En un futuro distopico, la humanidad vive bajo el yugo de un gobierno totalitario que controla cada aspecto de la vida. La protagonista, Elena, es una joven habil en el combate y la tecnología. Tras la captura de su hermano menor por las fuerzas del régimen, decide unirse a un grupo de rebeldes conocido como "los sombra"
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Ecos del Pasado
Elena se encontraba en un rincón oscuro de la base de “Los Sombra”, su corazón aún palpitando con la adrenalina de la misión. Habían logrado desactivar el sistema de seguridad del centro de comunicaciones, pero el peligro no había pasado. La victoria había sido importante, pero el régimen no se rendiría fácilmente.
La sala de operaciones estaba llena de murmullos y actividad. Axel y otros líderes discutían la información que habían obtenido durante la misión. Elena escuchó fragmentos de conversaciones sobre la ubicación de nuevos refugios y la necesidad de un ataque coordinado. Era evidente que la lucha apenas comenzaba.
Mientras tanto, Marco se acercó a ella, su expresión grave. “Hiciste un gran trabajo esta noche, Elena,” le dijo, ofreciéndole una sonrisa cansada. “Sin ti, no habríamos conseguido desactivar el sistema.”
“Gracias, pero no fue solo yo. Fue un trabajo en equipo,” respondió Elena, sintiendo una mezcla de orgullo y humildad. Sin embargo, no pudo evitar que su mente divagara hacia su hermano. La imagen de Leo atrapado en las garras del régimen aún la atormentaba.
Con un suspiro, decidió que necesitaba aire fresco. Salió de la base y se dirigió a un pequeño patio trasero que se encontraba detrás del edificio. Allí, la brisa nocturna la envolvió, y las estrellas brillaban en el cielo. Se sentó en una caja de madera y trató de despejar su mente, pero la preocupación por Leo no la abandonaba.
“¿Estás bien?” preguntó una voz suave. Era la mujer de cabello rojo, que se había presentado en la reunión inicial. “Soy Maya, y he estado observando tu progreso. Tienes un gran potencial.”
Elena sonrió tímidamente. “Gracias. Solo... me preocupa mi hermano. No sé dónde está ni si está a salvo.”
Maya asintió, su expresión comprensiva. “Entiendo lo que sientes. Todos aquí hemos perdido algo o a alguien. La lucha que libramos no es solo por nuestra libertad, sino por aquellos que amamos.”
Las palabras de Maya resonaron en Elena. Era un recordatorio de que no estaba sola en su lucha. “¿Cómo lograste sobreponerte a tu dolor?” preguntó.
“Con el tiempo, aprendí que el dolor puede ser una motivación. Te impulsa a luchar con más fuerza. Cada día que pasamos en la resistencia es un paso más hacia la libertad. Y cada acción cuenta,” respondió Maya, su voz firme.
Elena reflexionó sobre esto. La lucha no solo era por ella, sino por todos los que habían sufrido bajo el régimen. Decidida a encontrar a Leo, sabía que debía involucrarse aún más en la causa.
De repente, un grito resonó en el aire. Elena y Maya se miraron con preocupación y corrieron de regreso a la sala de operaciones. Al llegar, se encontraron con un ambiente caótico. Axel estaba de pie frente a un mapa, su rostro pálido.
“Recibimos informes de que el régimen ha comenzado a realizar redadas en los barrios cercanos. Tienen información sobre nosotros,” anunció, su voz tensa. “Necesitamos movernos rápido.”
Elena sintió que el pánico se apoderaba de ella. “¿Qué pasa si encuentran a Leo?” preguntó, su voz temblando. “No puedo dejar que lo atrapen.”
Axel la miró, comprendiendo su angustia. “Lo entiendo, Elena. Pero debemos ser estratégicos. Si nos movemos sin un plan, pondremos en peligro a todos.”
En ese instante, una idea surgió en la mente de Elena. “Podemos crear una distracción. Si logramos desviar la atención del régimen, podríamos buscar a los que han sido capturados y, tal vez, encontrar a Leo.”
Maya asintió, y otros miembros del grupo comenzaron a murmurar entre sí. “Es arriesgado, pero podría funcionar,” dijo uno de los guerreros. “Si hacemos ruido en otro lugar, tal vez logremos que se concentren allí.”
Axel consideró la propuesta. “De acuerdo, si todos están de acuerdo, podemos intentar esto. Pero necesitamos a todos en la misma sintonía. Elena, tú y Maya liderarán la distracción.”
Elena sintió una mezcla de miedo y emoción al aceptar el desafío. Era su oportunidad de demostrar su valía y, al mismo tiempo, buscar a su hermano. La lucha por la libertad se estaba intensificando, y ella estaba lista para enfrentarse a sus demonios.