La Mujer De Alguien

Genna Manco ver Valtore...

Fue una noche genial, siento que condensa toda la distancia que nos rodea, me deja el ánimo por las nubes, bueno enciendo la música y hacerlas cosas, limpieza por aquí y por allá, platos sucios al lavadero, ropa a la lavadora y que inicie el proceso, riego mis plantas, mis uniformes listos, ahora selecciono mis clases de las que tengo trabajo, voy al súper para conocer algunas cosas y de paso la pastilla, buscaré una cita con la ginecóloga, quiero un método seguro y no andar usando esta pastilla de emergencia, aunque son contadas las veces que he intimado con Mauricio, prefiero tener un método que no me olvidé.

Bueno hoy no iré en moto, caminaré un rato, tomo mis llaves, mi teléfono y me coloco mis audífonos, la calle este sábado está tranquila, las parejas sonriendo y demostrando su amor en aquel parque.

Los niños juegan con sus bicicletas, otros corren para alcanzar la pelota. Me siento un momento y un heladero pasa por mi lado, decido contrario uno para mí, pido mi favorito de fresas, me encanta, está delicioso. Bueno sigo hacia el supermercado, elijo una canasta y aquí con mi lista en mano a llevar lo que me falta en casa.

"Casa Portland"

(Eugenia) Como iba a saber yo que no habías invitado a Mauricio a la fiesta.

(Rebeca) Mamá entiende que lo olvidé.

(Eugenia) Mauricio es un buen chico, educado, buena familia y...

(Rebeca) Lo sé, lo sé muy bien. Es mi novio desde hace tres años y siempre nuestras familias han coincidido en algunos eventos y reuniones empresariales.

(Eugenia) Tu padre invito a Hugo y a su familia, así que si los dos han tenido algún problema es mejor que lo puedan hablar, no es bueno que estén peleándose.

(Rebeca) Iré por mi bolso, estaré en el club toda la mañana, luego pasaré por el regalo de Sofía, mi vestido lo recogeré yo misma. De lo que falta para la reunión te encargas tú, adiós.

(Eugenia) Conduce con cuidado hija por favor.

Rebeca Portland Asirán...

Entre el trabajo, los estudios y mi familia, terminaremos huyendo.

Voy al club, quiero distraerme un rato, miro mi teléfono y esta vez no hay llamadas ni mensajes de Mauricio, se debe sentir culpable por lo que sucedió anoche. Solo piensa en sexo y yo no quiero tenerlo... O bueno no con él

"Club los Leones"

(Sergio Casas) Hola hermosa.

(Rebeca Portland) Hola y que aires te trae nuevamente por la ciudad.

(Sergio) Puede ser un recuerdo de hace años.

(Rebeca) Idiota

(Sergio) Té invito un café.

(Rebeca) Buena idea, no desayuné.

(Sergio)Mi hotel está cerca de aquí, quieres un expreso privado o uno con leche tibia.

(Rebeca) Eres un sucio.

(Sergio) Así es y eso lo sabes muy bien tú 😉.

(Rebeca) Vámonos antes de que alguien me vea aquí.

(Sergio) Tus palabras son órdenes reina mía.

Sergio Casas De los Monteros.

Soy Sergio Casas, tengo 30 años y vengo de una de las familias más adineradas de este país, nuestros bienes son muy elevados, tenemos asociaciones por todo el país y el extranjero también, viví seis años en Suecia y bueno hoy decido tomarme unas vacaciones, extrañaba la vida libertina que tuve y como postre me encontré a Rebeca Portland Asirán, un sabroso bocadito que fue mío hace muchos años y vaya que es deliciosa.

Si son cosas del destino pues aquí estoy con ella nuevamente. Vamos camino a mi hotel que está casi cerca, usamos mi auto y que la diversión se dé.

(Sergio) Y dime que ha pasado en este tiempo, ya no me volviste a escribir ni tampoco a enviar fotos hot como lo hacías antes.

(Rebeca) Pues digamos que la última vez que hablamos fue por aquella foto que subiste a tus redes con aquella modelo o me equivoco. Y ya no quise enviar más fotos.

Parecería una relación seria y bueno yo allí estaba de más.

(Sergio) Sabes que solo era un pasatiempo, tenía que regar algunas flores y en una de esas salidas pues me pillaron con ella, solo fue unas cuantas veces y ya.

(Rebeca) Y que me tienes que decir de aquella morena despampanante.

(Sergio) Fue un aporte muy interesante para mí. Pero también quedo en nada, tú mejor que nadie sabes que no soy un hombre al que quisieran tener de esposo, la pasamos muy bien así sin ataduras ni compromisos, solo un relax de diversión y luego sin responsabilidades.

(Rebeca) Y dime aquellos cuatro años de novios tampoco fue real para ti.

(Sergio) Té ayudó a bajar hermosa.

Subamos el ascensor está por aquí.

(Rebeca) Se perfectamente donde está el ascensor, no es la primera vez que vengo a este hotel.

(Sergio) Sí, lo había olvidado.

(Rebeca) Y cuando llegaste.

(Sergio) Anoche bueno casi a las once para ser exacto.

(Rebeca) O sea que no has estado con nadie.

(Sergio) ¿Té preocupa que no rinda en la cama?

(Rebeca) Idiota, me refiero a que no voy a encontrar la habitación sucia.

(Sergio) Entra y tu misma compruébalo.

Para informarte que no tengo sexo con nadie hace bastante tiempo.

(Rebeca) Vaya... Eso es una información bastante interesante, el hijo único de la gran familia Casas de los Monteros, estuvo en abstinencia mucho tiempo. Mentiroso.

(Sergio) Eso crees ...

La atraigo a mí y cierro la puerta con mi otra mano, la beso locamente, sus labios eran mi sabor favorito aún lo recuerdo, sé que soy aún su gran amor, la desnudo y entro en ella a lo salvaje, mientras ella se deja querer.

(Sergio) Guardaste este momento para mí.

(Rebeca) Porque lo dices.

(Sergio) Porque te siento estrecha.

(Rebeca) Eres un idiota...

(Sergio) Sí y únicamente a ti te permito que me digas así...

(Rebeca) Sigue...

(Sergio) Que tú nuevo novio no te hace sentir mujer.

(Rebeca) No quiero que menciones a nadie en este momento.

(Sergio) Pastelito, solo tú haces que me vuelva loco.

La vuelvo a besar y voy succionando su suave espalda, dejando algunas marcas rojas en su piel blanca, y ese tatuaje con mi inicial que lleva en su parte superior de su monte de venus, hace que la sienta más mía.