Isabella, tras ser traicionada y asesinada, reencarna en un universo que creyó solo existir en las páginas de un libro. Ahora, en un cuerpo ajeno, sus poderes mágicos comienzan a despertar mientras enfrenta pruebas arcanas y oscuros secretos que amenazan con destruirla.
Rodeada de criaturas míticas y antiguos grimorios, deberá descubrir la verdad de su nuevo mundo. En esta segunda vida, la batalla por su destino apenas comienza.
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Capítulo 5: La fiesta
Ya Isabella estaba lista, como siempre, la puntualidad la caracterizaba. Esa tarde había preparado un vestido blanco y negro, encajes oscuros adornaban tanto la blusa como la falda y hacían juego con los guantes, de ese mismo color. Quizás su cuerpo era joven, pero su mente no, y prefería ese color para vestir, iba más con su personalidad.
Liam llega y se queda impresionado al verla, no le dice nada por la elección de la ropa, pero le había llamado la atención; buscan el regalo, y parten hacia el palacio. El carruaje los esperaba y ella sube con la ayuda de él, Liam le tiende la mano y roza delicadamente sus yemas con la piel de ella. El gesto la había tomado por sorpresa y se sienta pensativa. El chico va hablando con ella animadamente, le seguía contando sobre sus aventuras en el instituto al que asistía.
Liam, al igual que el príncipe, estudiaba en una academia especial para seres mágicos, era la más famosa del continente. Sus estudiantes eran diversos, en su mayoría de familias nobles, pero también había un plan de becas para los habitantes de las clases bajas. No era sólo para chicos, las jovencitas también podían asistir y se les impartían las mismas asignaturas en general; aunque existían algunas en las que se dividían, ya que quizás podían resultar más llamativas para un género que para el otro
Isabella y Christal iniciarían ese año, ambas ya tenían la edad para incorporarse, se suponía que dominaban el mismo contenido y estudiaran las mismas asignaturas; pero la realidad era distinta, Christal rendía lo básico. La Isabella original había estado muy ansiosa por ir a esa academia, debido a eso había pedido una institutriz distinta a la de su hermanastra, una que estuviese mejor preparada y le impartiera más materias; ella quería convertirse en una maga importante.
Por lo que recordaba de la novela, gracias a que Isabella había asistido a esa institución, había aprendido lo suficiente para ayudar a Christal y al príncipe a derrotar al dragón, aunque al parecer, no había sido lo suficiente, pues finalmente había perecido por causa del dragón. Isabella entonces piensa que con más razón debía doblar sus esfuerzos y aprender nuevos hechizos, debía aprovechar que en ese mundo también tenía su don de bruja.
- Es extraño que también tenga ese don aquí- piensa en voz alta.
- ¿De qué hablas, qué don?- Liam la miraba extrañado, Isabella estaba tan ensimismada que no recordaba que estaba en el carruaje con el chico.
- No, nada, no te preocupes- mira por la ventanilla- Ya llegamos.
El castillo de los reyes, era un lugar bonito, no muy grande como Isabella lo recordaba, pero se veía cuidado. Tenía varios jardines y en la entrada principal había una gran fuente con arbustos bien podados y estatuas de seres mágicos.
En las memorias del cuerpo de Isabella había ido al castillo hacía sólo unos meses atrás, en el debut de las señoritas para celebrar su incorporación oficial a la sociedad noble. Ella, junto a otras chicas de su edad, habían participado en una bonita fiesta; pero después de aquel día no había vuelto a visitar el lugar.
El carruaje se detiene y Liam se baja para después a ayudarla a ella, vuelve a rozar su piel, pero ésta vez Isabella se queda mirándolo. Se preguntaba qué intenciones tenía el chico con ella, era un poco sospechoso.
- ¿Todo bien?- le pregunta él al ver que su mirada estaba fija en su rostro, ella asiente y continúan el camino hasta el castillo.
Al subir las enormes escaleras de la entrada, atraviesan dos grandes puertas abiertas de madera preciosa; el corredor era amplio y diligentemente decorado con retratos de la familia real. Un sirviente los guía al salón de baile en donde se estaba celebrando la fiesta y son presentados por un vocero.
Los hermanastros entran y caminan hasta llegar a donde estaba el príncipe y los reyes. Hacen una reverencia y Liam es quien habla.
- Majestades, alteza, en nombre de la familia Grant, le deseamos un feliz cumpleaños- le entrega la espada envuelta, el príncipe la acepta y abre el paquete dejando ver el arma.
- Muchas gracias, vaya, parece que después de todo, tienes buen ojo para escoger un buen regalo, es perfecta para mí- Philips mueve la espada en el aire y le mira el filo, Liam niega.
- No, alteza, fue la señorita Isabella quien eligió el regalo, ¿recuerda a mi hermanastra?- Philips la mira pensativo, pero es la reina quien habla en su lugar.
- Lady James, yo la recuerdo de su debut, debo decir que es usted encantadora, además de que he escuchado muy buenas críticas sobre su educación y modales- Isabella le hace una perfecta reverencia a la reina y le sonríe.
- Gracias, majestad.- Responde Isabella.
