¿Qué harías si un día despertaras en un mundo totalmente desconocido?
Andaira, una joven del siglo XXI, despierta en la majestuosa mansión Valois sin memoria y con más preguntas que respuestas. En un reino de magia y misterio, deberá desenterrar los secretos de su pasado y descubrir su verdadero destino. Rodeada de intrigas y peligros, Andaira se encuentra con Kaiden, un valiente príncipe y poderoso general, quien la ayudará a enfrentar las sombras que amenazan su existencia.
A medida que Andaira explora este mundo mágico, se dará cuenta de que su vida está entrelazada con fuerzas antiguas y poderosas. ¿Podrá encontrar su verdadera identidad y salvar al reino de una oscura amenaza?
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Capitulo 17
Después de platicar con Evander, me sentí un poco mejor. Su comprensión y apoyo me habían brindado una tranquilidad inesperada. Sin embargo, esperaba que Kaiden viniera a verme, pero el tiempo pasó y él nunca apareció. Esa ausencia me dejó con una sensación de vacío y desasosiego.
Me sentía confundida y necesitaba hablar con él. Tenía que revelarle la verdad ahora que los recuerdos de Andaira habían vuelto; lo entendía todo.
Esta era mi tercera vida. Nunca había existido tal cosa como otra alma, siempre había sido yo. Los fragmentos de mi pasado se estaban uniendo, formando una imagen clara de quién era realmente y de todo lo que había vivido. Sentía la urgencia de compartir esto con Kaiden. Quería explicarle todo con detalle. En mi primera vida, nunca me casé con él, aquel demonio me había llevado con él y no era que tuviera amor por mí. Corrompió mi poder sagrado para hacerse más fuerte; ese era su objetivo y aunque creímos que lo habíamos eliminado, sigue por ahí recuperando su poder.
Terminé viviendo mi segunda vida porque, al parecer, mi poder sagrado de alguna manera tiene voluntad y me salvó enviando parte de mi alma a la tierra. Pero cuando las dos mitades de mi alma tomaron la misma decisión, el poder sagrado trajo de vuelta lo que quedaba de mi alma a este cuerpo, para que no muriera. Así que ahora estoy viviendo mi tercera vida.
La revelación de estos recuerdos me dejó con una mezcla de asombro y determinación. No podía seguir guardando esta verdad; necesitaba hablar con Kaiden y explicarle todo con detalle. Sabía que nuestra conexión era más profunda de lo que él podría imaginar y que debíamos enfrentar juntos el oscuro peligro que aún acechaba.
Decidida a encontrarlo, me levanté de la cama, a pesar de que mi cabeza aún dolía ligeramente. Cada paso que daba por los pasillos del palacio, sentía el peso de los recuerdos antiguos mezclarse con mi presente, pero también una renovada fuerza para enfrentar lo que estaba por venir. Kaiden necesitaba escuchar esta verdad, y yo necesitaba liberar el peso de todos estos recuerdos que llevaban demasiado tiempo enterrados.
Caminé por los pasillos del palacio, buscando a Kaiden en cada rincón. Finalmente, lo vi en uno de los patios interiores, solo y pensativo. Mi corazón latió con fuerza al verlo, y una mezcla de emociones me invadió: alivio, nerviosismo, y una profunda necesidad de hablar con él. Pero me equivoqué al pensar que estaba solo. Veridia lo abrazó fuerte y se acercó para besarlo. Giré para no verlo y salí corriendo. Ahora sabía por qué no había ido a verme.
El dolor y la confusión se arremolinaban dentro de mí mientras me alejaba. Necesitaba encontrar un lugar tranquilo para procesar todo lo que había descubierto y lo que acababa de ver. Mis pasos me llevaron a los jardines del palacio, donde el aire fresco y el sonido del agua corriendo me brindaron un pequeño respiro.
Me dejé caer en un banco, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con caer. Sabía que tenía que ser fuerte y enfrentar la situación, pero en ese momento, todo parecía abrumador. Cerré los ojos y respiré profundamente, buscando la fuerza dentro de mí para seguir adelante.
—Andaira —reconocí su voz de inmediato.
—Su alteza —respondí, mirándolo con frialdad.
Kaiden se detuvo, su expresión pasando de sorpresa a preocupación.
—Necesito hablar contigo —dijo, dando un paso hacia mí.
—¿Ahora quieres hablar? —mi tono era firme y distante—. Después de todo este tiempo, ¿ahora decides que es el momento adecuado?
Kaiden frunció el ceño, claramente desconcertado por mi reacción.
