-¿Lo amas? ¿Qué estarías dispuesta a hacer para salvarlo?- El desconocido irrumpió a la habitación donde Joel Cunnington se debatía entre la vida y la muerte y se dirigió a su novia
-Haría lo que fuera por él, pero no tengo el dinero necesario- Candela lloró amargamente mirando el monitor cardíaco conectado a su novio
-¿Lo que fuera? Mi jefe tiene una propuesta para usted. Si quiere salvarlo sígame, tal vez sea su única oportunidad
Candela ese día recibiría la propuesta más difícil que pondría a prueba su amor. La única oportunidad de salvar a Joel sería pertenecer a otro hombre. ¿Será su amor tan fuerte para alejarse para siempre o preferirá estar junto a Joel hasta que su corazón dejara de latir?
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CENA PREVIA
NARRADOR
Mientras Candela estaba en su casa, sintiéndose perdida en un mar de recuerdos de los que fueron días felices que jamás volverían, Patrick Jonas se sentía realizado porque finalmente tendría la persona que tanto deseaba a su lado.
Él aún recordaba la primera vez que había visto a Candela entrar a la clínica. Había podido verla de lejos junto a un grupo de futuros enfermeros que haría sus prácticas.
Aunque Patrick había sentido que ella no resistiría la presión de estar trabajando en un lugar donde la tensión siempre se respiraba en el aire, se había sorprendido de que con el transcurso de las semanas ella continuara allí.
Varios de los futuros enfermeros habían abandonado la carrera. Algunos de ellos no habían podido asistir a los doctores en un parto y otros no eran capaces de ver mucha sangre sin desmayarse. No todos eran capaces de soportar trabajar en un sitio así bajo presión ni tampoco de ver a algunas personas fallecer.
Patrick tenía una profesión difícil que requería de fuerza y poder mental. Él al estar en oncología debía atender pacientes de todas las edades y ver a algunos de ellos perder la batalla contra el cáncer teniendo toda una vida por vivir. Se le hacía muy difícil; más aún cuando se trataba de niños pequeños. Aun así, su trabajo también le producía muchos momentos satisfactorios como al ver la recuperación de muchas personas que con fuerza se aferraban a la vida.
La vida privada del doctor no era tan honorable como su trabajo, sino lo opuesto. Ser guapo, adinerado y ver tantas mujeres vulnerables le ofrecía demasiadas oportunidades que no desaprovechaba si esas mujeres se ajustaban a sus gustos.
Las guardias médicas en noches tranquilas también le ofrecían oportunidades de estar con algunas guapas y atrevidas enfermeras, doctoras e incluso personal de limpieza. Hubo algunas oportunidades donde él iba a descansar a uno de los cuartos disponibles para el personal y alguna compañera de trabajo llegaba dispuesta a seducirlo. ¿Quién era él para no aprovechar ardientes y satisfactorias oportunidades?
Patrick aún tenía sus ojos puestos en algunos objetivos, pero su mayor interés estaba en una enfermera tímida y escurridiza que ganó cierta popularidad entre los demás compañeros de trabajo que, al igual que él, la deseaban.
Así Candela no lo supiera, se había convertido en la fantasía de varios compañeros. Ella era muy guapa y aunque no quisiera demostrarlo tenía una figura preciosa en la que más de uno quería perderse.
Patrick se había acercado a Candela en varias oportunidades, pero que ella solo tomara la historia clínica de los pacientes suyos junto al tratamiento que él ordenaba y se retirara sin darle oportunidad de hablarle o invitarla a salir le parecía frustrante.
Cuando Patrick vio a Candela irse con Joel después de varios meses le resultó decepcionante y también le pareció que había perdido cualquier mínima oportunidad con ella.
Mientras Candela avanzaba en su relación con Joel, para todos fue más que evidente que ella sería fiel. Era una novia ejemplar, tímida y respetuosa, para nada coqueta con los demás. Ella rápidamente pasó de ser la fantasía de muchos a una mujer aún más deseada e inalcanzable que antes.
Aún así, Patrick esperaba una oportunidad para estar con Candela y una llamada de una colega fue suficiente para saber que ella sería suya así debiera seducirla con su poder económico.
Rápidamente, él redactó un acuerdo de matrimonio para ella en el que explicaba lo que esperaba a cambio del tratamiento que Joel necesitaba con urgencia y lo hizo validar con su abogado, a quien envió a buscar a Candela a la clínica.
Patrick no tenía idea del pasado de Candela ni tampoco le importaba si él era su presente y futuro.
