Valeria Ibarra es una chica de 19 años a punto de graduarce como medico veterinario. En una visita a su tía se entera del oscuro secreto de su origen y el culpable de la muerte de su madre. El interés que mueve a su padre no tendrá límites.
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9- Desiciones y realidades
--Tía.
--Bueno tú sabes que ese señor es responsable de la muerte de tu madre.
--Hoy me lo encontré sin querer y sabes él gritaba el nombre de mi madre y en sus ojos había tristeza y mucha soledad.
--En serio y de casualidad no viste signos de pesos en sus ojos.
--¿Tía porque me dice eso?.
--Bueno, a ti te falta dinero el cual a él le sobra.
--No me importa el dinero... Me importa más saber algo más de mi madre. En casa nunca se mencionó nada de mi madre. Cuando yo era niña yo veía como las mamas de mis amigas las dejaban en la escuela y no solo eso, sino que también me presumías de los tipos de lonche que les ponían sus madres y yo, yo solo llevaba jugos, panes sándwiches o lo que papá podía ponerme. Un día le pregunté a mi padre por mi mamá y cada que yo preguntaba era, después hablamos, luego te digo, estoy ocupado en fin eran muchas evasivas para hablar de mamá y yo sabía que mi madre no estaba y no sabía el porqué hasta que cumplí doce o trece él únicamente me dijo que hablar de mi madre era un tema complicado para él y muy doloroso y que no podía siquiera pensar en ella porque sentía que se derrumbaría... Y no únicamente eso en mí cada no había fotos de ella y hasta la fecha solo conservo un pedazo de foto porque mi padre rompió todas las que había y las quemo... Sé que en este momento necesito dinero Tía, lo sé, pero ahora me entraron esas ansias de saber más sobre mi madre y ni ti ni mi padre pueden responder a las preguntas que desde siempre me han perseguido y solo él podrá responder.
--Lo siento hija, perdón no creí que él te hubiera ocultado todo sobre tu madre.
--Yo sé que era un tema sénsible para mi padre, pero yo necesitaba después y él nunca me las dio... Él enterarme de de que en las manos de abuelo estuvo el que mi madre viviera es algo que no sé si pueda perdonárselo, pero yo quiero saber de ella, de que color era su favorito, si tenía algún pasatiempo, si le gustaba la idea de ser madre joven porque mi papá se la robo cuando ella iba a cumplir dieciocho... Son tantas preguntas Tía.
--Lo siento...
--Aún estoy pensando si voy o no, porque no sé que pesa más dentro de mí, el no conocer a mi madre o que mi abuelo haya sido tan desalmado de no ayudar a mi madre en su enfermedad.
--Bueno, tienes mucho que meditar esta noche. Te tengo una buena noticia.
--¿Cuál?.
--Vino tu tío Gerardo en la mañana y sin querer yo le mencione que te faltaba dinero para ir a lo de tu primer examen y ¿Qué crees?
--¿Qué?.
--Él me dejó el dinero que te falta para que vayas tranquila.
--Tía te dije que no le dijeras nada.
--Lo sé y me disculpo es algo que se me salió sin querer y como es mi hermano y le tengo mucha confianza pues se me salió más fácil de lo que vence esa información y además el se ofreció con mucho gusto.
--Bueno yo veré como se lo pago después. El siguiente mes saldremos a las casas dice don Carlos que toca vacunas a varios animales de la región así que me va a pagar un poco más y a veces hay propinas así que me puede ir mejor.
--Esperemos que si hija para que no batalles con dinero el siguiente mes.
--Si ahora me voy a dormir Tía.
--Te puse el sobre del dinero bajo tu almohada.
--Gracias tía.
--Y perdón por lo que te dije yo... Yo no sabía que mi hermano no te había hablado de Isabel.
--No te preocupes ya me acostumbre a que no se hable de ella.
(Subo a mi cuarto. Estoy tan cansada que me tiro en la cama según yo descansar y me quede dormida, según yo iba a pensar bien lo de la visita al abuelo, pero ya ni me dio tiempo caí rendida y lo que le sigue y eso que apenas eran las ocho de la noche. Al despertar me doy cuenta de que ni me moví en toda la noche menos me tape, pero lo bueno es que no estaba asiendo frío sino que me congelo o mínimo me despierto a taparme. Me baño, me alistó y bajo).
--Buenos días, tía.
--¿Buenos días? Es la una de la tarde mi niña.
--¿Qué?.
--Si, que te quedaste muy dormida para ir al trabajo y hasta para ver si ibas con tu abuelo.
--Si ya me di cuenta, espera... fueron más de trece horas por eso me siento renovada y superdescansada.