—Sé que he estado ausente, pero hay cosas que necesitas saber, Andaira. No todo es lo que parece —dijo con un tono de desesperación en su voz.
Sentí la furia y la tristeza burbujeando dentro de mí, pero sabía que este no era el momento para dejarme llevar por mis emociones. Tenía que mantenerme firme y concentrada en lo que necesitaba decirle.
—Yo también tengo cosas que contarte, Kaiden. Cosas que no puedes ni imaginar. Pero parece que has estado ocupado con otros asuntos —dije, mi mirada desviándose hacia donde había visto a Veridia momentos antes.
Kaiden siguió mi mirada y sus ojos se llenaron de comprensión y culpa.
—Andaira, por favor, dame una oportunidad para explicarme. Esto no es lo que parece. Veridia no significa nada para mí comparado contigo —insistió, su voz llena de sinceridad.
Las palabras de Kaiden resonaron en mi mente, pero el dolor y los celos eran más fuertes. Sentía que una parte de mí se había roto al verlo con Veridia.
—¿Comparada conmigo? —repetí, sin poder ocultar la incredulidad y el dolor en mi voz—. ¿De verdad crees que puedes decir eso después de lo que acabo de ver?
Kaiden dio un paso hacia mí, su expresión desesperada y posesiva.
—Andaira, lo siento. Sé que parece mal, pero hay cosas que no sabes. Veridia usó.. .—comenzó a decir, pero lo interrumpí.
—No me interesa saber qué tienes que decir sobre ella —dije, tratando de mantener la calma—. Lo que importa ahora es que te vi con ella. ¿Cómo crees que me siento al verte así?
La frustración en sus ojos era palpable, y podía ver que estaba luchando por mantener la compostura.
—Andaira, no tienes idea de lo que está pasando. Veridia no significa nada para mí. ¡Es a ti a quien amo! —dijo, acercándose más y tomando mis manos con fuerza.
Sentí una mezcla de rabia y desesperación al escuchar sus palabras. ¿Cómo podía decir eso después de todo lo que había pasado? ¿Después de haberme dejado sola mientras él estaba con otra?
—Kaiden, me siento traicionada. No sé si puedo seguir creyendo en tus palabras —dije, apartando mis manos de las suyas.
Él me miró con intensidad, su rostro reflejando una mezcla de dolor y determinación.
—Tu hermano tiene razón, Kaiden. Te estás comportando como un cobarde —dije, mis palabras llenas de dolor y rabia.
—¿Que ahora son cercanos? ¿Te casarás con él? —dijo, la rabia evidente en su mirada. Podía ver cómo era consumido por los celos, ahí estaba de nuevo el Kaiden que había visto la primera vez que desperté en la mansión Valois.
—¿Me acusas a mí? ¿Cuando hace un momento tenías a otra en tus brazos? —le reproché—. Eres increíble, y eres un idiota —dije con tanta rabia.
El rostro de Kaiden se tensó al escuchar esas palabras. Pude ver cómo sus ojos brillaban con una mezcla de furia y dolor.
—¿Cómo puedes rendirte tan fácil? —me preguntó, su voz temblando de emoción contenida.
—¡No me casaré con un idiota! —le grité, las lágrimas corriendo por mis mejillas. Lloraba de coraje y tristeza.
Kaiden se acercó a mí y di un paso atrás, pero una pared no me dejó avanzar. Ahora estaba atrapada con él a unos centímetros de mí.
—Repítelo —dijo claramente molesto, su voz baja y peligrosa.
—Ya me escuchaste —le dije, volteando mi rostro para no mirarlo.
Kaiden tomó mi rostro entre sus manos, obligándome a mirarlo.
—Ahora tú me vas a escuchar —dijo con firmeza, sus ojos ardiendo con una intensidad que me dejó sin aliento—. No puedo cambiar lo que viste, pero te juro que no significa nada. No voy a rendirme contigo, Andaira. No importa lo que pienses ahora, haré lo que sea necesario para demostrarte que eres la única para mí.
Sentí la mezcla de emociones luchar dentro de mí: el dolor de la traición, los celos, la desesperación y la fuerza de sus palabras. Quería creerle, pero la herida era profunda y aún sangraba.
—Kaiden... —murmuré, sintiéndome atrapada entre mis emociones.
—Andaira, no me dejaré vencer por esto. No puedo perderte. No permitiré que nadie, se interponga entre nosotros —dijo, sus ojos fijos en los míos, llenos de una determinación feroz.
no lo sé... tal vez estoy paranoica
es fantástica
porque su madre no la sano???
pero me gusta