Cuando el lunes llegó, él recibió una llamada de la clínica donde Joel estaba ingresado que le confirmó que después de catorce horas en cirugía, él estaba siendo monitoreado en la sala de cuidados intensivos. No sería una recuperación fácil y debían mantenerlo dormido durante los primeros días, pero el pronóstico era bueno y optimista en cuanto a su recuperación.
Su abogado fue enviado a buscar a Candela el lunes a la noche para tener una conversación previa a los acontecimientos futuros. El hombre se mantenía como la mano derecha del doctor debido a algunos pequeños inconvenientes que había tenido recientemente. Además, Patrick no sabía cuándo Candela podría querer modificar alguna cláusula del acuerdo y esperaba estar preparado. No quería perder el tiempo.
Candela había recibido una llamada de su ex suegra y lloraba de emoción al saber que Joel podría recuperarse, aunque también sentía profunda tristeza por no poder estar con él.
El abogado llegó a la casa de Candela y vio que ella secaba sus lágrimas, pero no hizo comentarios.
-Buenas noches señorita Santos, el señor Jonas me pidió que viniera a recogerla y también que llevara su documento de identidad consigo
-¿Cuándo será la boda?- Preguntó y guardó su documento en el bolsillo trasero de su pantalón
-No estoy autorizado a revelarle esa información, pero el señor Jonas se lo dirá durante la cena
-Como si pudiera tener apetito en esta situación- Dijo para si misma, pero el abogado la escuchó
Varios minutos más tarde, Candela llegó al lugar donde anteriormente se reunió con Patrick. Él la saludó invadiendo su espacio personal, dándole un beso en la comisura de sus labios. Ella, por acto reflejo retrocedió asustada y tembló causando gran curiosidad en él.
-¿Crees que soy un hombre violento?- No quiso demostrar la molestia que sentía, pero fue muy directo causando la sorpresa de su futura esposa que tragó saliva nerviosa
-No lo se. Solo lo conozco como médico, no como hombre- Aquella respuesta no le agradó a Patrick porque jamás le dio un pequeño indicio para que ella pudiese dudar de él
-Tendrás tiempo de conocerme, pero jamás maltraté a una mujer y mucho menos lo haría con mi futura esposa
Candela lo siguió al comedor y la cena fue servida. Ella apenas pudo probar bocado debido a todos los sentimientos que la invadían. Patrick lo comprendía y prefirió no insistir.
-Viajaremos mañana y serás mi esposa. Será una ceremonia civil, la religiosa será más adelante cuando mi familia pueda estar presente. Tengo el informe médico de tu ex para que estés tranquila de que cumplí mi parte del trato
-Se que ya salió de cirugía y que esperan que se recupere. Usted cumplió su parte y yo intentaré cumplir la mía- Soltó un largo suspiro con tristeza
-Puedes irte a empacar o quedarte aquí a pasar la noche. Cómo tu prefieras- Sugirió
-Hasta mañana- Le dijo y caminó rápidamente a la salida donde el abogado de Patrick estaba esperando por ella
Patrick imaginaba que su futura esposa se iría. Sabía que era excesivamente tímida y aunque le gustaba eso, también le parecía molesto porque no sabía cómo ella se comportaría en la habitación donde reclamaría sus derechos después de la boda.
Candela llegó a casa y empacó su ropa en una maleta y volvió a llorar. En muy poco tiempo ella se casaría y no estaba lista para hacerlo en absoluto.
Dormir no le costó demasiado esa noche debido al cansancio acumulado luego de lo ocurrido con Joel, pero fue despertada por el claxon de un automóvil.
Se levantó de la cama usando un conjunto de camiseta y pantalón viejos que se habían convertido en su pijama debido a haber ahorrado por mucho tiempo para hacer las reformas necesarias en su casa.
Vió a Patrick apoyado en un automóvil negro y supo que había llegado el momento que menos esperaba.
Candela se colocó una bata sobre su cuerpo y abrió la puerta.
-Buenos días, ¿Necesitas que te espere o prefieres que vaya a comprar desayuno?- Patrick se aproximó con las manos en sus bolsillos, totalmente relajado
-No tengo apetito. Estaré lista en diez minutos- cerró la puerta sin permitirle entrar, pensando en que la puerta de su baño no tenía seguro y planeaba usar la ducha Si ella aún no era su esposa, podía conservar su privacidad e intimidad unos últimos minutos al menos
Gracias ☺️ querida escritora @Sil Coffee por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos 🙂