--Si, baya que dormiste mucho y ahora te toca comida en lugar del desayuno, ven que te sirvo.
--Te ayudo.
--¿Pensaste en lo que hablamos anoche?
--No, solo caí rendida y no supe nada hasta hoy en la mañana, digo en la tarde.
--Y ¿Qué piensas hacer?.
--Aún no sé... (Comemos y luego me voy manejando rumbo a la casa del abuelo es un terreno muy grande y en la entrada es muy bonita casi parece un salón donde se hacen bodas porque aparte también tiene un pasto muy extenso al igual que muchas flores. Dejo la camioneta en la entrada y está su cuidador en la puerta).
--Hola que bien que decidiste venir.
--Para ser sincera aún estoy dudando de estar aquí.
--Soy Omar por cierto.
--Yo soy, ja tú ya sabes quien soy.
--Si, pero pasa él va a estar feliz de verte.
(Entramos y se siente el frío en todos lados, es una casa muy silenciosa además de vacía).
--Él está en el despacho ven te llevo con él.
(Me quedé parada en la puerta justo antes de entrar, la duda es grande y no sé si estoy lista para escuchar lo que él tenga que decirme).
--Ya insiste lo más difícil que es venir y ahora puedes entrar y verlo.
--Pero...
--Él necesita esto más que tú créeme.
--Ok.
(Omar abre la puerta y él está sentado en una mecedora junto a la chimenea que está encendida, está casa es muy grande y por lo mismo de que está vacía se siente mucho frío).
--Isabel hija viniste a verme.
--Hola... Yo no soy Isabel, soy Valeria tu nieta.
--O! Mi nieta... Por un momento creí que eras mi hija Isabel, te pareces tanto a ella.
--¿En serio?
(Estar aquí es difícil, pero verlo así enfermo y solo es más difícil sé que hay conflictos entre nosotros, pero a eso vengo a hablar y remediar algunas cosas).
--Sí, podría jurar que son idénticas... Muchacho tráeme las fotos por favor.
--Enseguida se las traigo.
--¿Cuáles fotos?.
--Las de tu madre, aún las conservo pues son mi más grande tesoro, ya que ella se marchó antes que yo... Sabes, eso no debería pasar, se supone que los más jóvenes entierran a los viejos, pero en mi caso fue al revés.
--Si, ella se fue muy joven y yo no la conocí, yo tenía solo dos años cuando ella se fue.
--Aquí están las fotos.
--Dáselas a ella.
(Me entrega un álbum de fotos y se ve desgastado, como que él lo usa muy seguido, al abrirlo puedo ver a mi madre desde que nació y están en orden porque también está su madre la que debería ser mi abuela. Llego a donde está un poco más grande y si tiene mucha razón soy idéntica a ella, pobre de mi padre mi existencia a de ver sido una tortura para él, teniéndome cerca y con él parecido a mi madre, con razón se negaba a hablar de élla y cada que preguntaba él se alejaba de mí, ahora entiendo porqué Mis lágrimas caen sin querer, yo no tengo ni una foto de mí madre y aquí él tiene muchas y viéndola bien hay cuadros de élla por todo él pasillo hasta llegar al despacho).
--Tienes razón me parezco mucho a mi madre.
--Sabes tu madre también perdió a su madre muy niña.
--En serio, ¿Cuanto años tenía?.
--Cinco, ella trabajaba en el ayuntamiento y un día se topó con gente indeseable y ese mismo imbécil la atropello alegando que estába ebrio, pero aun así tuvo su merecido.
--Que lastima, perder a tu madre es horrible.
--Sí que lo es y tú más que nadie lo sabe... Después de eso yo me dediqué a cuidar de ella para que no resintiendo mucho la ausencia de su madre.
--Pero te tenía a ti para salir adelante.
--Si, yo la sobreproteji en todo y como no hacerlo, solo la tenía a ella, ella era mi más grande tesoro y la cuide como tal, pero al mismo tiempo la apoye en sus sueños de ser abogada al igual que su madre aunque yo me opuse ella logró convencerme y yo la deje, deje que estudiará lo que ella quería, hasta que conoció a tu padre...
--¿Te opusiste a su relación?.
--Claro que sí, ella era todo lo que tenía y tu padre era un bueno para nada que no estudiaba, ni trabajaba solo se la pasaba en la calle con malas compañías y se lo dije a ella, pero era demasiado tarde ella ya estaba enamorada de tu padre.
--¿Mi papá era?
--No sé si era o no, pero esa clase de... No quería que se le acercara a mi hija, yo esperaba que se enamorara de uno igual a ella y no me refiero a la posición económica sino a estudios o conducta, simplemente él era mala influencia para mi hija claro que me opuse.
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