hermosa de lo que ya eres.

-Si lo fuera deslumbraria.

-Seguridad, no te falta es bueno eso.

Concluyo y salio del cuarto.

Me incorpore y puse el cerrojo, voy a meterme en mi piscina privada y no seria bueno que me vea, pero por si las dudas esperare un poco.

#DELMAR

Damaris me dijo que se aproximaria a Aria para convencerla de desistir de su enamoramiento, que al ser el primero solo es pasajero.

Le aseguré que eso era imposible, que las discusiones con Aria la desgastarían, que era mejor buscar otra manera, como yo la he criado la conozco muy bien, se basa en hechos, no conjeturas, además Aria es sincera en sus expresiones, porque no es de mentir, solo evita decir lo que no quiere que se sepa, en ese aspecto se me parece. Damaris aseguro que no discutiría, que solo hablaría, ella sabia como tratar con los adolescentes. Le desee suerte cuando se dirigío al cuarto de Aria con una copa de helado.

Después de un rato regreso con la copa de helado suspirando pesado.

-¿Qué paso? Le pregunté a Dámaris conociendo la respuesta.

-No puedo creer, ella, ella, tiene una manera pasible de hablar que te da vueltas, te hace dudar de lo que crees, como has conseguido educarla, sin enviarla a un internado. Dijo rechinando sus dientes.

-Nunca la enviaré a un internado.

-No dije eso.

-Lo pusiste en la mesa.

-No propuse eso.

-¿Por qué lo dijiste?

-Solo como ejemplo... Ha, ya se lo que haces, es lo mismo que hace Aria.

-Ja, ja, dale tiempo, ella sola vendrá. La calmé.

Aunque sabia que si Aria se fijo en Erik no lo dejara tan facil, es como cuando pesca, si la presa es muy difícil, busca la manera de capturarlo y lo logra a como de lugar, la he visto cuando se convierte, no es la dulce jovencita que todos vemos. No solo protejo a Aria del mundo, sino a Erik, no se cómo reaccionaria Aria si él solo la quiere por las vacaciones y luego se regresa a su vida, que según averigüe es en el extranjero.

En eso llamaron a la puerta.

-Buenas, espero no ser inoportuno. Aparecio el hijo de Damaris.

-Adelante, si buscas a tu madre. Le dije señalando.

-¿Qué paso hijo? Le pregunto Damaris ni bien lo vio.

Lo guio a la cocina señalando un plato de comida.

-La esposa de mi padre me persigue y como no le hice caso me acuso con él de que era yo quien la buscaba, ahora no me quiere en la casa. Le contó.

-Es una zorra.

-Te lo cuento para que no lo escuches por ahi y no creas que fui yo, estare un tiempo con Erik, por si me necesitas. Le aviso.

-Come, ten... No te preocupes hijo... Se que no sos de estar atras de las mujeres de otros. Le dijo Damaris.

En eso veo que Aria estaba en la pecera, casi me ahogo con mi saliva.

-Ten un vaso de agua. Me paso Damaris al escucharme toser.

-Gracias. Ya vengo. Le digo, me dirijo nervioso hasta la habitacion de ella, por el camino sigo el rastro de su cola que es larga, su cuarto estaba con llave, revise mi bolsillo y saque el juego ingresando a su habitación. La veo sentada en el medio de su cuarto con un libro en la mano.

-¿Qué hacias? Le pregunto.

-Leo. Respondio.

-Estuviste nadando, te vi, asi como te vi, pudieron verte, te expusiste. Le digo agitado.

-No. Respondio con la voz aguda.

-TU CABELLO GOTEA Y SE VE RASTROS DE AGUA CERCA DE LA PECERA. Le señalo.

-Debe ser que hay alguna fuga, ademas está lloviendo puede haber alguna filtración. Señala hacia arriba con su dedo.

-Como explicas lo de tu cabello.

-Me habia bañado, no lo recuerdas porque tienes tu atencion en Damaris. Me dijo torciendo la boca mirando el libro que supuestamente leia.

-¿Estas celosa de Damaris?

-¿Celosa?... No... Pero tiene algo que no me agrada... No es sincera. Respondio de manera pausada.

-NO VUELVAS A HACER ESO. Le señalo la pecera.

-VOLVEMOS A CASA. Me dice.

-NO... AUN NO.

-No encuentro otra razon para que me lo niegues.

Cierro los puños y gruño.

-HAY INVITADOS.

-SI VA A SER ASI DE AHORA EN MAS... ¿QUÉ HARAS CONMIGO? Me pregunto.

