Sinfonía De Dos Almas

El tiempo siguió su curso hasta que un día Sony la sirvienta que cuida de Cian cuando Clara no puede le dijo que ahora era el hermano mayor de un alfa y su nombre era Declan.

Además, como ya podía caminar sin caerse quiso visitar y ver a su hermano menor pero cuando su papá despertó y lo vio acariciando suavemente su carita arrugada y roja, gritó por los sirvientes para que se lo llevaron, entonces se dio cuenta que estaba en una familia parcial es una dicha en estos momentos las memorias de otra vida, ya que sabía de familias amorosas e identificó el amor que le daba William, Clara, Sony y Evan, así que esa fue la última vez que buscaría a su familia biológica.

Todo siguió su curso hasta que llegó el momento en que Cian cumplió dos años y Clara le trajo un pastel hecho a mano con una vela en forma de “2” encendida y la razón por la que Cian sabía sobre el dato conmovedor de algo hecho a mana era porque el lustre no era perfecto, aunque el sabor era inigualable.

-Clara, ¿dónde está Evan?

-Está en la escuela.

-¿Cuál?

-Ridgeview Senior High.

Entonces ya está en educación secundaria superior, es verdad ya tienen 14 y es curioso que me siento solo cuando ya no viene tan seguido.

-¿Qué sucede, Cian?

-Quiero ver a Evan. Dijo Cian, pues no puede simplemente “extraño a Evan”, porque eso era muy profundo para un niño de 2 años.

Sin embargo, a la hora de dormir comenzó a tener sueños sobre el día en que el avión falló y el murió, pero con cambios como que erro en alguna configuración del avión que causo la muerte de todos o que se congeló y sucedió lo mismo, eso una y otra vez.

También pensó en que era mejor cubrir esta situación porque cómo explicaría soñar con pilotar un avión y todos los términos técnicos que sabe si alguien le pregunta y durante una siesta le dio otra pesadilla que terminó siendo presenciada por Sony que le preguntó sobre ello, entonces se le ocurrió decir que había un monstruo en el armario por lo que Sony colocó una lamparita cerca de la cama y las noches que tenía pesadillas jugaba hacer sombras o releía los cuentos que tenía, pero debía ocultar que ya sabía leer porque lo más cercano a letras eran los cubos de peluche con el A, B, C, D, E y F.

Ocultamiento de su condición no duro mucho porque hoy era el turno de Clara para cuidar de Cian y ella vio como tenía un sueño inquieto y sudaba mucho, además de hacer gestos preocupantes para un adulto y cuando despertó hiperventilando por lo que preguntó.

-¿Qué sucede joven maestro?

-Es un sueño feo.

-De que era el sueño.

-Volaba y caí.

No encontraba mejor manera de describirlo con la mentalidad de un niño de dos años, sin embargo, por la experiencia de Clara cómo madre de dos niños sabía que las pesadillas de Cian eran más serias, por eso le pidió a su hijo Steven de 24 años que era un buen psiquiatra pediátrico porque le comentó sobre los terrores a sus padres y la señora Aoife dijo no tener tiempo, en cuanto a el señor Ronan habló sobre no tener tiempo pues tenía mucho que hacer con el pequeño Declan.

Así que un día con la excusa de llevarlo al parque para que jugara Clara se lo llevó a Steven.

-Quieres conocer a mi hijo mayor el tiene tiempo para hablar con nosotros hoy.

-Siii. En realidad, si estaba emocionado por conocerlo, no tenía que fingir esa alegría infantil.

En la oficina de Steven, él llevó a su madre aparte para que le explicara porque llevaba al hijo de los O’Connor y ella le explicó de sus terrores nocturnos, puesto que estaban alcanzando un punto muy preocupante.

-Hola, soy Steven.

-Hola, soy Cian, Clara Steven es gentil.

-Cian tengo que hacer unas compras, así que Steven te cuidará mientras lo hago.

- Esta bien, madre “cuidare” del pequeño.

Entonces cuando Clara se fue de la habitación Steven colocó diversas galletas y un jugo de frutas, además de hojas para dibujar junto con crayolas de diferentes colores por lo que Cian dibujó las cosas comunes, flores, árboles, carros, etc. 

-Dime Cian no has dormido bien.

-¿Cómo sabes?. Fingiendo sorpresa, al fin valió la pena la práctica frente al espejo.

-Tienes carita de sueño.

-Ajá, hay malos sueños.

-Puedes dibujar para mí lo que hay en tus sueños.

Ahora el momento de aprovechar la ayuda de un profesional porque sinceramente ameritaba descansos no esas pocas horas de sueño que solo dejaban un atontamiento persistente durante el día, además sin una regla era un pésimo ilustrador por lo que no debía esforzarse en que sus trazos parecieran de un niño.

En una hoja hizo un avión con humo en las alas, pues intento hacer los motores, pero no salieron bien, en otra hoja dibujo lo mejor posible la vista de un piloto en la consola del avión y en una tercera hoja hizo un hombre sentado manejando, con ese material Steven comenzó a preguntar.

-Que le pasó al avión.

-No sé, ya no vuela.

-Este señor cómo se llama.

-Fergus.

-Qué pasó con Fergus.

-Fue al mar y se durmió

-Cuando se despertó.

-No volvió a despertar.

-Me puedes contar más de Fergus.

Entonces Cian le explicó de manera básica sobre la familia que tenía en su otra vida y para el momento en que iba a entrar en detalles, regreso Clara con unas bolsas de compras.

-Lo siento Steven ya me tengo que llevar al joven maestro.

-Está bien, pero tengo que preguntarte algo antes, vamos a fuera un rato.

Salieron de la oficina al corredor y Cian aprovechó para agarrar una paleta roja con esperanza de que fuera de cereza o frambuesa y esperaría a que madre e hijo hablaran.

-Madre Cian ha visto un documental o película que implique un accidente aéreo.