AMOR Y MAFIA

La vida es irónica, el destino a veces juega sucio, Julián estába de pie en aquella cama mirando a la Omega dormir, el jamás la había visto antes, nunca había escuchado ninguna palabra se su boca pero lo sabía, era ella y su corazón lo reclamaba, que había en el corazón que reclama a quien no ha visto jamás en tu vida, Julián se sentó a los pies de esa cama mientras miro a la chica dormida, era joven se notaba nada que ver con sus 27 años, quizas tendría a lo sumo 22, ¿que tipo de vida habría llevado antes? En su espalda había algunas cicatrices de lo que parecería un fuerte o un látigo, en su tobillo una cicatriz de lo que se notaba era un grillete… ¿acaso la habrían tenido como un animalillo salvaje? Inconcientemente libero sus feromonas y sintió a la chica removerse, para mirarla abrir los ojos y mirarlo justo a el, Nayla aspiro fuerte el aroma a yerbabuena que el alfa desprendía, Julián sintió nervios no supo que debía hacer, como debía reaccionar..

-¿Qué hago aquí? ¿Quién eres tú?

-Soy… Julián, Julián Lavisky, yo.. soy…

-Mi alfa

-¿Lo sabes?

-Yo no, pero mi cabeza me lo dice, debe ser verdad.

Nayla muy pocas veces escucho a su luna, desde los 16 años ella obligo a su luna a callar pues escucharla le dolía, como se supone que le explicas que eres ahora presa y prisionera, miro alrededor y no estaba con ellos, con la gente de su tío, frente a ella solo estaba el alfa, entonces las imágenes llegaron a su mente, el alfa que estaba preso con ella en el cuarto, a “la bala” entrando a reclamarlo, al alfa que recibió aquella mordida justo cuando tomo su cuello antes que Maximiliano la moridera y recibió el esa mordida, Laura Ferel la había vuelto a rescatar una vez más, el alfa que estaba con el en su recamara era su hijo.

-¿Quién eres tú?

Preguntaba Julián a la Omega y ella sin titubeos contesto

-Nayla Colens Omega dominante

Julián solo asintio mientras sonreía.

-Puedes.. ¿puedes traerme algo de comer?

-¿Que? O si si… espera…

Julián bajo mientras Nayla apretó los puños y las sábanas sus feromonas aún eran inestables pero la voz en su cabeza no se callaba…

“Mio, mi alfa, mío, mío ,mío”

-Callate de una maldita vez… ¿no ves que nos tiene miedo?

“Mio, mío, mío”

-Estas loca…. ¿Quieres comer? Tengo hambre sabes …

“Me lo quiero comer a el….”

-Jajaja si, se mira bueno… pero no podemos, es muy tierno, noble incluso inocente… huele tan bien…

El alfa entraba a la recámara de nuevo y escucho a la Omega hablar ..

-¿Con quién hablas?

-Mi luna…

-¿Tu luna?

-Si… es medio loca…

-Jejejeje mi lobo… también a veces dice cosas que no comprendo…

Julián miro los ojos de la chica, de un verde casi aceitunado como los suyos cuando el Rut lo dominaba, las feromonas de la Omega que inundaban su nariz y perdían sus sentidos, se acercó un poco cuando la chica lo miro, no se habían visto jamás pero sus cuerpos y sus almas se reclamaban, jamás se habían sentido pero la piel les pedía a gritos ser tocada, Julián se acercó a su Omega cegado por el aroma y Nayla se cegó por el, el rose de las manos que marco el posible beso…. Ruido, un ruido fuerte en el pasillo hizo a Julián brincar y salir al pasillo para ver a Rushiel entrar a la recámara de Laura con prisa y cerrar de un azoton la puerta, todo el pasillo olía a las feromonas de la Omega que indicaban lo evidente, el celo de la Omega, Julián se sonrojo mientras entro nervioso para mirar a Nayla acostada de nuevo cerrar los ojos.

-Debo irme, debo ir a mi recamara…

-Podrias… ¿podrías quedarte hasta que me duerma?

-Yo…. Si, claro…

-Gracias…

Julián se sentó en el sillón y miro a la Omega inquieta, dejo salir un poco de sus feromonas y noto cuando Nayla olió profundo y ronroneo un poco para quedarse dormida después, Julián se acercó y beso su frente mientras acariciaba su cabello

-Tan bonita… mi Omega… pffff mía… que irónica la vida, y yo que queria ser el tío solteron de la familia…

Se dijo mientras se recostaba a su lado y dormía abrazando a su omega.