-LAS VISITAS NO SON ALGO PERMANENTE, SE VAN. Le respondo.

-VENGAN, MIREMOS UNA PELICULA TODOS JUNTOS. Aparecio Damaris.

-No gracias. Respondio Aria regresando a su lectura.

-Hola Aria, acompañanos. Aparecio Luis.

Ella lo miro un segundo y asintio.

-Bajo en un momento. Le dijo Aria.

-Preparemos palomitas, a Luis le gustan saladas y a mi dulces, haremos dos tarros y cada uno elige. Anuncio Damaris animada.

-Te esperamos, no tardes. Le solicite a Aria.

Cuando bajamos, llamaron a la puerta.

-Debe ser mi amigo, espero no le moleste, habia ido a comer con su hermano. Aviso Luis.

Pensar que era Erik me molesto de algun modo, tome aire antes de abrir.

-Buenas. Aparecio el abuelo de Erik, en realidad.

-Señor Brown. Lo salude con sorpresa.

-Espero no ser inoportuno. Saludo y miro con curiosidad a los que estaban.

-No, para nada, pase... ¿Qué le trae por aqui?

-Tienes algo para refrescar la garganta, estuve supervisando lo que pasaba en nuestras casas. Anuncio y lo guie a mi despacho.

-Disculpen. Le dije a Damaris y a Luis.

-Si, adelante. Respondio Damaris.

Ingresamos a mi despacho y cerre la puerta.

-Sirvase con confianza y cuenteme que avances hubo. Le señale.

Él se encamino a la mesa de bebidas.

-Las maquinas han limpiado todo, el agua descendio y puedo asegurarle que nuestras casas no sufrieron tanto, asi que podremos regresar cuando gustemos. Dijo animado, tomando el trago que se preparo.

-Eso es bueno.

-Ya lo creo, no soportaba más a mi hijo, me quiere tratar como a un inválido, no me da privacidad. Contó.

-Que me dice de las embarcaciones.

-Tendrá que verlo por usted mismo, estaban bien amarradas, pero no esta de más asegurarse.

-En eso tiene razón, me alegro saber que podremos regresar, mi hija quería hacerlo para festejar año nuevo.

-Tendrá mucho que limpiar, eso sí, y algunas cosas se le habrán fundido.

-Es lo de menos, lo importante es que la casa este bien. Le respondí.

-Podremos hacer doble festejo, por el año nuevo y por poder regresar, según el pronóstico, no habrá más tormentas. Anuncio animado.

Sabía a quien esa noticia le alegraría y era a Aria.

-No se habla más, acompáñame ahora, así ya vas viendo lo que hay que hacer. Me dice.

-Qué me dices de la lluvia.

Consulte, no queria alejarme de Damaris.

-Cuando te importo eso, además es en esta zona nada mas, en la playa no llueve.

-Bien, te acompaño, deja que me despida de mis invitados.

-Por supuesto.

Sali del despacho.

-Veremos la pelicula. Consulto Damaris.

-Lo dejamos para otro dia, debo atender un compromiso. Le dije evitando la verdad.

-Oh, entiendo. Dijo.

-Yo te llevo. Le dijo Luis.

-Ya estoy aqui. Aparecio Aria.

-Dejaremos la pelicula para otro dia, surgio un compromiso. Le dije.

Ella miro al señor Brown y se dio una idea.

-Entiendo. Respondio, pero en sus ojos vi un brillo singular.

-Sera hasta pronto. Se despidio Damaris con besos en la mejilla y Luis también, note que susurro algo a Aria y ella le respondio del mismo modo, de seguro algun mensaje de Erik, siendo que es amigo de Luis.

-Preparare un canasto con alimentos y fijate en armar nuestros bolsos con ropa. Le indique a Aria que se desaparecio en una corrida por las escaleras, se ve que le alegra regresar.

-Sabes que la distancia no borra los sentimientos. Me dijo mi amigo el señor Brown, que observo todo.

-¿Qué quieres decir?

-Ya sabes.

-No te entiendo.

-Peor ciego es el que no quiere ver.

-Se mas claro.

-La semilla de la vida es el regalo que dios nos concedió y la posibilidad de amar.

-Desde cuando sos poeta.

-Ya dije, que quieras entender o no es tu problema.

-El diablo sabe mas por viejo que por diablo.

-Mas respeto, me lo he ganado por los años.

-Bien, bien, no se diga mas.

Respondi finalizando la conversación, mi amigo era mayor que yo, pero no le gustaba que le digan viejo.