Ya No Soy Una Extra

Una extraña silueta se ve pasar rápido, su presencia no había sido notada aún, pero era cuestión de tiempo y habilidad; cuando eliminara al primero de los objetivos, el resto se percataría de que había un intruso, debía terminar la misión antes de que eso pasara. Corre en silencio hasta la oficina del primer guardia y con su arma lo silencia para siempre. Con la vista busca algo, y ahí estaban las llaves, alguna de ellas abriría la jaula.

Sale del lugar y se dirige a donde estaban encerradas todas las víctimas de esa banda. Llega a la gran puerta de metal reforzado y comienza a probar cada una de las llaves hasta que da con la indicada. Un clic se escucha cuando la gira y entra despacio al lugar.

Dentro de la habitación habían varias mujeres, por el color de sus ojos y sus cabellos se podía notar que no eran comunes; chicas con una belleza sobrenatural lo miraban asustadas, pero una de ellas, con un llamativo cabello azul, se levanta confiada y le sonríe.

- Te tardaste más de lo que esperaba. Démonos prisa y saquemos a todas las muchachas- se gira y se dirige con una voz dulce a las chicas- No se preocupen, nadie las volverá a molestar, nos encargaremos de llevarlas a un lugar seguro junto a sus familias. Vengan con nosotros.

Las más valientes se levantan y salen del lugar siendo guiadas por el ser encapuchado; las tímidas y más afectadas dudan, la chica las mira con tristeza, sabía que era difícil confiar en las personas. Esas jóvenes habían sido víctimas de una banda criminal que buscaba jóvenes con alguna conexión con el mundo mágico, desde hadas, hasta sirenas, para luego hacerlas "mujeres de compañías" de gente rica. Desde hacía tiempo la agencia los buscaba para desmantelar todos sus negocios turbios e ilegales, pero mientras, iban rescatando a los seres que podían.

Ella se había infiltrado hacía varias semanas haciéndose pasar por una de las chicas y así, desde dentro, guiar el proceso de extracción, además de recolectar información para llegar hasta los líderes de la banda y así poder acabar con ella desde la base. Gracias a que se mantenía en contacto con el exterior, había dado los datos correctos para ingresar al condominio.

- Chicas, sé que allá afuera también hay gente que querrá hacerles daño, pero si se quedan aquí no podrán volver a ser libres y las seguirán utilizando para satisfacer el antojo de unos seres despreciables. Si me siguen al menos tendrán la opción de vivir libres nuevamente. Yo me aseguraré de que nada malo les pase y las protejan, nadie volverá a lastimarlas.

Al escuchar las alentadoras palabras de la joven, se levantan y caminan hacia la salida. Ella las sigue cuando ya la última había salido del lugar; afuera había un patio amplio con una cerca alta que impedía continuar, se acerca un poco y pide que se alejen, levanta sus manos y frente a ella aparece un símbolo mágico que brilla, entonces el muro se desintegra en esa parte.

Una camioneta negra los esperaba, movilizan a las chicas para que todas entraran; pero cuando solo faltaban dos chicas, desde la distancia les comienzan a disparar.

Él se da la vuelta y busca de dónde viene el fuego enemigo, le señala a la chica el lugar, y ella crea un escudo mágico de color amarillo para protegerlos. La última de las víctimas monta y él la va guiando mientras ella camina de espaldas para entrar los dos al auto. El chófer arranca y se alejan ilesos.

Ya las chicas estaban instaladas en un lugar seguro junto a sus familias, se les había asignado una nueva identidad y trabajos acorde a sus habilidades. Isabella ya se había quitado su disfraz y se acerca a su acompañante, sin previo aviso, la acerca a él y la besa apasionadamente en los labios.

- También te extrañé- le dice ella cuando se separan acalorados con una sonrisa alegre en sus labios.

- Te amo, mi bella.

Isabella abre sus ojos, los sueños sobre su vida pasada eran frecuentes, como recordatorios de la traición que había sufrido. Se levanta y toma un poco de agua de una jarra que estaba junto a su cama; había pedido que la colocaran ahí todas las noches, pues siempre que se levantaba después de esos sueños, sentía mucha sed.

El sol aún no salía, pero como había perdido el sueño, decide prepararse ya para el día. Un mes había transcurrido desde que había comenzado su entrenamiento arduo con Luna, pero ese día lo tenía libre y había planificado con Sophia hacer una tertulia y después una merienda; todas las chicas que invitaron habían confirmado su participación, eran jóvenes que al igual que ellas, iniciarían ese año en el instituto.

