Un mundo donde los humanos son la raza más débil y hostigada por las demás... Hasta que el primer dios de su raza aparece llenando los corazones de esperanza.
¿Podrá nuestro protagonista ayudar a la humanidad? ¿Descubrirán la verdad?
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capitulo 7
Mi hermana regresó en la noche algo herida, mi madre y yo atendimos de ella hasta la mañana siguiente cuando comenzó a sentirse mejor.
Mi madre no quiso preguntar nada hasta que sanara.
Maeva le cuenta detalladamente todo lo que sucedió, el secuestro público sin temor, las personas que había, lo que querían, como la trataron, como se sentía...
Especialmente la presencia de un Dios demonio, uno que se declaró aliado de los humanos.
Mi madre parecía confundida, no le creía, pero tampoco dudaba de ella.
La prueba de que está sana y segura fue contada como prueba para madre.
Lamento decepcionarlos, su dios es el hijo menor de la familia.
Al rato llega Han, al ver a Maeva la abrasa felizmente, parece que estaba preocupado.
Ella lo tranquiliza y cuenta poco a poco lo sucedido.
— Es difícil creer lo que dices, es una historia de fantasía muy buena—.
— Es la verdad, soy testigo—.
— Lo sé, pensar que teníamos un Dios de nuestro lado, que nos observaba con ese roedor extraño, tiene sentido, de verdad tiene sentido—.
La cara de Han es una de extrema felicidad como si se hubiese dado cuenta de algo que estaba frente a sus ojos.
— Puede que curen a mi madre—. Murmura casi en silencio con una sonrisa.
Lo siento, Rafael no es un Dios, solo lo dije por proteger mi identidad, aún es muy Pronto para mostrarse al mundo.
No, posiblemente nunca deba de mostrar mi identidad, la credibilidad depende de como mienta.
Las personas no creen en la verdad, creen en lo que quieren creer.
En mi mundo también era así, solo que la verdad y la mentira estaba al alcance del bolsillo y un patrón tipo pin o de deslizamiento.
Extraño el anime y los videojuegos.
Me gustaría que las personas crearán el manga o algún tipo de historieta entretenida.
— ¿Qué estuviste haciendo ayer Ciel?—. Me pregunta Han sospechando de mi.
— Fui a mi cama a llorar—.
— Ah... Lo siento—.
Con eso las dudas se van.
Mi madre me da un abrazo y responde "es cierto, no salió de allí desde que se encerró"
Si salí.
— Debió ser duro para ti perder un hermano, puedo entender eso perfectamente —.
— Han ¿Perdiste uno?—.
— Si... Sé lo que es, me alegra que tuviera un final feliz—.
— ¿Por qué me ordenaron volver a casa y a los demás no?—.
— No te cuestiones esas cosas Maeva, debe tener un plan para nosotros, con eso es suficiente, no nos olvidaron—. Dice felizmente Han.
— ¿Qué pasará en el futuro?—.
— Nadie puede saberlo, algo como esto no ha sucedido antes—. Responde mi madre.
— Estoy muy feliz, señora Tae, Maeva, pequeño Ciel, traeré algo para poder comer, iré a la zona comercial, ya vuelvo—.
— No tienes que molestarte—.
— Insisto, esto hay que festejarlo—.
Han sale de la casa y un suspiro por parte de mi madre invade la sala.
— Es tan buen muchacho, en el futuro te lo van a robar hija—.
— A mi no me gusta Han, es mi amigo—.
— Mentirme no tiene caso, Ciel, espero que algún día me traigas una bonita novia—.
— Será tan bonita como mi mamá —.
— Que lindo hijo tengo—. Declara para luego abrazarme.
— Manipulador—. Murmura Maeva.
¿Acaso me descubrió?
— Solo digo la verdad hermana—.
...
El tiempo transcurre y ya tengo 7 años de edad, mi hermana 13, Han 14, ambos pre adolescentes mientras que yo aún soy un niño.
Al igual que Superman con lentes soy Clark Kent, y con mi cuerno soy un Dios demonio infernal... Que vergüenza.
Y Rafael es el Dios de no me acuerdo.
Observo a mi familiar quien siempre duerme cerca de mi, nos hicimos buenos amigos este tiempo.
Debe existir una relación de beneficiados, yo le entregué su cuerno y poder mágico, a cambio él me da... Problemas.
No es el intercambio que buscaba.
Si lo ven aquí comenzarán a sospechar.
— Rafael, ven aquí—. Mientras extiendo mi mano al aire.
De un microsegundo, Rafael pasa de estar en el suelo a la palma de mi mano.
— Tu capacidad de teletransportación no la entiendo, como la obtuviste, como se hace, como tú puedes hacer eso y yo no—.
Tengo la teoría que un viaje astral, es decir, sus partículas se mueven a la velocidad de la luz y pareciera que se teletransporta.
Tiene más sentido incluso solo por qué no conozco forma de que alguien pueda pasar el punto A al punto B en un segundo sin trasladarse por el camino.
Pero incluso estando atrapado en mis manos es capaz de hacerlo, entonces debe atravesarla.
Esa es mi teoría.
Nada claro aún.
Quiero tener esa habilidad.
La deseo.
— Ahora somos dos Dioses ¿No?—.
Mientras él descansa en mi mano, intento atraparlo con mis dedos, pero de inmediato aparece en mi otra mano.
— Que astuto eres—.
Me preparo para salir está noche, debo ir directo a mi nueva base.
— ¿Vienes conmigo Rafael?—.
Me visto para la ovación, un sombrero de lana
Para tapar mi peinado, cuerno afuera, una capa que tape mi cuerpo y rumbo a la base.
Intento copiar la técnica de Rafael varias veces sin mucho éxito, no es algo fácil de hacer aunque siento que estoy cerca de conseguirlo.
...
Al llegar puedo apreciar numerosos campos de cultivo, casas enormes de concreto, una enorme capilla, en él medio una torre a medio construir, campos cerrados con animales, un enorme campo de entrenamiento similar a lo que sería un coliseo romano y finalmente una cueva.
Recuerdo cuando esto era solo un campo de flores, le enseñé todo lo que pude a Primera para que utilice mis conocimientos a su favor.
Forma de gobernar, liderar, educación, música, herramientas, política... Incluso artes marciales de todo el mundo.
Fue bastante entretenido.
— Mi señor, un gusto volver a verlo—.
Una voz a mi costado llama mi atención.
Una mujer de un bonito vestido rojo me da la bienvenida.
— Quiero ver a los primeros—.
— Permítame guiarle—. Declara con una sonrisa.
Parece que me lleva directo a la capilla, creí que iríamos a la torre.
Bueno aún no está terminada pero... Da igual.
— ¿Cuál es tu nombre?—.
— Darine, trabajo en una tienda de moda, si necesita algo que vestir puede contar conmigo—.
— Lo tendré en cuenta—.
Me gustaría ropa nueva, no tengo dinero con que pagarle, teniendo en cuenta lo que ella viste se nota que tiene talento, debe ser costoso.
— Un saludo a usted también Dios Rafael—.
Ay, que vergüenza.
Ese saludo no es necesario.
— Me alegra que tengas en cuenta a Rafael, haces bien Darine—.
— Me alaga, es un honor poder servirles—.