En el reino mágico de Eldoria, la paz es una ilusión frágil que se ve amenazada por fuerzas oscuras que acechan en las sombras. Los guardianes de Eldoria, liderados por Leo, Camila, Alexander y Morgana, protegen su hogar con valentía y sabiduría, fortalecidos por siglos de tradición y la luz emanada por la Fuente de la Luz Eterna.
Pero cuando una curandera recién llegada, Selene, irrumpe en sus vidas, trayendo consigo un amor aparentemente puro por Alexander, todo cambia. Selene oculta un secreto oscuro: ha sido enviada por la Sombra del Pasado para infiltrarse en Eldoria y destruirla desde dentro.
A medida que el amor florece entre Alexander y Selene, también lo hace la traición. Selene debe enfrentar su lealtad dividida entre el deber y el corazón, mientras los guardianes descubren sus verdaderas intenciones. La batalla por el destino de Eldoria se desata, poniendo a prueba no solo la fuerza de sus defensas, sino también los lazos de amor y confianza que los unen.
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Capitulo 4: La Marca del Destino
Con la imagen de la serpiente enroscada en la luna creciente grabada en sus mentes, Camila y Alexander se dirigieron hacia la antigua capilla de la mansión, un lugar que había servido tanto para ceremonias religiosas como para rituales mágicos a lo largo de los siglos. Las paredes de piedra estaban adornadas con tapices descoloridos y candelabros oxidados, y el aire estaba impregnado con el aroma a incienso antiguo.
—La capilla ha sido un lugar de poder durante generaciones —dijo Alexander mientras se acercaban al altar central—. Si hay algún rastro de la figura en las sombras, podríamos encontrarlo aquí.
Camila asintió y comenzó a inspeccionar las paredes y los ornamentos, buscando cualquier señal de la marca que habían visto en los diarios. Sus dedos rozaron una piedra que parecía fuera de lugar, y con un leve empujón, reveló un compartimento oculto. Dentro, había un pequeño cofre de madera adornado con el mismo símbolo de la serpiente y la luna.
—Alexander, ¡mira esto! —exclamó Camila , sacando el cofre con cuidado.
Alexander se acercó rápidamente, observando el cofre con interés. Lo abrió con manos temblorosas, revelando un conjunto de antiguos pergaminos y un medallón de plata con la misma marca grabada.
—Estos pergaminos parecen ser escritos de la época de Arak —dijo Alexander, desenrollando uno de ellos—. Puede que contengan más información sobre la figura en las sombras.
Comenzaron a leer los pergaminos, descubriendo antiguos conjuros y anotaciones sobre rituales oscuros. Uno de los pergaminos contenía una detallada descripción de un ritual para invocar y controlar a la figura en las sombras, mencionando el nombre "Seraphine", un nombre que resonaba con una oscura familiaridad.
—Seraphine... —murmuró Camila , sintiendo un escalofrío recorrer su espalda—. Ese debe ser el nombre de la figura en las sombras.
Alexander asintió, sus ojos llenos de determinación.
—Ahora que sabemos su nombre, podemos intentar invocar su espíritu y enfrentarnos a ella directamente. Pero debemos tener cuidado. Es poderosa y peligrosa.
Decidieron realizar el ritual esa misma noche, en la capilla, utilizando el medallón y los pergaminos como guías. Prepararon el altar con velas negras y rojas, y trazaron un círculo de protección alrededor de ellos con sal y hierbas mágicas.
Cuando la luna alcanzó su punto más alto en el cielo, comenzaron a recitar las antiguas palabras del conjuro. La atmósfera en la capilla cambió, volviéndose más densa y cargada de energía. Las velas parpadearon violentamente, y una figura comenzó a materializarse en el centro del círculo.
Seraphine apareció ante ellos, una mujer de belleza etérea pero con una oscuridad palpable en sus ojos. Su sonrisa era fría y calculadora.
—Así que finalmente habéis descubierto mi nombre —dijo con voz seductora—. ¿Qué deseáis de mí, mortales?
Camila y Alexander se mantuvieron firmes, sin dejarse intimidar por su presencia.
—Queremos saber por qué nos maldijiste junto a Arak —dijo Camila con valentía—. ¿Qué buscabas?
Seraphine rió suavemente, como si la pregunta le divirtiera.
—El poder, por supuesto. Arak y yo deseábamos el poder que vuestro amor eterno podría otorgarnos. Pero al fallar, me vi condenada a estas sombras, esperando el momento de vengarme.
—Pero podemos poner fin a esto —intervino Alexander—. Si nos liberas de la maldición, podríamos encontrar una forma de liberarte a ti también.
Seraphine los miró con curiosidad, considerando la oferta.
—¿Liberarme? —murmuró, sus ojos brillando con un destello de esperanza y desconfianza—. Y, ¿por qué debería confiar en vosotros?
Camila dio un paso adelante, extendiendo su mano hacia Seraphine.
—Porque, al igual que nosotros, mereces una oportunidad de redención. Juntos, podemos encontrar una manera de romper estas cadenas que nos atan a todos.
Seraphine observó la mano de Camila durante un largo momento antes de tomarla con suavidad. La oscuridad en sus ojos pareció atenuarse ligeramente.
—Muy bien —dijo finalmente—. Os ayudaré. Pero si intentáis traicionarme, vuestro destino será aún peor que la maldición.
Con una alianza frágil pero crucial formada, Camila , Alexander y Seraphine se prepararon para enfrentarse a las últimas sombras que los habían perseguido durante siglos, con la esperanza de encontrar finalmente la paz y la libertad que tanto anhelaban.