El rey la mira, pero parecía alguien reservado y pensativo. La familia real Klinger era llamativa: el príncipe tenía el mismo tamaño que Liam, era apuesto y elegante, sus ojos verdes y su cabello castaño; la reina poseía un cabello del mismo tono que su hijo, pero los ojos eran negros como la noche, se podía notar que era una mujer delgada, y a pesar de que la edad ya se evidenciaba en su rostro, aún conservaba su belleza; y el rey, un hombre de mirada dura, cabello negro y ojos verdes.
- La señorita Isabella y mi hermana irán éste año a la academia.
- Qué interesante, espero escuchar más de ambas entonces.
La reina estaba como impeccionándola y eso ponía incómoda a la chica; no le gustaba para nada la mirada que le estaba dando, se podía imaginar qué clase de ideas le pasaban por su mente. Liam también se percata de cómo observaba a Isabella, entonces decide continuar saludando y se marcha con la chica.
- Espero que a la reina no se le ocurra pedir un compromiso entre Philips y tú- comenta molesto Liam, Isabella solo asiente.
Continúan saludando a algunos conocidos y se acercan a la mesa en donde estaban dispuestos los bocadillos y las bebidas. Liam le pasa un vaso con un líquido rojo, cuando Isabella lo acerca, olía a frutas, era ponche, se lo toma y comienza a caminar por el lugar, pero acostumbrada por su forma de vida anterior a estar alejada y siempre vigilante, se aparta a una esquina.
Isabella estaba tomando su ponche cuando alguien se le acerca y le habla desde atrás de forma burlona y baja. Da un brinco en el lugar.
- Nos volvemos a ver, Lady.- Se gira malhumorada y se encuentra con un par de ojos dorados que la observan divertidos. Era el chico del puñal, Isabella rueda los ojos.
- Pensé lo mismo, pero parece que la vida ser quiere burlar de mí.
Isabella lo mira con disimulo: su cabello parecia hecho con hilos de plata, sus rasgos faciales lo hacían muy atractivo, antes había visto lo alto que era, pero ahora podía percatarse que su cuerpo estaba definido y bien formado, sus músculos se apretaban y marcaban en la elegante ropa que llevaba. Él inclina un poco la cabeza y sus labios dibujan una curva, le toma un mechón de cabello y lo huele.
- No solo pareces una rosa, también hueles como una, ¿me pregunto si tendrás igual espinas?- Isabella le quita de las manos su cabello y se le queda viendo mientras levanta una ceja.
- Muchas, tengo más espinas que pétalos, no soy una delicada flor. Deme la daga que me quitó y le muestro lo que puedo hacer con ella.
- Cuidado no te lastimes un pétalo, florecilla. No sabes con quién puedes estar hablando.
- Llevas razón, aunque que viendo lo poco caballeroso que fuiste hoy...
Isabella deja la frase sin terminar y lo reta con la mirada. El chico se le acerca un poco y le vuelve a agarrar un mechón de cabello.
- Señorita, cuando lo deseo puedo ser un perfecto caballero, pero a veces me gusta desafiar a jovencitas mimadas- Isabella estaba ya irritada y el joven estaba disfrutando verla fruncir el ceño.
- Creo que será mejor que me vaya, lidiar con trolls puede ser difícil a veces.
El albino se ríe por el comentario de la chica, realmente tenía una mente ágil y afilada. Le suelta el cabello, pero antes lo huele por última vez.
- Adiós, señor troll, disfrute la fiesta, espero que no rompa muchas cosas.
Isabella se aleja del lugar y busca a Liam, mientras que el chico se va caminando para el otro lado. Al cabo de un rato, Isabella estaba esperando a que Liam hablara con unos amigos mientras que ella, aburrida, juega usando su magia con los pedazos de fruta que habían quedado en el vaso del ponche, pero el príncipe se acerca con un acompañante para conversar también; la chica levanta su mirada y vuelve a encontrar sus ojos con el joven albino y los rueda. Philips les habla en un tono calmado.
- Lady James, lord Grant, les quiero presentar a su majestad el Emperador de Gevil, Ethan Vall.
Isabella es tomada por sorpresa, siente que su corazón da un salto al escuchar al príncipe, no se imaginaba que ese chico fuese el emperador. Ella solo esperaba no haberse metido en problemas.
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Hola 👋 chic@s:
Disculpen la tardanza, estuve un poco ocupada hoy y no había podido actualizar; siempre trato de subir aunque sé un capítulo al día, pero hay días como hoy que se me hace difícil.
Espero estén disfrutando la historia como yo lo estoy haciendo para escribirla. Me imagino ya sabían quién era el albino, pero ¿ya descubrieron quién es el otro miembro de este futuro triángulo amoroso? 😉
Leo sus comentarios como siempre.
Mua mua 😚❤️
así también tienes a mi papi,siempre lo dejas con ganas de su general y nada 😂😂😂😂
o quizás que pasaron la noche juntos 😅
que mente cochambrosa la mía verdad mami 😏🤭
Drake:traidor asesino,creo que es el dragón que intentará matar a Isabella al tiempo que se pudo unir al enemigo que mato al padre de Ethan bebé 😍
los reyes: obviamente quieren un casamiento con Isabella por qué ganó el torneo
sip,eso creo 😂