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YOUNG SURVIVOR

YOUNG SURVIVOR

Status: Terminada
Genre:Fantasía épica / Apocalipsis / Poderosas criaturas sobrenaturales / Completas
Popularitas:749
Nilai: 5
nombre de autor: Candela Leppes

En 1957, en Buenos Aires, una explosión en una fábrica liberó una sustancia que contaminó el aire.
Aquello no solo envenenó la ciudad, sino que comenzó a transformar a los seres humanos en monstruos.
Los que sobrevivieron descubrieron un patrón: primero venía la fiebre, luego la falta de aire, los delirios, el dolor interno inexplicable, y después un estado helado, como si el cuerpo hubiera muerto. El último paso era el más cruel: un dolor físico insoportable al terminar de convertirse en aquello que ya no era humano.

NovelToon tiene autorización de Candela Leppes para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 4: Encuentro inesperado

Al amanecer, decidimos explorar los alrededores para conseguir agua potable y alimentos frescos. Caminamos entre árboles altos y densos, atentos a cualquier movimiento. El aire estaba húmedo, y las hojas mojadas por el rocío hacían que nuestros pasos crujieran más de lo que me gustaba. Llevaba el rifle preparado, y Tania sostenía su pistola con la rigidez nerviosa de quien aún no está acostumbrada a la idea de disparar en cualquier momento.

De pronto, escuchamos ruidos de ramas quebrándose: alguien se acercaba. Mis músculos se tensaron al instante.

—¡Detente! —grité, apuntando con mi arma de corto alcance hacia la sombra que se movía entre los árboles.

Entre las ramas apareció un joven, con ropa rota, el cabello enmarañado y una mochila vieja colgando de un hombro. Sus manos estaban levantadas en señal de rendición.

—No quiero pelear —dijo con voz temblorosa—. Me llamo Leo… estoy solo desde hace meses.

Lo observé cuidadosamente. Había aprendido a no confiar en las apariencias, pero su mirada reflejaba algo que rara vez veía en un desconocido: cansancio, hambre y un rastro de honestidad. Aunque también percibí algo más… la desesperación de alguien que había visto demasiado y que estaba al borde de romperse.

—Está bien, puedes venir con nosotras —le dije tras una pausa—, pero primero debes probar que eres confiable.

Leo tragó saliva, asintiendo con rapidez, casi como si temiera que cambiara de opinión. Mientras caminábamos de regreso a la cabaña, nos contó que había perdido a su familia y amigos, y que había visto cómo la infección destruía pueblos enteros. Su voz se quebraba al recordar, y por un momento pensé que podía ser útil escuchar historias de otros sobrevivientes, aunque cada palabra también pesaba sobre Tania como un recordatorio de lo que podríamos perder.

—Nunca confíes en desconocidos sin pruebas —le advertí a Tania mientras Leo nos seguía—. En este mundo, la desesperación hace que las personas sean tan peligrosas como los monstruos.

Cuando llegamos a la cabaña, Leo se dejó caer en el suelo, extenuado. Le ofrecimos un poco de agua y pan duro, y lo devoró con tal desesperación que confirmé mis sospechas: no había comido en días. Aun así, sabía que alimentarlo no era suficiente. Si quería quedarse, debía aportar algo más que su historia.

—Si vas a estar aquí, tienes que aprender a sobrevivir como nosotras —le dije con firmeza.

Leo no protestó. Aceptó de inmediato. Esa tarde lo puse a entrenar bajo mi supervisión. Le enseñé a moverse sin hacer ruido, cómo paralizar a los monstruos apuntando a sus extremidades, y cómo buscar recursos sin llamar la atención. Tania observaba en silencio, estudiando tanto sus movimientos como mi manera de enseñarle. La vi evaluarlo con desconfianza, y no la culpé: en este mundo, la confianza era un lujo.

Esa noche, mientras el viento golpeaba las tablas mal reforzadas de la cabaña, Tania se acurrucó junto a mí. Su voz era baja, casi un suspiro.

—Abuela, me alegro de que estemos juntas.

—Yo también, Tania —respondí acariciando su cabello—. Y recuerda, la fuerza no es suficiente. Debes pensar, observar y actuar con cautela.

Leo dormía a unos metros, agotado, pero yo permanecí despierta con el rifle en mis brazos. Sabía que ese muchacho podría ser un aliado… o convertirse en nuestra mayor amenaza

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Habibah Habibah
Tu forma de describir los personajes y escenarios es tan vívida que me sentí como si estuviera dentro de la historia. 😍
Daisuke Jigen
Mas capitulos escritora!
Taro
que chevere!
NovelToon
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