Siempre he creído que contaba con una familia unida y llena de amor. Sin embargo, un día la desgracia se presentó en mi vida. Fue en ese momento cuando todo cambió y la tragedia me llevó lejos del amor de mi vida. Este doloroso acontecimiento me abrió los ojos y me hizo darme cuenta de quienes eran realmente mis verdaderos enemigos, aquellos que siempre habían estado a mi alrededor, ocultos tras una falsa fachada de cariño y apoyo.
NovelToon tiene autorización de vane para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Epsodio 4
●Inés: Salí de mi hogar acompañada de una de mis criadas, con el propósito de dirigirme al mercado para comprar un regalo para mi querido Manuel. Desde hacía un tiempo lo he venido extrañando mucho. Recientemente había cumplido 19 años y, al debutar como joven en busca de un esposo, sentí un profundo miedo ante la incertidumbre que eso representaba. Sin embargo, la situación cambió drásticamente cuando, sorprendentemente, Manuel se presentó en el lugar donde yo me encontraba. ya que no tenía idea de que él también estaba en busca de una esposa.
Es importante destacar que desde siempre había estado enamorada de él. No podía negar que, en ese instante, una emoción intensa me invadió. Desde ese momento, comenzamos a conversar y a conocernos mejor, lo que nos llevó a comprometernos, mi corazón latía con fuerza, llenándose de esperanzas y sueños por un futuro juntos, Después de eso, el tubo que se partir por orden de su padre, ya que habían comenzado un nuevo negocio. Ahora son los propietarios del almacén que abastece tanto a la gente del lugar como al regente de la ciudad. Gracias a su esfuerzo y dedicación, pudo regresar a casa más pronto de lo esperado. Al llegar al mercado, empecé a observar cuidadosamente qué podría comprarle a mi querido Manuel.
●Criada: Señorita Inés, es momento de que regresemos a casa. Se está haciendo muy tarde y me preocupa que su padre se moleste conmigo si no la encuentra. Debemos apurarnos, ya que el joven Manuel podría estar en casa y al no verla se inquietará, y estoy segura de que usted tampoco desea eso, ¿verdad?
●Inés: Está bien, regresaremos. Mi padre podría molestarse contigo si no me llevas a casa. No sé cómo ha pasado el tiempo tan rápido. Vamos, no quiero hacer esperar a Manuel. Además, ya le compré el regalo que le voy a dar.
Al llegar a casa, la atmósfera era festiva, ya que todos estaban reunidos en la sala. Al entrar, todos nos miraron con curiosidad. Me emocioné al ver a Manuel; no pude resistir la alegría que sentía. Corrí hacia él, salté a sus brazos y le di un beso lleno de amor. Él me sonrió y, con ternura, le dije: Te extrañé tanto, mi cielo. Sentí que pasó una eternidad desde la última vez que te vi.
●Mauel: Mi querida princesita, ¿cómo has estado? Yo también te he extrañado tanto. No podía dejar de pensar en ti durante todo el tiempo que estuve fuera; eras tú, mi hermosa flor, la que llenaba mis pensamientos. Quiero que tengas este regalo; espero que lo uses el día de nuestra boda. Además, señor Felipe, mire, mis padres le han enviado unas monedas de oro. Es una contribución para los gastos de nuestra boda, ya que usted mencionó que pagaría una dote por Inés, a pesar de que le habíamos dicho que eso no era necesario.
●Felipe: querido Manuel, entiendo que tal vez no sea obligatorio, pero no puedo evitar sentirme un poco incómodo si no contribuyo de alguna manera en la boda de mi adorada hija. Además, como bien sabes, su madre atraviesa un momento difícil de salud y me ha pedido que, al menos, proporcione la dote. Así que no puedes negarte a eso. Por otro lado, disfrutemos de estos momentos juntos; aprovecha tu tiempo con mi pequeña, porque en muy poco tiempo comenzará el festín que he preparado en tu honor. No te preocupes por nada; me acercaré a tus padres y juntos terminaremos de organizar todo lo relacionado con su matrimonio.
●Inés: con una sonrisa cómplice, le dije a Manuel: Está bien padre gracias, amor no te preocupes. Ahora voy a 'robarte' un momento para que podamos hablar de todo lo que viviste en tu viaje. En las cartas siempre mencionabas cosas maravillosas. Luego, tomo la mano de Manuel con ternura, y nos dirigimos al patio. Una vez allí, llamo Cariño, y le di un suave beso. Sabes cuánto te amo, continuó con voz dulce. Estoy completamente segura de que quiero hacer el amor contigo, pero no me mires de esa forma,no pudo evitar sonrojarme y me haces sentir un poco tímida.
●Manuel: con una mirada profunda y llena de sorpresa,le digo a Inés: ¿De verdad estás hablando en serio, mi pequeña? Sabes cuánto te amo y no debes temer entregarte a mí, porque siempre te cuidaré y te amaré. Luego, acercándome más, le doy un beso que rebosa de pasión, un gesto que parece encender el aire entre nosotros. En estos días nos reuniremos y nos pondremos de acuerdo sobre lo que acabamos de hablar, pero ahora quiero contarte acerca de todas las cosas maravillosas que he visto.
Sacando mi diario de manera cuidadosa, se lo entrego a Inés. Ella lo recibe con una mirada ingenua y curiosa, así que le digo con ternura: Cariño, tómalo. Allí he escrito todo lo que he vivido podrás imaginarte cada una de las experiencias mientras lo lees.
●Inés: con una sonrisa llena de admiración, le digo a mi amado: Qué ingenioso eres, mi amor. Este diario lo atesoraré como si fuera uno de los más grandes tesoros de mi vida. Con una mirada llena de ternura, me vuelvo hacia Manuel y le brindo otro dulce beso. En ese momento, nuestras respiraciones se entrelazan, y la cercanía entre nosotros se vuelve palpable. Mirándolo intensamente a los ojos, le digo con sinceridad: Gracias por ser el hombre que siempre soñé tener a mi lado. Ya anhelo que nuestra boda se celebre y poder ser tu esposa. Luego, con cierta emoción y determinación en su voz, le recuerda: Amor, mañana deberás acompañar a mi padre para hablar con el señor de la ciudad y pedirle el permiso para que podamos casarnos.
●Manuel: No te preocupes, mi amor, eso nunca se me olvidará. Estoy totalmente comprometido y soy el más interesado en tenerte a mi lado como mi esposa. Quiero que sepas algo: cuando nos casemos, no vas a salir de la habitación durante dos semanas. Puede que te rías ahora porque lo digo en tono de broma, pero te aseguro que lo que te digo es totalmente cierto. Disfrutaré de cada rincón de tu cuerpo como se merece, mi princesa. .