Sistema del Hombre a Sueldo

Una atmósfera muy fría en la mañana. Se ve un cielo aún cubierto de niebla. Y el aire de la mañana se siente tan helado que atraviesa la piel.

El canto de los pájaros que se escucha sobre los árboles ha despertado a una mujer hermosa.

"Huaamm!"

Rebecca se despereza mientras se estira los brazos.

Luego, Rebecca abre lentamente los ojos. De inmediato, la mujer se muestra sorprendida al darse cuenta de que se encuentra en un lugar extraño.

"¿D-Dónde estoy? ¿Cómo es que de repente estoy aquí?" se pregunta a sí misma mientras mira a su alrededor en cada rincón de la habitación en la que se encuentra. No reconoce el lugar en absoluto.

Rebecca se asombra aún más al notar que la ropa que llevaba la noche anterior ha cambiado repentinamente. Seguramente alguien le ha cambiado la vestimenta.

"¿Q-Quién ha cambiado mi ropa?" se pregunta Rebecca mientras cruza los brazos sobre su pecho.

De repente, Rebecca recuerda lo que ocurrió la noche anterior, cuando su corazón se rompió al descubrir que su prometido había estado engañándola con su hermana de crianza. Y lo que más le duele, su traición había ido demasiado lejos. Habían tenido relaciones íntimas. Su corazón se siente verdaderamente destrozado al recordar todo eso.

Dos personas en quienes había confiado y que significaban mucho para ella, le habían dado una puñalada por la espalda. Incluso, durante este tiempo, habían estado aprovechándose de Rebecca; ella le había prestado una suma considerable de dinero a su hermana, ya que Yuni quería abrir un restaurante. A lo largo del tiempo, Rebecca siempre le había cedido a Yuni, incluso la había considerado como una hermana de sangre. Pero resulta que Yuni había sido capaz de arrebatarle a Bayu, y ni siquiera lo amaba sinceramente como una hermana. Deseaba poseer todo lo que Rebecca tenía.

Asimismo, con Bayu, Rebecca siempre lo había ayudado con sus problemas financieros mientras él emprendía su negocio, hasta que este prosperó. De hecho, mucha gente sabía que Bayu era el novio de Rebecca, lo que hacía que le fuera más fácil conseguir clientes. Rebecca nunca imaginó que Bayu sería capaz de traicionarla. Después de todo, ella había estado a su lado desde el principio.

Rebecca se queda paralizada al recordar con claridad lo que sucedió la noche anterior. Quizás porque sentía que su vida se había desmoronado, fue a un club nocturno y se embriagó.

Por lo tanto, puede recordar cómo fue importunada por tres hombres de complexión robusta. Después de eso, no recuerda nada más.

"Shhh..." Rebecca se queja mientras se agarra la cabeza que le duele intensamente.

"¿Es posible que me hayan secuestrado?" adivina Rebecca con tono de miedo.

Rebecca se levanta rápidamente de la cama. Necesita encontrar una manera. Cómo escaparse de este lugar.

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Mientras tanto, en la sala de comida, se ve a Raymond preparando el desayuno para él y Rebecca.

Raymond ya ha recibido información del sistema que indica que a Rebecca le encanta el opor ayam, el atún agridulce y el capcay. Por supuesto, todo esto no es gratuito; cada vez que se obtiene información, se deduce automáticamente una cantidad de un millón del fondo.

"¿Qué suele beber Rebecca cada mañana? ¿Café, té dulce, agua o leche?" se pregunta Raymond mientras reflexiona.

Gluukk!

Al mencionar la leche, Raymond traga saliva de repente al recordar cuando cambió la ropa de Rebecca. Su figura era bastante clara y vívida. No porque sea un hombre lascivo, sino que no podía cerrar los ojos mientras cambiaba la ropa de Rebecca, ¿verdad?

Por eso, Raymond no pudo dormir en toda la noche, posiblemente por las imágenes que le persiguieron. Incluso, sin querer, la tocó un poco mientras le ponía la ropa porque la mujer no podía quedarse quieta. Eso hizo que algo en su entrepierna despertara.

Raymond necesita deshacerse de esos pensamientos impuros. No puede pensar mal de Rebecca.

"Mejor será que despierte a Rebecca," dijo Raymond con dificultad.

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"¿Qué hago? ¿Cómo salgo de aquí?" exclamó Rebecca con inquietud y nerviosismo. Ahora mismo, estaba caminando de un lado a otro cerca de la puerta. No había encontrado ninguna idea para poder escapar de la habitación.

Rebecca quería salir de ese cuarto lo antes posible para huir. Pero temía ser descubierta por las personas que la habían secuestrado.

En la habitación no había ningún objeto que pudiera utilizar para defenderse.

"¡Vamos, Rebecca, tienes que usar tu ingenio!" Aunque Rebecca sabía muy bien que no era tan inteligente. Por eso, cuando estaba en la escuela, siempre sacaba notas mediocres.

Tap...

Tap...

Tap...

Rebecca se puso tensa al escuchar el sonido de pasos que se acercaban a la habitación. Seguro que el secuestrador iba a hacerle algo.

Rebecca lucía extremadamente ansiosa. No podía pensar con claridad cómo enfrentar la situación.

"¡Ay! ¿Qué hago? ¿Y si me hace algo?"

Fue entonces cuando la mujer entrecerró los ojos al tener una idea. Sabía muy bien cuál era el punto débil de un hombre.

Ceklek...

Raymond apareció justo al abrir la puerta, "Rebecca..."

Antes de que pudiera terminar su frase, esa mañana Raymond recibió un regalo especial de Rebecca. Una patada muy fuerte justo en la parte baja de su abdomen.

"¡Hiaattt..."

¡Dugh!

"¡Arrrrghh..." Raymond gruñó de dolor. Su rostro se volvió pálido al sentir un agudo dolor en su zona más vulnerable. Casi se desmayaba, mientras sus rodillas flaqueaban.

Hoy, Raymond realmente sentía que su vida había dado un giro terrible desde que conoció a Rebecca.

Rebecca parecía sorprendida al ver con claridad el rostro de Raymond, quizás porque le parecía que era muy extraño, no se parecía a ninguno de los tres hombres que la habían perturbado la noche anterior.

"Ups." La mujer rápidamente cubrió su boca con la mano.