La chica decide practicar su magia, todavía era muy temprano y ese día no tenía otra cosa que hacer mas que esperar por sus invitadas. Piensa por un momento y estira sus manos al frente, recita mentalmente el hechizo y tal como había sucedido en su pasado, un símbolo mágico se manifiesta en sus manos hasta que lo amplía frente a ella, para luego crearse una pared transparente. A diferencia del escudo mágico que solía crear, éste era de color rojo, y sus dimensiones eran mayores, como si el escudo fuera proporcional a su poder.

- Interesante- dice en voz alta- ¿podré expandirlo hasta dónde quiera, o tiene un límite?

Abre sus manos y el escudo se amplía; Isabella sale de su terraza y va hasta el patio con el escudo aún funcionando. Se coloca de espaldas a la mansión y mentaliza lo que quería hacer, entonces el escudo se va ensanchado hasta cubrir por completo la propiedad como si fuese una cúpula. La chica estaba satisfecha, incluso podía mantener el escudo sin necesidad de que ella usara sus manos.

- Parece que descubriste algo útil- Luna le habla, pero Isabella ya se había acostumbrado a ser sorprendida por su maestra, incluso había aprendido a detectarla en ocasiones cuándo se acercaba; la propia Luna le había enseñado a sentir mejor el mana y las presencias de otros a su alrededor, no era algo que todos pudiesen hacer, pero no era imposible.

- Sí, pero no sé por cuánto tiempo pueda crearlo, creo que hoy haré la prueba.

- Es una buena idea- Luna le sonríe- ¿Quieres ir a desayunar ya? Hoy iré a hacerle una visita a una buena amiga y me iré temprano, pero no quiero comer sola- Isabella asiente y mira arriba al escudo que las cubría.

- Luna, no puedo dejar el escudo visible, eso llamaría mucho la atención.

La pelirroja piensa por un momento y hace aparecer el libro, busca entre sus páginas y encuentra lo que buscaba; vuelve a guardar el grimorio y con las manos alzadas al cielo repite mentalmente el hechizo, una letra ilegible aparece frente a ella y brilla hasta que el escudo mágico se hace invisible completamente.

- Ahora sí podemos ir a desayunar.

Las dos se marchan conversando y van hasta donde Luna tenía su casa. Era una extensión de la mansión, y en el pasado había funcionado para que algunos invitados que iban por mucho más tiempo estuvieran cómodos. Tenía dos pisos, en el primero había un recibidor seguido de un estudio pequeño, una sala, un comedor y a continuación una cocina. En el segundo piso habían tres habitaciones y dos cuartos de baño, uno común que daba al pasillo, y otro dentro de la habitación principal, que era la que usaba Luna; el otro dormitorio lo estaba ocupando la institutriz de Christal.

La propia Luna prepara el desayuno y le guarda una porción a la otra chica que compartía la casa con ella. Isabella le pide ayudar y juntas ponen la mesa y se sientan. Continúan charlando por un rato hasta que terminan de comer y friegan la loza.

Luna sube a su habitación y recoge algo, pero lo hace desaparecer entre las sombras, baja nuevamente para despedirse de la chica. Isabella le sonríe y Luna la abraza sin que la pelirroja lo esperase.

- Nos vemos mañana- dice Luna.

- Pero no llevas maletas- mira alrededor Isabella.

- No la necesito- le dice con picardía y le guiña un ojo.

Isabella niega y ambas caminan hasta la entrada de la casa, la morena le da un empujoncito al frente y cuando Isabella se gira para protestar, ya Luna no estaba. La pelirroja mira a los lados.

- ¿Cómo diablos lo hace?- dice Isabella consternada.

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Hola 👋 chic@s:

L@s sorprendí con el inicio, ¿verdad? 😅 quisiera que me escribieran en los comentarios ¿qué pensaron de la escena del recuerdo, pensaron que era Isabella, o ya se imaginaban que era ese misterioso compañero?

Para l@s que leyeron el libro anterior se darán cuenta de que en éste he insertado estas escenas de recuerdos, pero tiene su explicación 😉 Y díganme ¿a dónde creen que fue Luna? 🤭

Perdonen la demora, es que entre mi perrita enferma, la mala conexión y que llevo 3 días con el fluido eléctrico intermitente, no he tenido tanto tiempo a actualizar como quisiera 🙏

Nos vemos y gracias por leer 🥰

Mua Mua 😚❤️