Alia la princesa del imperio Kalisto nació sin un talento de despertar, todos la consideraron un desperdicio que no llegaría lejos. Les mostrará al mundo que llegará lejos, cruzará las escaleras al cielo con un cuerpo mortal ¿pueden intimidarla? El colgante de jade dado por su poderoso maestro es su arma más poderosa ¿necesita ser protegida? Dos hombres que están bajo sus pies cruzaron el mismo infierno para solo protegerla ¿A quién debería elegir? Solo la propia Alia sabe que su búsqueda incansable por el poder es para encontrar a su amado maestro que la abandonó ¿que aventuras le esperan en su búsqueda implacable?
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Veneno
Cada vez que sus dedos tocaban la fina piel suave del hombre misterioso le hacía sentir un poco de envidia.
Guardando el medicamento suspiro de manera satisfactoria – ¡Está listo puedes mirar! – dijo Alia señalando a la herida.
Bajando la mirada el hombre misterioso observó su herida, el medicamento blanco lechoso parecía ser absorbido por su cuerpo al siguiente instante su herida sanó sin dejar rastros de que fue lastimado.
– ¿Cómo lo conseguiste? – preguntó mirando a Alia.
Alia al escuchar su pregunta se alejó de manera cautelosa – ¡La conseguí por accidente! No es gran cosa, ya que tu herida está sanada ¿podemos hacer un trato? – preguntó seriamente.
Los ojos fríos e indiferentes del hombre misterioso trataban de descifrar sus pensamientos esperando encontrar un defecto que la llevará a sentenciar su muerte, claro que esto fue notado por la propia Alia pero decido no darle importancia ya que su vida es más importante que nada.
– ¿Por qué debería? – respondió el hombre misterioso.
Alia quien había desviado la mirada, se sintió cansada no podía creer que había encontrado a un hombre difícil de tratar más que su propio hermano parece que poder escapar viva no será nada fácil.
Mordiéndose el labio Alia se animó a hablar nuevamente con una expresión tan determinada – ¡tu, debes hacerlo, no te queda de otra! Si quieres escapar de aquí, estas cadenas no nos dejarán ir en cambio cada vez que tratamos de luchar nos atraparán a un más, después de eso estaremos tan cercas que te hará morir de ira ¿no quieres estar tan cercas de mí o si?
La espalda del hombre misterioso se volvió rígida, sus ojos llenos de intenciones asesina se posaron sobre Alia nuevamente.
Sintiendo la sed de sangre Alia retrocedió cayendo al suelo, su trasero le dolía aún así aguantó el dolor para volver a mirar al hombre misterioso con determinación.
– ¿Qué quieres hacerme? – preguntó con cautela.
Estirando su mano el hombre enmascarado soltó un suspiro frío – ¿adivina?
Antes de que pudiera sostener el cuello de Alia, una mano tierna la sostuvo.
Es la propia Alia que con los nervios de punta solo pudo actuar de forma tan impulsiva.
– ¡Gran demonio! De verdad puedo sacarnos de estas cadenas, hagamos un trato ¿quieres? – sonrió nerviosamente.
Deteniendo su mano el hombre misterioso observó con atención la expresión de Alia.
– ¡si, es realmente cierto lo que dices podemos llegar a un trato! – le respondió bajando su mano.
Suspirando Alia se tranquilizó por fin había hecho que el gran demonio no la matara, levantándose del suelo mientras tambaleaba buscó entre su ropa.
– ¡solo hay una forma de salir de aquí! “Es usando el tesoro que me dio mi maestro, me había dicho antes que no lo mostrará solo si fuera necesario pero maestro no queda otra opción” – lo pensó mirando de reojo al hombre misterioso para después volver a mirar hacia el frente, quitándose el colgante de jade que tiene en su cintura sonrió.
Alia lanzó el colgante de jade al aire especialmente donde se encuentran los grandes pilares, el colgante no era tan especial solo de un color blanco lechoso tallado con dibujos simples pero exquisitos.
El jade blanco parpadeó levemente con una luz blanca, los pilares alrededor temblaron y al siguiente momento.
“Boom”
Explotaron en miles de pedazos, los trozos de los pilares cayeron al suelo como un montón de rocas en un derrumbe.
Cubriéndose los ojos Alia miró las cadenas que poco a poco se desintegraron, estirando su mano sonrió con satisfacción.
– ¡funcionó! – murmuró mientras que en su palma derecha el jade había aparecido, colocándolo nuevamente en su cintura se dio la vuelta mirando al hombre misterioso – ¡está hecho! Nos he sacado de las cadenas, ahora ¿puedes sacarme de este lugar? – preguntó.
El hombre misterioso se levantó, la máscara que cubre su rostro no podía revelar su expresión, era un poco confusa en su mente no podía creer que una mujer sin talento haya logrado hacerlo revisando de pies a cabeza a Alia frunció en ceño ligeramente.
– ¡Vámonos! – asintió alzando la mano de Alia.
Movilizando su mano el hombre misterioso usó su poder y ambos desaparecieron del palacio sin dejar rastro.
Abriendo los ojos de par en par Alia quedó en shock no podía asimilar que ahora estaban fuera.
