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Mi nombre es Katy Rodríguez Mendoza. Tengo 24 años de edad.

Toda mi vida fue un caos desde que mis padres se divorciaron. Al venir de una familia separada, las cosas para mí no han sido nada fáciles.

Mi madre se volvió a casar con Enrique, cuando yo tenía 8 de edad.

Enrique es un buen hombre. Trata muy bien a mi madre la cuida y la protege, no obstante, formaron una nueva familia en la que yo ya no tengo lugar.

Cuando tenía 12 años, me mude a vivir con mi padre a Las Vegas. Un lugar hermoso, vida nocturna perfecta, ruido por todas partes.

Como muchos hombres, mi padre tenía una adicción por el juego. Algo que tarde o temprano terminó por perjudicarme.

Así que solo me quedé a su lado por unos años, hasta que tuve 16 años. Después, regresé a Nueva York y estudié, para pedir una beca en el extranjero.

Todo marchaba bien entre comillas. Yo estudiaba, y por la noche trabajaba en una cafetería. Me esforzaba mucho para obtener buenas calificaciones y también para poder ahorrar algo de dinero.

Mi hermano que era años menor que yo, le encantaba robarme el dinero y gastarlo en cualquier tontería.

Mi madre ni su esposo, hicieron nada para impedirlo, lo justificaban diciendo que eran travesuras de niños. Que pronto se le quitaría esa tonta costumbre.

Me mataba guardando dinero y trabajando, para pagar mis estudios. Ya que, madre, como Enrique, se negaron a cubrir el gasto de mis estudios.

Mi madre decía que no era solo obligación de ella. Que debía pedirle a mi padre que me ayudara con los gastos. Mi padre por su parte decía que él no tenia dinero, la vida en Las Vegas era muy cara.

Cuando creí que no había luz en tanta oscuridad, aparece un chico, que alumbró todo. Su nombre César, mi amado novio desde hace 8 años.

César, ha sido mi novio desde que tenía 16 años de edad. Lo amo tanto que daría mi vida por él.

Lo conocí por casualidad en un parque, y desde el primer momento en que lo vi, me enamoré de él. Era el chico más guapo, apuesto, y varonil.

Aunque solo nos conocimos por unos meses, porque pronto tuve que irme a estudiar al extranjero. Recibí la noticia de que tenía una beca para estudiar en el extranjero.

Era una oportunidad que no me podía negar. Nada me ataba a estar ahí, tenía una oportunidad de Oro. Aunque amara intensamente a César, no podía quedarme a su lado.

César es dos años mayor que yo. Aunque no tenemos el mismo nivel económico, me he esforzado mucho para educarme. En estos años.

Me esfuerzo mucho para terminar mis estudios. Me dediqué 8 años a estudiar, y todo para regresar al país como una mujer más culta. Qué se sabe comportar y que puedo ser la mujer que necesita.

Empuje feliz mi equipaje fuera del aeropuerto. Al salir; extiendo mis manos para tomar un taxi.

Me emociona darle una sorpresa tan grande a mi novio. César, ni nadie de mi familia, sabe que regresó a Nueva York.

Quiero darle la sorpresa más impresionante a mi amado novio. Hoy cumplimos, 8 años de novios.

Sin duda, él será el más feliz de todos. Ya qué este día pienso darle lo que más desea.

En los últimos días hemos estado hablando mucho de sobre el matrimonio. De la familia que queremos tener.

De ser yo quien le ayude en la empresa. Por lo que tengo entendido, César necesita una esposa fuerte, decidida, y con ambiciones.

Su abuelo José murió hace dos años, dejando un documento, en donde puso una cláusula muy importante, y extraña mí parecer.

En donde exige que uno de los dos nietos se case y forme una familia. El primero que se case y tenga un hijo, podrá manejar toda la fortuna Bustamante.

No obstante, uno de ellos murió en un accidente Hace 2 años, y como el otro heredero está Rogelio, el tío de César.

