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Rehén

Rehén

Status: Terminada
Genre:Posesivo / Mafia / Dominación / Romance oscuro / Completas
Popularitas:12
Nilai: 5
nombre de autor: Syl Gonsalves

El silencio puede ser ensordecedor, como dijo algún poeta cuyo nombre ya olvidé. La oscuridad puede ser más cruel que la luz. Y algunas prisiones no necesitan barrotes para ser imposibles de escapar.

Si decidiste abrir este libro, debes saber que estás a punto de cruzar una frontera peligrosa. Aquí, no hay garantía de finales felices, ni promesas de redención. Esta no es una historia de amor común. Es una historia de posesión, dolor y supervivencia.

Las páginas que siguen contienen temas intensos y perturbadores. Aquí nada está suavizado. Aquí nada es fácil de digerir…

Aquí, las cadenas no siempre son visibles…

Aquí, el deseo y el miedo caminan de la mano…

Aquí, nadie sale ileso.

Este libro no trata de cuentos de hadas. No hay héroes ni villanos evidentes. Solo hay supervivencia. Y la línea entre víctima y prisionero, entre pasión y miedo, entre amor y obsesión… es más delgada de lo que parece.

NovelToon tiene autorización de Syl Gonsalves para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 6

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⚠️ Capítulo con escena de t0rtur4 explícita ⚠️

...§...

Algunos días pasaron y la vida de Vini seguía un ritmo monótono, aunque horrendo. Todas las noches, Stefan lo viol@ba y, a veces, la crueldad rozaba lo insano con palizas y tortur@s físic@s. A medida que el tiempo pasa, Stefan se volvía más cruel y Vini, a su vez, se veía cada vez más cerca de la muerte.

Muchas cosas excitaban a Stefan, pero nada se comparaba a los momentos macabros que Vini rezaba con todas sus fuerzas para que no sucedieran más. Sin embargo, al menos una vez por semana, aquello sucedía. No era siempre de la misma forma. A Stefan le gustaba innovar. Un día era una s#rr4 con látigo; al otro era gotear cera de vela; también tenía los cortes que Stefan hacía con su navaja en los muslos y barriga de Vini.

Cierta noche, Stefan, con una mirada desprovista de emoción, había decidido intensificar la tortura, haciéndola aún más insoportable. Vini sentía el corazón latir fuerte en el pecho, las manos sudadas, el cuerpo entero temblando, después de que Stefan lo penetrara diversas veces.

Stefan, tras satisfacerse, se alejó de Vini, que estaba en la posición de pollo asado, con los brazos presos en la cabecera de la cama. Cuando se aproximó nuevamente a Vini, estaba con un pequeño frasco con un líquido transparente en sus manos. Lo sujetaba con una sonrisa insana, como si estuviera lidiando con algo banal.

Con un movimiento rápido, Stefan dejó caer algunas gotas sobre el cuerpo de Vini. El impacto fue inmediato: un dolor abrasivo, como si su carne estuviera siendo derretida lentamente. Vini mordió los labios hasta sangrar, intentando controlar el grito, pero el dolor era insoportable. El olor del ácido que quemaba su piel se mezclaba con el hedor de su propio sudor y sangre, creando una atmósfera sofocante.

El dolor de Vini se extendió como un incendio, y él mal conseguía distinguir lo que era el cuerpo y lo que era el alma. El ácido quemaba su piel, los músculos se contraían involuntariamente mientras él intentaba mantener el control. Cada respiración parecía un esfuerzo monumental, el aire denso a su alrededor y la risa cruel de Stefan llenaban los espacios de su mente, tornando cada momento más difícil de soportar.

Stefan, por su parte, que se deleitaba con el dolor ajeno, volvió a penetrar en Vini. La observación del sufrimiento de Vini era una fuente de placer, mientras mantenía el ritmo constante de las estocadas, iba tocando la piel que comenzaba a ennegrecerse, como si fuera un objeto para ser manipulado.

— Esto me da mucho t3sã0, ¿sabías? — dijo Stefan con una voz calma, casi como si estuviera conversando sobre un asunto trivial, mientras Vini sentía el nuevo chorro de eyaculación salir del miembro de Stefan.

Stefan guardó el frasco nuevamente y se sentó al lado de Vini en la cama. Mientras tanto, Vini convulsionaba de dolor.

Stefan pasó la mano por el tórax de Vini.

— Sabes, paso todo el día pensando en ti — se aproximó al rostro de Vini que estaba sudado y, susurró al pie del oído: — en tu olor. — Stefan comenzó a distribuir besos a lo largo del cuerpo febril de Vini. — En tu cuerpo, en cómo me dejas excitado…

Stefan estaba masturbando a Vini que gemía incontrolablemente, pero no de placer sino de dolor.

— Adoro escucharte gemir. Di mi nombre y di que eres mío…

La presión y los movimientos que la mano de Stefan hacía en la intimidad de Vini eran intensos. Vini sabía que incluso aquello lo lastimaba, él acabaría g0z4nd0 debido al estímulo, pero no conseguía dejar de sentirse mal por aquello suceder, parecía que él estaba gustando de aquella t0rtur4.

— Vamos, chico.

Vini estaba casi inconsciente, pero percibía la irritación de Stefan. Vini juntó las fuerzas restantes y habló lo que Stefan quería escuchar.

— S-se-señor S-Stefan… y-yo s-so-soy t-tu-yo.

Vini desmayó en seguida, al mismo tiempo que un chorro de líquido transparente brotaba de su m3mbro. Stefan observó el cuerpo del muchacho por algunos instantes con una leve sonrisa en el rostro. Entonces, soltó los brazos del muchacho y lo acurrucó en su colo, cargándolo hasta el baño, donde encendió el agua de la ducha en una temperatura agradable y bañó a Vini.

Después del baño, Stefan acostó a Vini sobre la cama y comenzó él mismo a hacer las curaciones, pasando pomadas y anestésicos sobre las quemaduras.

Estaba tan concentrado que no escuchó cuando Magda tocó la puerta.

— Sir, es tut mir leid, ich habe an die Tür geklopft, aber niemand hat geantwortet … — dijo ella en alemán. (Señor, lo siento, toqué la puerta, pero nadie respondió…)

Stefan, la interrumpió bruscamente, mientras se levantaba y se alejaba de Vini, que dormía profundamente debido al dolor y extenuación.

— Beenden Sie die Verbände und Sie können sich auch hinlegen. (Concluya las curaciones y puede acostarse también.)

Magda asintió y terminó de hacer las últimas curaciones en Vini. En todos aquellos largos años de trabajo para la familia Höllenfeuer, era la primera vez que ella presenciaba a Stefan teniendo algún gesto de cuidado con su juguete. Stefan era del tipo que descartaba cuando ya había usado bastante o cuando “estropeaban” y él jamás se dio el trabajo de dar cualquier tipo de atención a los otros, por más heridos que estuviesen.

Entretanto, Magda percibía que con aquel joven, algo en Stefan estaba cambiando. Él preguntaba si el muchacho se había alimentado, si había reclamado de dolores… Eran cosas sutiles, pero para ella aquello era señal de que alguna cosa estaba a punto de cambiar.

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