De Ama De Casa A Super Modelo Y Empresaria

Sofia al escuchar le decir  a Karen que fuesen de compras, no podía creerlo,  ya que Sofia sabía muy bien que a su amiga no le gusta hacer ese tipo de cosas, siempre que  Sofia le pedía a su amiga  que la acompañase, esta siempre le ponía mil pretextos para no acompañarla, Karen pensaba que la ropa, joyas y lujos no te hacían mejor a las personas por esa razón ella, siempre vestía sencilla, no usaba joyas su maquillaje siempre fue discreto, aún cuando ella provenía de una familia prestigiosa y millonaria, ella nunca presumió su posición, era sencilla siempre amable con todos, no importando su posición económica o social, a la mirada de Karen valían de la misma forma sin hacer distinción en su trato.

¿De verdad quieres ir de compras?

Preguntó Sofia, Karen se reía por la cara de incredulidad que ponía su amiga, divertida Karen le dijo a Sofia, a  la vez que le jalaba hasta la salida.

¡Sí!

 ¡Sofia!

¡Anda, vamos!

Salieron rumbo al centro comercial, Karen se detuvo en una de las tiendas más lujosa  en  donde vendían la mejor linea con modelos exclusivos de ropa para dama, echo un vistazo, cuando encontró un hermoso vestido color beige que  llamó su atención, sin  perder más el  tiempo busco su talla, al encontrarla fue hacia los  probadores, ese vestido le había cautivado desde el momento en que lo vio, las vendedoras solo pudieron  ver lo veloz que fue karen, ya que ni tiempo les dio a las vendedoras de ir ayudarle,  al salir del probador, ahí estaba su amiga esperándola. Sofia sentía mucha curiosidad  por ver el vestido que hizo a su amiga parecer que se encontraba en una rebaja, al  correr con el vestido sin esperar que alguien le ayudase, en cuanto salió y Sofia la miro no pudo evitar, tomarse las mejillas  con sus  manos, abriendo los ojos de par en par tan grandes  que parecía salir de sus cuencas, le  dijo a Karen muy emocionada.

¡Wao amiga!  ¿Donde tenias todo eso guardado?

¡Ese vestido te queda genial!

¡Luces como una super modelo!

¡Te ves tan hermosa!

Karen se miró al espejo y fue hasta ese momento que se dio cuenta, que era más  hermosa de lo que ella se había mirado,  el vestido le ajustaba a la perfección, con ese discreto escote que tenía al frente el vestido le hacía resaltar sus senos que al verlo lucían de un buen tamaño, el largo era perfecto sin ser escandaloso, dejaba ver sus piernas largas muy bien torneadas y firmes por todo el ejercicio que ella hacía todos los días.

Sofia estaba feliz por ver que el patito feo ahora se había convertido en un hermoso cisne le dijo muy emocionada.

¿Por qué nunca quisiste usar este tipo de ropa?

¡Te juro que tu cuerpo no parece de una mamá?

¡Te ves super bien amiga!

¡Al verte con este vestido, siento envidia, por que aún sin tener hijos mi cuerpo no luce tan perfecto como el tuyo!

¡Ya basta Sofi!

Dijo Karen, con las mejillas sonrojadas al escucharle decir a Sofia todos esos piropos.

 Después de recorrer todas  las tiendas del lugar y de comprar todo un nuevo guardarropa, incluyendo ropa interior, algo de joyería y uno que otro perfume y zapatillas las dos mujeres salieron del centro comercial con casi toda las tiendas dentro de sus bolsas,  se fueron a cenar para después cada una ir a sus casas, no sin antes quedar para ir al spa y el salón de belleza al día siguiente.

 Karen entró por fin  a su casa después de pasar todo un día con tantas emociones, un poco más tranquila Karen  camino y detrás de ella el chófer con todas las bolsas, en cuanto abrio la puerta se escucho la voz de la señora Lola el ama de llaves, que era una mujer de unos cincuenta años de edad,  con un cuerpo algo regordete, la mujer al escuchar la puerta corrió en su encuentro, al estar cerca de Karen, dio un suspiro en forma de alivio para  enseguida decirle.

¡Señora!

¡Señora!

¡Señora Karen!

¡Señora!

Uf

¡Gracias a Dios que ya llego!

Karen miró  el rostro de la mujer que estaba muy agitada por la carrera tan rápida que hizo para llegar hasta donde ella estaba, lo más pronto posible, se veía con el rostro pálido y parecía algo  agobiada, sin esperar tanto, Karen le preguntó muy preocupada a Lola por cómo lucia la pobre mujer.

¿Que es lo que pasa?

¿Dime Lola le sucedió algo a mi hijo?

Después de escuchar las preguntas de la dueña de la casa , Lola volvió a tomar aire para enseguida responder.

¡No!

¡No!

¡No se preocupe!

¡No es su pequeño!

¡No señora su pequeño se encuentra bien!

¡No es el pequeño Johan!

¡Este tranquila no es nada de su hijo Señora!

¡Se trata del señor Sebastian!

¡Lo que sucede es!

¡El señor Sebastian no ha dejado de llamar, el señor  ha estado llamando a casa,  cada veinte minutos para preguntar  por usted, el señor desea saber si usted  ya ha dejado la casa!

¿Señora, a caso usted le ha dicho  al señor que usted se iría y que dejaría la casa?

¡Hola!

¿Que les parece esta historia hasta ahora?

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¡Gracias a tod@s!