Juliette Bernard DuPont tenía la familia más amorosa del mundo, fue una niña muy feliz hasta que un fatídico accidente le quitó a sus padres.
La jovencita tuvo que irse de su país y de su vida para mudarse con la tía de su madre, la joven cambió su estilo de vida y ahora solo sobrevivía con una mensualidad que le daba para vivir bien.
Juliette se enamora de Ethan King, hijo de una de las familias más ricas de Inglaterra, pero este solo la ve como el gusto que se quiere dar porque es muy poca cosa para él y para eso hasta le propone matrimonio.
Luego de dos años de noviazgo, él la humilla en el altar y ella desecha y lista para recuperar su antigua vida, decide ir antes a una boda con su amiga, lo que no se imagina es que pasará de ser invitada a la novia y nada más y nada menos que del hermano de su ex, el cual está en silla de ruedas y por eso es plantado.
¿Podrán estás dos almas rotas unir sus pedazos y ser felices, o solo se unirán para cobrar venganza?
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Cásate conmigo
Ya hace dos meses que la tía de Juliette murió, la joven ha seguido en un estado de depresión horrible, se siente muy mal porque fue plantada y humillada delante de todo, y para completar su único familiar se murió ese mismo día, estaba sola, se sentía desolada.
Juliette estaba muy triste, siguió yendo a la universidad bajo la mirada y murmullos de todos, era un zombi más, no le importaba nada, solo quería poder irse a cumplir con la voluntad de sus padres.
La joven había decidido irse y alejarse solo faltaba poco para su cumpleaños número 21 y después comenzaría de nuevo, pero mientras se quedaba tirada llorando, no hacía otra cosa, su amiga Kiara ya preocupada la invitó a una boda a la que la invitaron a ella, no conocía a los novios, solo aceptó para distraer a su amiga.
—Vamos Julie, ya levántate por favor… verás que te vas a divertir — dijo su amiga tratando de animarla.
—A dónde menos quiero ir es a una boda… —Dijo triste.
—Amiga, no importa iremos a divertirnos, a disfrutar mientras él está feliz y tú estás aquí llorando, te paras y nos vamos. —La joven cansada de la insistencia de su amiga, decidió irse.
Julie se colocó un hermoso vestido rojo y decidió ir junto a su amiga.
El lugar estaba hermoso, era una mansión muy grande en la zona más lujosa de Inglaterra, había mucha gente de dinero por sus aspectos, ellas también tenían vestidos hermosos y estaban a la altura de todos los demás, es que Julie era una chica con tanta gracia y clase, que cualquier cosa le quedaba bien.
La boda era en el jardín, la decoración era dorada y blanca, los lugares estaban forrados con vestidos bancos y dorados, había una hermosa alfombra y un arco de rosas muy bello. Los invitados esperaban impacientes, ya que nadie salía, todos murmuraban y al parecer tampoco habría boda.
Al acordarse de lo que le hicieron le dio nostalgia y comenzó a caminar por el lugar hasta que escuchó varios gritos.
La joven vio a una mujer de espaldas, gritándole a un hombre en silla de ruedas, era muy guapo, pero tenía una máscara en un lado de su cara.
La mujer le decía muchas cosas horribles y ella se sintió demasiado mal, nadie debería pasar por eso y menos él en su condición.
—Por qué me dices esto, sabana, por qué no estás vestida de novia. —Preguntó el hombre con dolor en su voz.
—Yo no me voy a casar contigo, lo entiendes, jamás me cansaré con un adefesio como tú, mírate, das lástima. —Dijo la mujer con tanto desprecio y Julie se sentía demasiado mal por el hombre en la silla de ruedas.
—Pero por qué hasta hoy, dime, maldición. —Gritó, el hombre furioso, tenía el dolor plasmado en sus ojos.
—Sabes por qué, porque hoy es tu cumpleaños número 28 y hasta hoy tenías tiempo para casarte y no perder tu herencia, hasta hoy, asqueroso, lisiado. —Dijo y luego se rio.
—Me casaré con el sexy de tu hermano, y la fortuna será nuestra, ahora adiós, yo jamás te amé, solo eras buen amante y un detallista sin igual, aparte de guapo, pero ahora. —Lo miró con asco.
—Ahora me das repulsión, me das asco Elijah, hasta nunca, inválido de mierda. —Dijo y salió riendo, el hombre sostuvo su cara en sus manos y gritó, Julie lo escuchó, pero por la música duda que los demás lo hayan oído.