Dando varios pasos al frente se pellizcó la mejilla para poder saber si estaba soñando.
Gimiendo de dolor Alia cubrió su mejilla la cual está un poco rojo, aceptando que no es un sueño se sintió extremadamente feliz.
– ¡De verdad salimos! – dio un brinco mientras giraba hacia atrás.
La sonrisa de felicidad de Alia se transformó por completo en pánico, ya que en su cuello nuevamente una hoja afilada de espada se había colocado.
– ¡gran demonio! ¿No teníamos un trato? – le preguntó, instintivamente retrocedió hacia atrás.
La hoja afilada en el cuello de Alia se profundizó más parecía que estaba por cortarle.
– ¿cuándo había dicho que estaba de acuerdo con tu trato? – dijo fríamente.
Escuchando sus palabras traicioneras Alia se volvió loca de ira, apretando los puños deseaba maldecir a ese hombre abominable.
Señalando con su dedo le reprocho – ¡claramente tú lo habías aceptado! ¿Qué clase de broma es esta?
Sin importar cuánto pisoteara el suelo el hombre misterioso se mantuvo tranquilo.
– ¡nunca lo hice! “Te había dicho que tal vez aceptaría, ahora debes morir” – sentenciándola a muerte comenzó a mover su espada.
– ¡espera! – gritó Alia tocando con sus dedos la hoja afilada.
La sangre que caía borbotones manchó su vestido.
Respirando entre cortado se sintió muy molesta, sus ojos otoñales dulces brillaron fríamente, la intención asesina era evidente.
Pero ¿qué podía hacer? Alia solo es una inútil sin poder tener su despertar.
Apretando su puño izquierdo con tanta fuerza clavó sus uñas en su palma.
– ¿por qué? Si no tengo un despertar todos me pisotearan ¡no, nunca! “Incluso si soy una hormiga decidiré mi propio destino” – pensando con profundidad su mala suerte recordó que tenía su propio talento oculto.
Moviendo su mano izquierda tocó su bolsita dorada.
– ¡veneno! ¡Puede funcionar! Solo necesito una oportunidad – sus ojos que emanan intenciones asesinas se volvieron un poco traviesos.
Sus dedos finos que aún tocaban la hoja afilada se movieron señalando directamente hacia el frente.
– ¿Qué es eso? ¡Es acaso una bestia de gran nivel!
La voz nerviosa de Alia despertó la cautela del hombre misterioso, abriendo los ojos de manera ligera no pudo evitar mirar hacia atrás.
– ¡no hay nada, no espera! “Mi conciencia puede detectar cualquier ser vivo a un kilómetro” – lo pensó recordando su ingenuidad, volteando de manera abrupta el frente quiso movilizar su espada sabía que algo estaba mal.
– ¡ahora! – murmuró Alia.
Sacando de su bolsita un polvo traslúcido, agitó su mano esparciendo el polvo desde arriba,por que sabía que si lo arrojaba hacia su rostro no funcionaría.
En el momento que el polvo cayó, el hombre misterioso no pudo moverse en absoluto incluso su espada oscura como la tinta que sostiene comenzó a caerse de su palma.
Guardando silencio el hombre misterioso solo miró con sus ojos obsidianos a Alia, emanando una intención de energía tan aterradora.
Sintiendo el escalofrío recorrer su cuerpo Alia sonrió de manera traviesa aunque un poco nerviosa por la situación – ¡Gran demonio! Lo siento, pero quieres matarme, aún tengo un futuro este veneno no te mata solo te paraliza por un tiempo ¿qué tal si me das una compensación por el daño emocional? – juntando sus manos camino hacia el.
Alia tarareo una leve canción dando vueltas a su alrededor lo observó con atención su figura extraordinaria le causó fascinación aunque no demasiado porque había recordado la hermosa figura de su amado maestro.
– ¿tendrá algún tesoro? – murmurando moviendo su mano.
La mano tierna esbelta se acercó lentamente hacia el traje antiguo negro dorado hasta llegar a su pecho.
– ¡está mujer! ¿Acaso es una pervertida? – solo pensar en esto, el aura del hombre misterioso se volvió oscura.
¿Quién era él? Admirado, temido ninguna mujer se acerca a menos que la matara ¿cuántas mujeres no trataron de subirse a su cama? Esta mujer inútil lo estaba tocando como una pervertida.
Pensando aún más en lo que hacía el hombre misterioso deseaba estrangularla y matarla en el acto.
– ¡ah, no tienes nada! –suspiró Alia sintiéndose tan decepcionada, dándose la vuelta ignoró el aura fría y siniestra del hombre, mirando hacia la luz de los rayos del sol sintió alegría.
Sin mirar al hombre misterioso estiró su mano despidiéndose de él.
– ¡Gran demonio, no volvamos a encontrarnos nunca más! – gritó.
me encanta las aventuras de la protagonista femenina a pesar de su es débil trata de sobrevivir con su propia inteligencia y poder aunque es un poco inmadura y mimada se entiende
pues su única compañía más gran y apoyo emocional fue su maestro que la ama incondicionalmente
estoy esperando ver más capitulos me entretiene como escribe nuestra querida autora/Drool//Drool//Drool//Heart//Heart//Heart//Applaud/