Esperé unos minutos, el taxi se detiene delante de mí. Sin que yo lo esperé, un hombre aparece de la nada y trata de subirse en el taxi que yo detuve.

Molesta, jalé al hombre de la mano. Ya que, no iba a permitir un atropello como este.

______ ¿Qué te pasa?

____ ¡Fuera de mi taxi!

_____ ¡Yo lo detuve! ____ Grité enojada.

El hombre que parecía multimillonario, recorre mi cuerpo de arriba abajo, y luego contesta.

_____ Ok, niñita, si no fuera una emergencia. Jamás tomaría un taxi de la calle. Mi auto está en el estacionamiento del aeropuerto.

 _______ Anda, niñita. Ve, y toma otro taxi. No me hagas perder mi tiempo. ___ Me regaña.

Recorrí el cuerpo del hombre con la mirada... Es un hombre alto, 1,89 o 1,90, de estatura, usa un traje de alta gama de color azul marino, el cabello lo tiene bien acomodado, corto, y tiene unos labios grandes, carnosos, ojos marrones, que combinan perfectamente con sus pestañas.

Era un modelo de revista, hermoso y varonil. Si no fuera tan canalla, me hubiera encantado conocerlo.

Aunque, físicamente un hombre guapo, es un sangrón de lo peor.

Me encontraba tan enojada, que sin pensarlo lo empujó hacia atrás. Él sonríe burlonamente. Empujando mi cuerpo hacia él.

Sus manos se colocan en mi cintura, con fuerza. Cerré los ojos, al pensar que iba a caer al piso. Por un segundo; perdí el equilibrio, por el empujón que me dio.

Sentí su Aliento a menta tan cerca de mi nariz. Su rostro quedó tan cerca del mío, me ve a los ojos, y fue acercando sus labios a los míos.

Estúpidamente, cerré los ojos por unos segundos, dejándome marear por su deliciosa aroma.

Dejé de respirar, al pensar que besaría mis labios. De pronto, se aleja de mí, subiendo al taxi. Cierra la puerta, dejándome como estúpida afuera.

Solo pude ver cómo se marchaba con una sonrisa enorme en sus labios, estaba furiosa, había caído en una simple coqueteo de un hombre extraño que robó mi taxi que había detenido.

Tomé otro taxi, sin embargo, mi buen humor se había esfumado. Luego de media hora llegamos a la ciudad, el taxi se detuvo fuera del edificio donde queda el de departamento de César.

Mi sonrisa se volvió a ser enorme, bajé del taxi, cubrí el costo del envío, y me apresuré a jalar mi equipaje al interior del edificio.

Muchas veces César y yo hemos hablado por videollamadas, he podido ver en donde pone su llave, y eso servirá para darle la mejor sorpresa de su vida.

___ Buenas noches, ¿quién es usted? ___ Un hombre de edad medio me detiene.

Por el uniforme que trae el hombre puesto, rápidamente, me doy cuenta de que es el encargado del edificio.

___ Buenas noches... Mi nombre es Katy Rodríguez Mendoza, soy la novia de César Bustamante. Me gustaría darle una sorpresa a César, he llegado extranjero y muero por verlo.

___ Lo siento, señorita.

____ Nadie puede entrar al edificio sin que yo haya recibido una autorización. ____ Me dice.

No estoy dispuesta a darme por vencida. Le supliqué al conserje que me deje entrar. Hasta que terminé por convencerlo.

___ Por favor, es una sorpresa de cumpleaños. Le aseguro qué Cesar estará eternamente agradecido con usted. ___ Dije haciendo una carita muy tierna

___ De acuerdo... De acuerdo… ____ Termina de decir el conserje.

Enseguida, subí al ascensor que me llevaría pasillo donde quedó el departamento de César. Al llegar, el conserje, dio la copia de la llave al departamento de César.

Abrir la puerta sin hacer ningún ruido, mi corazón palpita agresivamente dentro de mi pecho.

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