El hombre estaba derrotado, aunque esa no era su única fortuna, pero era el legado de su abuelo y no quería fallarle, se recriminaba por no haberse casado antes, aunque daba gracias de no haberse casado con esa víbora que le estaba matando el alma, lo traicionó nada más y nada menos, que con su hermano.
—¡Alex! Dile a todos que se vayan, no habrá boda, nadie se casaría con un monstruo como yo. —espetó el hombre.
—Yo sí lo haría. —Habló la joven saliendo de su escondite y dándole la cara al hombre.
A pesar de que Elijah, no quería ver a nadie, no le pudo gritar a ella.
—Señor, cásese conmigo, por lo que escuché, necesita hacerlo hoy, hágalo, no se deje ganar de nadie, no se deje humillar por esa serpiente asquerosa. —Habló con rabia.
—Qué estás diciendo, no estoy para bromas. —Dijo firme y molesto.
—No bromeo y míreme, usted es muy guapo lo que haya debajo del antifaz, solo lo hace más interesante, lo quiero ayudar. —Dijo la joven, las ganas de no dejar que esa mujer ganara, la impulsaba, no sabía si hablaba de su ex o si también a él lo iba a abandonar por el hombre que mencionó, pero ella quería apoyar a este hombre, como nadie hizo con ella.
—Y qué ganarías tú, dinero supongo, cuánto quieres, aunque no hay tiempo de contratos. —Habló Elijah.
—No quiero nada de dinero, solo haga un papel dónde renuncio a cualquiera de sus bienes y listo, no quiero dinero, solo lo quiero ayudar. —Dice la joven.
—No creo que no desee nada señorita. Usted no tendría nada, no va a pedir absolutamente nada. —Ella lo miró y dijo.
—Ya que insiste, solo quiero algo. —Dijo.
—Ahora sí, la cosa tiene coherencia, qué deseas—Contestó.
—Deseo encargarme personalmente de tu rehabilitación y no te puedes negar, lo quiero por escrito de ser necesario, nada de echarse a morir, lo que yo decida para su salud lo aceptará —El hombre puso cara de extrañeza, no sabía si había escuchado bien.
—Responda, lo toma o lo deja. —Pregunto firme.
—Por qué lo hace. —Pregunto él.
—Sé lo que se siente esto y es horrible, nadie lo merece, nadie me evitó la vergüenza, yo se la evitaré a usted.
—Acepto, pero aunque hagamos un documento, por las prisas no será notariado, pero tiene mi palabra y esa pesa mucho.
—De acuerdo señor…
—Elijah… Elijah King… Y usted —Ella se sorprende.
—¿King?.
—Sí, por qué le sorprende.
—No por nada, soy Juliette. —Él la vio dudar y dijo.
—Si no hay confianza, esto no resultará —ella asintió y dijo.
—Soy la ex de su hermano, me dejó plantada como a usted, pero con más testigos, y mi nombre es; Juliette Bernard, DuPont, pero nadie puede enterarse aún. —Él frunce el ceño.
—Y eso por qué.
—Se lo cuento luego, porque los invitados esperan. —Él asiente y le dice a dónde dirigirse.
—Alex, calma a los invitados, dile que esperen un poco. —El hombre va a hacer lo que le dice, ya que la otra orden no la ejecutó y él saca su teléfono.
—Necesito un vestido de novia talla x y que lo traigan a mi mansión ahora. —No pasó mucho tiempo cuando la hermosa joven, recibió y se colocó un vestido de novia hermoso, la joven bajó con gracia y elegancia, el novio esperó en el altar y la madre de Ethan estaba confusa, no sabía que hacía él allí si lo habían plantado, ella sabía todo el plan.
Una hermosa joven bajó en un vestido de novia, corte sirena de encaje bordado y tul, tenía mangas largas de encaje y un escote de corazón, hasta las rodillas era ajustado y luego caía suelto con seda y encaje bordado, se veía preciosa.
Todos miraban a la novia, sobre todo Kiara, que pensaba estar soñando, cuando su amiga se desapareció, se imaginó que se había ido, pero se equivocó, su amiga se iba a casar con el novio de esa boda, era una locura, pero si la ayudaría a olvidar ella estaba feliz.
Aunque luego calló en cuenta que era el hermano de su ex y empezó a preocuparse.